Conversando sobre la Amistad (235)
Amistad entre la poesía y la filosofía
La filosofía es amistad a
la sabiduría y la poesía es
amistad para captar como se
expresa la sabiduría en la
naturaleza y el ser humano-
Eso facilita el que sean amigas , aunque la poesía se excusa de participar en los meandros más esclerosado de la
filosofía libresca y la filosofa ignora las vetas
frívolas de la versificación.
Hay temas donde se suelen encontrar como el del amor , el
del sentido, el de la muerte, el se la amistad.
No son escasos los poetas filósofos y los filósofos poetas- Se dan las
paradojas de sub personidades en conflicto como fue el caso de Platón, filosófo ,creador
de mitos poéticos , filósofo
poeta que expulsó a los poetas de su utopía.
María Zambrano, filósofa española y
Antonio Machado, poeta filósofo, representan bien la sinergia, el encuentro
entre filosofía y poesía.
Maria Zambrano
"El
poeta no se cuida de hacer el recuento de sus bienes y de sus males; el inventario
de su fortuna. Porque el poeta no puede saber quién es; ni sabe siquiera lo que
busca. El filósofo, al menos, sabe lo que busca y por ello se define -filo-sofo-. El poeta como no
busca, sino que encuentra, no sabe cómo llamarse. Tendría que adoptar el nombre
de lo que le posee, de lo que le toma allanando la morada de su alma; de lo que
le arrebata. Pero no sería fácil, pues unas veces se siente arrebatado,
endiosado; otras se siente en cambio apegado, enredado en sueños sin forma ni
siquiera ímpetu, se siente vivir en la carne cuando la carne todavía es opaca y
no se ha hecho transparente por la luz de la belleza. ¿Cómo llamarse el poeta?
Perdido en la luz, errante en la belleza, pobre por exceso, loco por demasiada
razón, pecador bajo la gracia"
Machado
"El
ojo que ves no es
ojo porque tú lo
veas;
es ojo porque te
ve."
«Como se fue el maestro,
la luz de esta mañana
me dijo: Van tres días
que mi hermano Francisco no trabaja.
¿Murió?... Sólo sabemos
que se nos fue por una senda clara,
diciéndonos: Hacedme
un duelo de labores y esperanzas.
Sed buenos y no más, sed lo que he sido
entre vosotros: alma.»
Tras el vivir y el soñar,
está lo que más importa: el despertar