lunes, 25 de agosto de 2014

La Dimensión Poética de la Vida (31)


La Dimensión Poética de la Vida(31)
Alicia , Antonio y sus Amigos en el País de lo Poético, cerca del Olimpo.
 Eros y Psique 3
Vamos ,Sincronía ,parece que es el momento de  volver  al texto sobre   Eros y Psique  dijo el Zorro.
Bueno aquí está Psique, algo inquieta  sobre lo que dijo Eros  en relación a sus sub personalidades, pero eso parce ser  una constante. Animémosla con un aplauso.
Psique saluda mientras todos aplauden y  Sincronía y el Zorro  se van turnando en la lectura.
Acto  Primero
El contexto de un Drama
Un reino de Grecia
Tres princesas muy hermosas, muy admiradas

Las dos mayores se casaron con personas importantes, de reconocido  poder y prestigio
La menor, de nombre Psique, era un ser muy especial. Algo ocurría que  llevaba  a participar   de una gran preocupación a sus padres ,a  los  súbditos del reino, a ella misma, hasta a una Diosa en el Olimpo No a todos, es cierto, se inquietaban por los mismos motivos
 El terma era nada menos que la muy singular   belleza de Psique. Era de tal naturaleza irresistible, magnética, numinosa… que producía una vivencia de epifanía, un deslumbrar, un carisma, portador, de un modo mágico, de una respuesta de profunda, de verdadera  muy inusual veneración. Se la empezó a ver  como un ser más allá de lo humano ,como una Diosa.…La gente empezó a  abandonar el culto de Afrodita, la Diosa de la belleza , a dejar sus templos y a  acercarse lo mas próximo posible a Psique . Nadie osaba  ser su amiga, mucho menos pretenderla. Era otro el sentimiento, el posible, una asociación de temor y temblor, fascinación , perplejidad ,  veneración… frente a  un ser de orden  divino .
El pueblo la seguía. Ella experimentaba  una vivencia muy compleja , difícil de  describir : era  sentir soledad, la nostalgia de un compañero,  a la vez ,angustiándola hasta lo más genital de lo terrestre , paralelamente una incapacidad radical de  llegar  siquiera a concebir un vínculo íntimo con nadie conocido o susceptible de serlo Sus padres estaban, desconcertados ante lo que vivían simple y apremiantemente, a su escala : el  aparente drama de  poseer  una  hija  muy agraciada que no tenía pareja
En el otro mundo, en el Olimpo, Afrodita se sentía  afrentada, indignada, celosa.¿Cómo asumir que otra, encima una simple  mortal, fuera admirada hasta el extremo de llevarse a sus seguidores, a  ser ella confundida con una personilla del mundo de los seres  de un día-
Su emoción se fue transformando en una verdadera pasión  y la llevó a concebir un plan de tipo ofensivo, de venganza ,de resguardo a su dignidad herida. Le ordenó a su hijo y asistente, Eros, que  fuera a la  tierra  y procurase conseguir, flecha mediante, que Psiquis  se enamorara de una persona muy fea,,  cosa de hacerla quedar en el mayor de los ridículos
 Acto Segundo
Eros erotizado
Eros va a la tierra, lleva su arco y sus dos tipos de flechas , las con  puntas de oro  que enamoraban hasta   la pérdida de todo límite ,  de todo cuidado; las  dotadas de extremos de plomo capaces de producir las mayores  distancias, desenamoramientos instantáneos,  cargas  inverosímiles de odio y desprecio
Eros se encaminó sin tropiezos al palacio donde vivía Psique con sus padres. Disimuló bien sus flechas con unas verduras, ,supo  pasar  con disimulo ante la gente  como  cualquier mortal, y entró por una  ventana  hasta un corredor que daba a la habitación de la muchacha Miró por la cerradura. No la veía bien. Ella estaba tocando una lira, muy concentrada y no podía notar la vecindad del dios. Eros ya había ubicado un vendedor   callejero  que tenía unas terribles cicatrices de guerra  sobrepuestas a una cara  picada de viruela,  rodeando una nariz  que lucía, irreverentes, insólitas , dos grandes  jorobas al edtilo camélido Era el candidato a  ser el feo , lo solicitado por su madre, la  pareja a ser engatusado, destinada para    un acercamiento a una Psique  presuntamente herida por sus flechas de puntas  de oro.
Sin embargo…quiso la mala o buena suerte que  Psique  dejara la lira por un instante, seguramente pensado  en qué otra  composición musical podría  interpretar, y Eros pudo contemplarla  en todo su esplendor. Nunca le había  sucedido algo así. Fue absolutamente incapaz de obedecer a su mamá.¡ Flechazo! Sí, Ssin necesidad de flecha tangible, tal vez  con un contacto a distancia con  más de una flecha de punta de  oro.. Eros huyo, huyó de sí mismo, huyó del amor
 Sigilosamente, pero a gran velocidad , casi choca con el feo casi  novio, vuela luego rumbo al Olimpo en éxtasis total. Cazador cazado.
Continuará