miércoles, 30 de noviembre de 2016

Formación 43

Formación 43
La Disciplina Vincular 2

La realización se lleva a cabo en reuniones de una periodicidad aproximada de una vez por semana. De nuevo, la modulación entre lo que dice la experiencia general y la apertura a la excepción que confirma la regla.

 Habitualmente, hay ventajas en mantener el ritmo que acomoda a la ordenación de la vida. Cada día en el trabajo individual; una vez por semana en el trabajo de pareja; una vez al mes los grupos.

Se plantean ciclos de seis semanas en que se van alternando sesiones llamadas de "diálogo libre" con otras en que se “interviene" desde una técnica comunicacional.

La primera sesión del ciclo es de diálogo libre. Diálogo, búsqueda conjunta de "un avance", un paso hacia la actualización, el enriquecimiento de los proyectos. Un tono afectivo de aceptación mutua, igualitaria. Entre los dos ponen la agenda, Participan en la forma más "pareja" posible, evalúan en conjunto.

Luego, la próxima sesión, el llamado juego a la verdad. Es una aproximación a una forma lúdica de practicar el desarrollo personal a lo que se juega en la vida comunitaria, esencialmente en la adolescencia, y ha sido recogida y sistematizada en los grupos de encuentro y en la terapia gestáltica. Lo esencial, en esta metodología, es ponerse en el caso del otro para hacer las preguntas adecuadas, las que más le "sirvan". Ser capaz, luego, de desapegarse, aceptar, concentrarse en las respuestas. En los hechos, cuatro fases: Preguntas, contestaciones, un dar cuenta por parte de la persona que hizo las preguntas de qué se le contestó. Cuál fue la respuesta, con qué emociones aparentes. Finalmente, la persona interrogada da a conocer su versión, eso fue lo que dijo, aquel su estado emocional. Quien pregunta debe aceptar el suspenso, la especial "privación", de no discutir las respuestas ni las aseveraciones sobre las emociones acompañantes realizadas por la "pareja".

Luego, otra sesión, la tercera, de nuevo diálogo libre, versando a no sobre la reunión dedicada al juego a la verdad.

La cuarta reunión se dedica a otra forma de comunicación, el cambio de roles. Cada uno se plantea sobre un tema, escogido de común acuerdo, tal como cree que lo haría la otra persona. Obviamente, no se buscan virtuosismos teatrales. Es actualizar las visiones sobre la otra persona al servicio de ayudarla a ampliar su conocimiento sobre sí misma, el conocerse, el ver cómo orienta su proceso de cambio. Esta vez la tolerancia a la visión del otro se muestra en un quedarse con la representación ofrecida, no discutirla, solo solicitar fundamentos, evidencias, si ello es necesario y motivante.

Después viene la quinta sesión, quinta semana, de nuevo diálogo libre, abierto a incluir la discusión sobre la sesión de cambio de roles.

Finalmente, sexta sesión, fin del ciclo, un trabajo de conjunto, de equipo, de revisión, de evaluación, de sistematización. Allí se discuten las distintas fases de lo hecho, se decide cómo se va a seguir, se aprueba repetir la metodología o introducir



innovaciones, del tipo de ensayo; por ejemplo, quedarse con el puro diálogo libre, seguir en la evaluación, insistir en el juego a la verdad, corregir alguna forma de participación, discutir la relación con los trabajos individuales o grupales.





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