jueves, 18 de febrero de 2016

Revista Co Incidir 24 séptima parte

Revista Co Incidir. Febrero 2016

Séptima parte

Eduardo Vergara Castizaga
EduVerCas Valparaíso- 2012
INTERPRETACION HISTÓRICA DE LA PSICOLOGIA COMUNITARIA Y TRABAJO COMUNITARIO EN AMERICA DEL SUR
Segunda parte
Capítulo 1
A diferencia de América del Norte la Psicología Comunitaria (PC) y el Trabajo Comunitario (TC) en América del Sur se inician sin un hito oficial que les otorgue denominación. Además sus

raíces organizan hasta la década del 90 en el siglo XX, caminos y respuestas distintas a las del hemisferio norte.
Oficialmente el año 1965
surge en Estados Unidos la PC
como respuesta al modelo médico
y con la finalidad de promover un
modelo de relación paciente-
médico distinto al imperante en
ese sector del globo y por lo
mismo incorporar a la comunidad,
con apoyo desde el gobierno de Kennedy, en los problemas de salud. Todo ello conocido como el Movimiento de Salud Mental Comunitaria que dio origen a los Centros Comunitarios de Salud Mental.
En América del Sur mientras tanto dos décadas antes se suceden gobiernos de izquierda y golpes militares frecuentes que pese a los avances y retrocesos sociales, gatillan facilitando o por oposición, el desarrollo de movimientos que incorporan a la mujer con derecho a voto, la sindicalización de los obreros, creación de círculos de cultura y movimientos políticos que en las décadas del 20 al 40 representan la búsqueda de espacios de desarrollo humano en el plano de la justicia e igualdad laboral, mejoras económicas, educación y salud.
 
La migración campo ciudad generó un aumento considerable de la población urbana que sin tener posibilidades laborales y de dormitorio, reconstituyó los escenarios sociales en las urbes de América del Sur: las tomas de terreno, la creación de barrios periféricos en las ciudades, barrios por lo demás con dificultades de hacinamiento, promiscuidad, alcoholismo, sin acceso a la educación y escases de formación en lo político (Luis Vitale, Interpretación Marxista de la Historia de
Chile, tomo VI, Ed. LOM), aparejado a
deseos de organización y lucha por los
derechos laborales, educacionales, de
vivienda y de salud, gatilló por
consecuencia que esos ideales se
plasmaran en profesionales venidos de
estratos sociales bajos y medios con
estrategias de desarrollo grupal en la
solución de los problemas en y en el
acceso a la autodeterminación. Por
tanto el aporte de la PC sudamericana y
del TC constituyen una consecuencia
que la misma sociedad latinoamericana hace para darse una coherencia y protagonismo con su historia, dando pie al movimiento comunitario, herencia de los pueblos originarios y de las mezclas posteriores con los pueblos de color y criollos. Por
 
tener como intención cambiar la historia y hacerse cargo de ella, su quehacer se la puede calificar como “praxis comunitaria”.
Por supuesto otra parte de la sociedad pone trabas y muros para que ello no acontezca o acontezca de otra forma.
PAULO FREIRE Y LA EDUCACIÓN POPULAR
El maestro Freire nace y crece por aquel entonces en una de las regiones más pobres de Brasil (Noreste), y es esta experiencia con la pobreza más el cristianismo de su madre que lo orientan hacia el área de la educación de adultos impulsando en los distintos cargos y funciones un método que aprovecha la
dialéctica marxista como herramienta metodológica para el análisis de la realidad en la que miles de obreros, campesinos y familias brasileñas vivían por aquellos años. Sus principales escritos por aquella época “La Educación como Práctica de la Libertad” y “La Pedagogía del Oprimido” marcaron una reorientación en muchos profesionales de las áreas sociales, obreros, campesinos y estrategias de hacer pedagogía en la décadas del 60 y 70. Labor que aunque fue truncada por un
 
golpe militar en 1964, permitió hacerlo conocido mundialmente y pudo corroborar y poner a prueba sus principios en varios países del tercer mundo, en particular de África y América del Sur.
APORTES A LA PRÁCTICA COMUNITARIA
El maestro Freire replanteó la dialogicidad como esencia de la educación y a la palabra como vehículo vital que concentra la acción y la reflexión al unísono, siempre y cuando el educador reconstruya su rol en un clima horizontal de conversación en el reconocimiento del dialéctico rol que cada actor tiene en este diálogo: educador-educando, educando-educador.
Freire, nacido en 1921, se cría en un ambiente familiar de mucho respeto y cariño en el que su padre, policía y espiritista, apoyó a su hijo cuando este aceptó el cristianismo influido por su madre. La pobreza que la familia vivió después de la muerte del padre lo llevó a reconocerse en un pueblo pobre en el que el hambre, el dolor y el sufrimiento fueron pan de cada día, pero que a diferencia de muchos no lo desesperó, más lo hizo reflexionar y buscar por la vía de los estudios, pedagogía y derecho, algún camino para superar estos problemas. Es así que en el Noreste
 
brasileño entre 1946 a 1961 integra y preside diversos equipos de trabajo en departamentos de educación y cultura en donde realiza las primeras experiencias en lo relativo al método de alfabetización de adultos que se concreta en sus principales postulados en 1961 y que posteriormente se ampliará a todo Brasil en experiencias con obreros y campesinos brasileños hasta 1964, fecha del golpe militar (Homenaje a Paulo Freire, julio 1997. Programa Cono Sur, Chile, Educación Popular, Cultura y Drogas).
El golpe en Brasil, pese a lo cruel que fue, es un exilio, permitió a Freire hacerse conocido mundialmente y a editar dos libros de máxima referencia respecto de sus postulados: La
Educación como Práctica de la Libertad (1967) y La Pedagogía del Oprimido (1969).
Su exilio lo inicia en Chile, haciendo clases y asesorando en instituciones de reforma en lo agrario lo que le permite poner a prueba en una cultura distinta y bajo un gobierno recién elegido, su método. De Chile en 1969 se traslada a Harvard, Estados Unidos, por 10 meses y luego a Ginebra, Suiza, en 1970 al área de Educación del Consejo Mundial de Iglesias. Desde esta ciudad, en que estará por cerca de 10 años, viajará por el
 
mundo asesorando, apoyando y escribiendo las nuevas experiencias de este método que se pule con el tiempo: Perú, México, Guinea Bissau, etc.
El tiempo transcurrido entre 1964 a 1980 permite a Freire hacer mundialmente conocido su metodología, sus principios pedagógicos y sus libros que sirven de referente en muchas universidades y movimientos religiosos, políticos y comunitarios, pues aportan coherentemente teoría y práctica.
Regresa a Brasil en 1980, logra hacer clases en dos importantes universidades de su patria, de Campinas y Católica de Sao Paulo, y en 1989 es nombrado secretario de Educación en el Municipio de Sao Paulo. Continúa escribiendo y participando en asesorías y apoyos a seminarios y a gobiernos, sin embargo la década del 80 y del 90 son otras y los gobiernos contribuyen al olvido de sus héroes.
Fallece el 2 de mayo de 1997 en Sao Paulo víctima de un infarto. Sólo alguien que puso todo el corazón en lo que hizo podía morir así.
 
ENRIQUE PICHON-RIVIERE Y LOS GRUPOS OPERATIVOS DE AUTOGESTIÓN
De padres franceses y trotamundos, nace en Ginebra en 1907. Llegan a Argentina en 1910. El trabajo del padre lo lleva a la zona del Chaco, plena selva, en donde Pichon-Riviere aprende además de francés y castellano, guaraní.
En la ciudad de Goya, Corrientes, realiza los estudios secundarios y es cofundador del Partido Socialista de esa ciudad. En 1924 viaja a Rosario a iniciar los estudios de medicina que terminaría en 1936 en Buenos Aires
orientando su vocación hacia la
psiquiatría. Paralelamente trabaja
de periodista en el diario Crítica.
Esta rica experiencia de viajes, idiomas, culturas, además de su pasión por la lectura y la política gatillan en Enrique Pichon-Riviere conocer y ahondar en el psicoanálisis con una mirada de cambio social (psicología social) y realizar acciones irruptoras a su
  
época como el de organizar y capacitar a los pacientes de un hospital en virtud de un paro de enfermeros (1945) creando los Grupos Operativos de Autogestión (GOA) centrados en la tarea, con aportes de la dinámica grupal, psicoanálisis y dialéctica, pero en un trabajo en el que todos los participantes se enfrentan paulatinamente a sus miedos y a su superación. En estas contingencias elabora el método de los grupos operativos que luego seguirán a la fundación en 1940, junto a otros colegas, de la Asociación Psicoanalítica Argentina (APA), a la creación de la primera Escuela Privada de Psicología Social, en 1953, y en 1955, junto a Gino Germani, del Instituto Argentino de Estudios Sociales (IADES).
Fallece en 1977, dejando una estela de varias universidades privadas y facultades que desarrollan sus postulados en el que se concentran aportes del psicoanálisis, la teoría de grupos y la dialéctica, con una mirada centrada en el cambio social desde el cambio grupal, y por eso su énfasis en ahondar hacia la Psicología Social. En su época se desconocían una PC que trabaja en terreno hacia el cambio social.