La
Dimensión Poética de la Vida(98)
Alicia,
Antonio y sus amigos en el país de
lo poético
La libertad
El grupo ,
en forma espontánea, hizo un
meditación personal y ,luego, un dialogo
en pequeños grupos con el
texto de Julio Monsalvo y con cada una de las frases de Martín Buber
Se creó un
clima especial . Unos caminaban. Otros conversaban animadamente. Algunos
escribían.
Parece que
llegó el momento de la Libertad dijo
Antonio. Siento que en este
país los visitantes somos de la casa…. A ver , los
que la sepamos recitemos
juntos el poema Libertad de Paul Eluard. Es un símbolo. Paul debía tener su planeta…
Fue un coro , en que de súbito todos sabían y
recitaban el poema Se escuchaba
muy bien, nadie
desentonó
Libertad
Por
Paul Eluard
En mis
cuadernos de escolar
en mi
pupitre en los árboles
en la
arena y en la nieve
escribo
tu nombre.
En las
páginas leídas
en las páginas vírgenes
en la piedra la sangre y las cenizas
escribo tu nombre.
En las
imágenes doradas
en las armas del soldado
en la corona de los reyes
escribo
tu nombre.
En la
selva y el desierto
en los nidos en las emboscadas
en el eco de mi infancia
escribo tu nombre.
En las
maravillas nocturnas
en el pan blanco cotidiano
en las estaciones enamoradas
escribo tu nombre.
En mis
trapos azules
en el estanque de sol enmohecido
en el lago de viviente lunas
escribo tu nombre.
En los
campos en el horizonte
en las alas de los pájaros
en el molino de las sombras
escribo tu nombre.
En cada
suspiro de la aurora
en el mar en los barcos
en la montaña desafiante
escribo tu nombre.
En la
espuma de las nubes
en el sudor de las tempestades
en la lluvia menuda y
fatigante
escribo tu nombre.
En las
formas resplandecientes
en las campanas de colores
en la verdad física.
escribo tu nombre.
En los
senderos despiertos
en los caminos desplegados
en las plazas desbordantes
escribo tu nombre.
En la
lámpara que se enciende
en la lámpara que se extingue
en la casa de mis
hermanos
escribo tu nombre.
En el
fruto en dos cortado
en el espejo de mi cuarto
en la concha vacía de mi lecho
escribo tu nombre.
En mi
perro glotón y tierno
en sus orejas levantadas
en su patita coja
escribo tu
nombre.
En el
quicio de mi puerta
en los objetos familiares
en la llama de fuego bendecida
escribo tu nombre.
En la
carne que me es dada
en la frente de mis amigos
en cada mano que se tiende
escribo tu nombre.
En la
vitrina de las sorpresas
en los labios displicentes
más allá del silencio
escribo tu nombre.
En mis
refugios destruidos
en mis faros sin luz
en el muro de mi tedio
escribo tu
nombre.
En la
ausencia sin deseo
en la soledad desnuda
en las escalinatas de la muerte
escribo tu nombre.
En la
salud reencontrada
en el riesgo desaparecido
en la esperanza sin recuerdo
escribo tu nombre.
Y por el poder de una palabra
vuelvo a vivir
nací para conocerte
para
cantarte
Libertad
Gracias,
Antonio, dijo el gato de Cheshire. Esto
ha sido una forma especial de diálogo Se sintió un gran aplauso y luego
emprendieron camino a la
playa. Los delfines los estaban
esperando.