jueves, 12 de marzo de 2015

Lo Cotidiano y lo Univerrsal 6


Lo Cotidiano y lo Universal 6
Como Pedro por su casa
Algo inefable permite que un dicho se encarne, perdure, se haga muy audible. Eso se aplica muy bien al dicho “ Como Pedro  por su casa”.
Se estima que el dicho “Como Pedro  por su casa  adquirió vida  después de la batalla de  Alcoraz (1094)en que Pedro  Primero de  Aragón conquistó la ciudad de Huesca y, luego,    se paseaba por ella  con el aire  de  quien siempre ha sido dueño del lugar y de la situación.
Este soberano combatió al lado del Cid en la batalla de Bairén(1097) y ,según  algunos  autores, tuvo un primer matrimonio  con la hija  del Cid. Lo claro es que  fue amigo del Cid y , siendo arriesgado, a lo mejor  hay huellas  de ello en el  fundamento del  dicho. O de  su trascendencia en la cotidianidad.
 Hay quieren asocian este dicho con San Pedro que, al tener las llaves del Cielo, con más razón estaría en  posesión  de facilidades y derechos para entrar raudamente a cualquier casa.
Además,   hay quienes  recuerdan   que sobre  Pedro   se constuye la Iglesia y eso le  daría  fueros y  facilidades para entra en aquella casa  que es la conciencia.
En cualquier caso, en Argentina  quien se  pasea  por las casa  con familiaridad no es Pedro,  es Pancho, el mismo de los “completos”.. el de “es de Pancho”,
Cualquiera  sea la historia o el nombre del personaje,  el dicho tiene dos alcances. Uno, neutral, fáctico, se refiere a que alguien  da vueltas , se encuentra  en un lugar nuevo, y  se desenvuelve con soltura, sin aprensión, como si lo conociera.  En el otro sentido, hay una crítica, una denuncia, al que se entromete  en algo  ajeno, sin cortesía, sin respeto sin las aptitudes, los derechos, los  conocimientos  necesarios.
Claro, se aplica  corrientemente  a la  visita inoportuna, a quien opina  sobre lo que ignora, a los abuelos que invaden el rol de los padres..
Desde  una mirada a cómo estamos viviendo, caramba que hay Pedritas y Pedritos, Panchas y Panchos,  tomando el planeta  como casa abierta, exclusiva  y sin límite,  propio del ser humano  que se  siente auto suficiente.
Tal vez, eso se explica por una prolongada epidemia de  individualismo con alta egoemia… que nos hace olvidar  nuestra condición de  seres coexistenciales, necesariamente fraternos e integrados a la realidad, a la naturaleza , a la vida , a la humanidad.