miércoles, 10 de octubre de 2012

Conversando sobre la amistad (371)


Conversando sobre la Amistad (371)

Amistad con la tranquilidad y con la  serenidad
“Quédate tranquilo”, le decimos al niño asustado por la oscuridad, a la persona  que va a entrar por iniciativa  de otros a una reunión…
La tranquilidad y  la intranquilidad se  pueden  influir desde fuera,  con palabras gestos o fármacos.  Las disposiciones y reacciones tranquilas e intranquilas son propias  de  seres  humanos y de  animales. Los conejos dan señas de intranquilidad a la presencia de un perro, las gallinas hacen lo propio cuando las sobrevuela un  ave de  rapiña.
La serenidad es  algo  propiamente humano, una actitud que suele  ser parte de un proyecto, de convicciones  espirituales y  existenciales,  de  un sentido de vida en que se valoriza algo  más  profundo  que  las posibles  amenazas , decepciones o sufrimientos, una actitud  asociada a la entrega  a un proyecto,  de  servicio, de búsqueda   científica, de desarrollo  de conciencia , de realización espiritual.  Es la actitud de Sócrates cuando se le  condena a tomar  la cicuta. Es la amistad con un sentir, creer , intuir que desborda el presente .
Es dable estar tranquilo ante una examen escolar; porque  se sabe, porque no  se le da mucha importancia al  examen . Se está sereno  cuando  se ha superado una reacción del ego ante un rechazo amoroso
Dice Bollnow;: “No podemos ser tranquilos, pero sí serenos. Por eso, la serenidad no es  de ningún modo una virtud anticuada que interese exclusivamente a los historiadores del espíritu, sino que significa precisamente la actitud vital que, más que nunca, debe  ser la meta de la existencia presente”