viernes, 14 de junio de 2013

Conversando desde la Amistad (210)


Conversando desde la Amistad(210)

Salud y Espiritualidad

Conversación: “Medicina, Espiritualidad y Salud” 
en Las Coincidencias de Isla Negra
junio 2013

 Por Sebastián Fuentes Hülse
Médico y Residente de Medicina Familiar de la Universidad de Valparaíso
 Tercerca parte
Durkheim y otros autores proponen ciertas formas mediante las cuales el ser humano desarrolla, vive o se conecta con la dimensión trascendente o espiritual:

La naturaleza, a  través de su infinita belleza y ante su fuerza que nos supera y en ocasiones nos golpea
El arte
El encuentro con el otro
El rito
El cultivo de valores y principios
El cuestionamiento de la verdad científica
La relación directa con una divinidad

Ante estas propuestas cabe preguntarse: ¿la dimensión espiritual se manifiesta en nosotros a través de ciertos estados o en forma permanente? Rescato y comparto la perspectiva de una espiritualidad permanente, impregnando completamente el existir en cada momento. Sin duda nuestra percepción y consciencia oscilan dinámicamente ante diversos estímulos y en las diferentes circunstancias de lo cotidiano, es por eso que podemos tomarnos unos minutos, por ejemplo, para reflexionar, orar o meditar. Pero en definitiva si consideramos lo espiritual como lo central, lo esencial o lo más profundo del ser humano, podemos aceptar que llevamos aquello con nosotros en todo momento y lugar.

¿Qué relación existe entre espiritualidad y salud?

El ser humano es bio psico socio espiritual
Está implícito en la salud
El espíritu no enferma
Generaría un equilibrio con coherencia interna
Genera autoconsciencia
Proporciona un equilibrio emocional interno
Promueve la resiliencia
El uso de vegetales con efectos propiedades espirituales
Influye en la toma de mejores decisiones y conductas más saludables
Construye sentido

La relación entre espiritualidad y salud ha existido desde siempre en la cultura del ser humano. Muchos pueblos originarios, incluyendo el mapuche, no conciben la vida separada de la espiritualidad y la salud. Es más, el concepto de salud no existe para los mapuche. En su lugar se comprende el buen vivir, que significa estar bien, vivir en armonía con el entorno, obtener de la tierra cosechas suficientes, ser protegidos por los espíritus y estar conectados con los ancestros, además de una buena vida familiar.
En era del paradigma cultural mágico-religioso se consideraba que el estado de salud y enfermedad eran una manifestación de la voluntad divina, fuera ésta relacionada con la figura de Dios u otras fuerzas espirituales. Esta relación se conserva en la actualidad, y a pesar de la hegemonía del paradigma del conocimiento científico positivista, en donde los fenómenos de la salud y la enfermedad deben ser demostrados con pruebas, la religión y la espiritualidad mantienen un rol importante en salud. En este sentido en la medicina se ha desarrollado un interés creciente en las últimas décadas por investigar este tema. De acuerdo con la evidencia acumulada bajo el método científico positivista, y gracias a una sistematización realizada por Koenig el año 2012,  se enunciará aquellas áreas de la salud o enfermedad que se ha relacionado positivamente con variables o intervenciones con enfoque espiritual/religioso: depresión, suicidio, ansiedad, trastornos psicóticos, trastorno de personalidad, trastorno bipolar, abuso de sustancias, problemas sociales, delincuencia, inestabilidad conyugal, apoyo social, capital social, enfrentamiento de la adversidad, emociones positivas, autoestima, bienestar, felicidad, esperanza, optimismo, sentido y propósito, sensación de control, tabaquismo, ejercicio, dieta, peso, conductas sexuales, enfermedad coronaria, hipertensión arterial, enfermedad cerebrovascular, enfermedad de Alzheimer/demencia, función inmune, función endocrina, cáncer, funcionamiento físico, autopercepción de salud, dolor y síntomas somáticos, mortalidad. Se puede apreciar que la espiritualidad impacta positivamente en las dimensiones biológica, psicológica y social.
La medicina ha propuesto algunos mecanismos mediante los cuales una espiritualidad desarrollada genera mejor salud:
Acción divina directa. Esto resulta válido para el creyente. No obstante la discusión sobre  este fenómeno, la creencia y expectativa de que así sea generaría una activación de señales biológicas y cambios conductuales que promoverían la salud.
Locus de control: Afectando la manera en que las personas establecen el control de los sucesos en sus vidas. El locus de control interno significa la responsabilidad personal en los acontecimientos vitales y por ende el control de ellos. El locus de control externo significa la escasa o nula responsabilidad  personal en los acontecimientos vitales y así la escasa influencia sobre ellos.
Estilos de afrontamiento: Determinando el tipo de conducta o comportamiento que se emprenda ante situaciones estresantes, conflictivas o generadoras de sufrimiento (fumar, trabajar, ejercicio, conversar, expresar, orar, meditar, etc.)
Impacto psicobiológico: Se refiere al fenómeno de implicación de la mente y el cuerpo para determinar la salud integral. Una espiritualidad activa generaría una mejor salud mental influyendo en estados psicológicos y emocionales positivos. Esto determinaría una mejor función inmune(sistema de defensas) y neuroendocrina (glándula tiroides, hormonas del estrés, sueño-vigilia, órganos reproductivos, entre otros) impactando poderosamente en la salud física.
Soporte familiar y social: Conformando una cultura y comunicación familiar más saludable, constituyendo una red de apoyo en individuos adheridos a grupos con prácticas de carácter espiritual, ya se religioso o no religioso.
Comunicación y vínculo con el profesional: mejorando la comunicación y vínculo entre el paciente y su médico o terapeuta cuando son explorados aspectos espirituales de la vida y salud dela persona.
Aportando bienestar: Entendiendo la salud como una experiencia de bienestar físico, mental, social y espiritual, en conjunto con un bienestar ecológico, podemos comprender la relación directa entre espiritualidad y salud.

Cierre
Al finalizar la actividad se pudo apreciar elevado interés por parte de los participantes tanto en las conversaciones por grupos como en el plenario general. Para algunos el sólo hecho de preguntarse por la espiritualidad significó un aprendizaje. Para otros, la existencia de la medicina familiar y el esfuerzo por incorporar la espiritualidad dentro de la atención médica resultó de particular interés. El tiempo se hizo escaso y sobró energía para continuar el diálogo, por lo mismo, surgió el compromiso de continuar desarrollando el tema en instancias futuras.  En el tintero quedó una pregunta para contribuir a construir una atención médica con enfoque espiritual:
¿Qué acciones concretas esperaríamos para mejorar o promover una salud integral (espiritual) por parte del médico, profesionales de la salud, sistema de salud?

A partir del mediodía el sol brilló cálidamente… y me pareció luego que aquellas olas rompiendo con fuerza contra las rocas en la playa de Isla Negra fuesen un sí tras otro, una afirmación de la vida en palabras de Zurita.



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Dibujado durante la conversación del      sufrimiento por mi hija