domingo, 14 de septiembre de 2014

La Dimensión Poética de la Vida (51)



La Dimensión Poética de la Vida (51)
  Alicia , Antonio y  sus amigos en el País de lo Poético.
Llega Eos, Aurora.
Terminan de escuchar  el texto  de Lihn sobre Parra

 La Rosa fue la primera en saludarla.Hermosa como siempre ,como si no fuera  tan, tan mayor , con su túnica de un amarillo muy  leve, la mano izquierda llevando  una antorcha ,  la derecha convidando una lluvia de rosas,allí estaba Aurora, recién descendida de su carro de oro  guiado por  fogosos caballos.
Antonio sintió que era más interesante que las puestas de sol , pero optó  por saludarla en silencio-Eres como aprendi que eres , le dijo,  muy alegre, Alicia.
Si lo desean yo les leo, expresó Aurora Alguien me reemplaza si se anuncia el sol  Trátenme de Eos, dijo , entregando la Antorcha  a Inspiración, las rosas a la Rosa y saludando con sus dedos color de  rosa

El Texto de Enrique Lihn sobre Parra(4)


... Nicanor Parra no hace mucho regresó de Inglaterra. Lo llevó allá la necesidad de completar sus estudios. El objeto de su viaje, pudo haber sido todo lo importante que se quiera. Pero hay veces en que la dificultad de los medios hace que se pierdan de vista los fines. Entonces los medios se convierten en fines y somos absorbidos por un problema insignificante: practicar idiomas. Esta pequeña obsesión, acaso sufrida personalmente, ha sido utilizada por el poeta para simbolizar el estancamiento de su personaje. Este ha claudicado en su afán de escapar a su destino unipersonal.
... Luego manifiesta un deseo impracticable: "Mejor es, tal vez, que vuelva a ese valle", "A esa roca que me sirvió de hogar", "Y empiece a grabar den uevo", "De atrás para adelante, grabar", "El mundo al revés", "Pero no, la vida no tiene sentido".
... Se insinúa aquí y se rechaza simultáneamente, la necesidad de reivindicar el pasado del hombre. Pero es imposible volver al punto de partida por dos razones. Primero. Porque la historia no puede ser considerada como un conjunto de cristalizaciones, independienes entre sí. Mas que condicionarse, se desprenden unas de otras, en una suerte de proceso genético-causal. De ahí que el presente, como una nueva céula, conserva del pasado justamente lo que de éste puede sobrevivir. Y en segundo lugar, porque si fuese posible retrotraer la historia a su origen, nos veríamos obigados a revivirla, punto por punto; es decir, a aceptar de nuevo lo que nos hemos visto obligado a rechazar.
... "Si el hombre, dice Parra, llega a tener éxito en su afán de destruir el Universo, lo más probable es que Dios vuelva a crearlo de nuevo".
... Si la vida no tiene sentido actualmente ello significa que nunca lo ha tenido, que nunca podrá tenerlo. De ello es consciente el poeta cuando se niega a rehacer su vida de atrás para adelante y adoptar una actitud romántica, de nostalgia por el pasado.
... Cabe aquí hacer una aclaración. Más arriba hemos dicho que el poeta en general, y en particular Nicanor Parra, se propone, como medio de obtener un saber objetivo del mundo, una suerte de regreso a la realidad. Ello no significa que nieguen al conocimiento su raíz fenoménica, que intenten revalidar puntos de vida históricamente separados.
... Se ve aquí el peligro de establecer paralelos entre dos disciplinas tan diferentes como son la filosofía y la poesía. El poeta, en la actualidad, no desconoce los resultados a que han llegado los modernos investigadores para revalidar, desde más certeros puntos de vista, el realismo crítico. Su misión, sin embargo, no es la de sustentar una posibilidad o una certeza mediante un juego de razonamientos más o menos válidos. Dijimos que él vive sus pensamientos. Con ello quisimos significar hasta qué punto en él se entrelazan la acción y la contemplación. Si postula un regreso a la realidad, lo hace en el terreno de la realidad. Lo posible y lo necesario son para él uno y lo mismo. Piensa dogmáticamente y vive críticamente la caída o la exaltación de sus dogmas. De ahí que él no intente demostar una intuición, sino expresarla; siempre que ella sea lo suficientemente significativa como para rechazar todo atisbo de duda. Con la duda empieza la filosofía y muere la poesía.
... "Soliloquio del individuo" pertenece a una especie de composiciones que apenas se mantiene en equilibrio entre el abismo del pensamiento y el de la creación poética. Hay en ella demasiadas preguntas no contestadas y apenas formuladas, pero cuya acción corrosiva se insinúa en su organismo. La he citado antes como una de aquellas obras de Parra en que se manifiesta el elemento contradictoro del autor. Es un documento de su tragedia consistente en ir a la realidad y en volver de ella con las manos vacías. Un fracaso así no puede repetirse muchas veces. Al cabo el poeta se tornaría reflexivo, postergando indefinidamente el impulso creador que es, en esencia, afirmación.
... Ello no sucede gracias a que este impulso es en Parra demasiado fuerte. Su autonomía respecto al mundo, su libertad para hacer de él una interpretación personal y crear sus dioses y sus fines sin la participación de nada ni de nadie no ha extirpado en él la esperanza de que esos dioses y esos fines sean el patrimonio de todos los hombres, algo más que meras posibilidades. Asi, pasea por el mundo, pregunta, contesta, solicita. El amor, que es el móvil de la poesía, pues, participa e influye en su doble carácter: acción y contemplación, aparecen en la obra de Nicanor Parra revestidos de un tono metafísico. Salvo raras excepciones, en que es suscitado por un ser determinado -ningún poeta, a veces desgraciadamente, puede rehuir cierto tipo de sentimiento accidental-, salvo raras excepciones, repito, la mujer en la obra de Parra y el impulso afectivo de que es causante, son como salidas que se abren hacia lo absoluto por una parte y hacia una realidad ordenada a partir de lo absoluto, por la otra. El poeta se niega a reconocerlo y presenta sus trabajos como la más fiel expresión de experiencias insignificantes. Leyéndolos no se puede sino recordar a Kafka, el gran encubridor, el gran maestro.

(1): En el volumen de Nascimento los versos de este poema tienen otro régimen de puntuación. Además, cabe indicar, este verso no aparece en la primera edición del libro. (Germán Marín
de El circo en llamas: una crítica de la vida. Enrique Lihn
Edición de Germán Marín
Santiago. Lom, 1997. 694 págs.


Se siente a lo lejos el carro del Sol, dijo Apolo . Eos,  alcanzaste a terminar.
Sí me pongo en marcha , contestó Eos, saludando con sus dedos  de rosa, tomando la antorcha, regalándole las rosas a la Rosa del planeta de Antonio, subiendo a su carro y poniendo en marcha  a sus caballos  de un blanco intenso.
 Pronto se  atisbó el carro del sol.
Vamos  a conversar junto al mar  propuso Atenea. El tema  podría ser el tiempo, expresó Quirón.