Conversando
desde la Amistad(210)
Salud
y Espiritualidad
Conversación: “Medicina, Espiritualidad y Salud”
en Las Coincidencias de Isla Negra
junio 2013
Por Sebastián Fuentes Hülse
Médico
y Residente de Medicina Familiar de la Universidad de Valparaíso
Tercerca parte
Durkheim
y otros autores proponen ciertas formas mediante las cuales el ser humano
desarrolla, vive o se conecta con la dimensión trascendente o espiritual:
La
naturaleza, a través de su
infinita belleza y ante su fuerza que nos supera y en ocasiones nos golpea
El
arte
El
encuentro con el otro
El
rito
El
cultivo de valores y principios
El
cuestionamiento de la verdad científica
La
relación directa con una divinidad
Ante estas propuestas cabe preguntarse: ¿la dimensión espiritual se
manifiesta en nosotros a través de ciertos estados o en forma permanente?
Rescato y comparto la perspectiva de una espiritualidad permanente, impregnando
completamente el existir en cada momento. Sin duda nuestra percepción y
consciencia oscilan dinámicamente ante diversos estímulos y en las diferentes
circunstancias de lo cotidiano, es por eso que podemos tomarnos unos minutos,
por ejemplo, para reflexionar, orar o meditar. Pero en definitiva si
consideramos lo espiritual como lo central, lo esencial o lo más profundo del
ser humano, podemos aceptar que llevamos aquello con nosotros en todo momento y
lugar.
¿Qué
relación existe entre espiritualidad y salud?
El
ser humano es bio psico socio espiritual
Está
implícito en la salud
El
espíritu no enferma
Generaría
un equilibrio con coherencia interna
Genera
autoconsciencia
Proporciona
un equilibrio emocional interno
Promueve
la resiliencia
El
uso de vegetales con efectos propiedades espirituales
Influye
en la toma de mejores decisiones y conductas más saludables
Construye
sentido
La relación entre espiritualidad y salud ha
existido desde siempre en la cultura del ser humano. Muchos pueblos
originarios, incluyendo el mapuche, no conciben la vida separada de la
espiritualidad y la salud. Es más, el concepto de salud no existe para los
mapuche. En su lugar se comprende el buen vivir, que significa estar bien,
vivir en armonía con el entorno, obtener de la tierra cosechas suficientes, ser
protegidos por los espíritus y estar conectados con los ancestros, además de
una buena vida familiar.
En era del paradigma cultural mágico-religioso
se consideraba que el estado de salud y enfermedad eran una manifestación de la
voluntad divina, fuera ésta relacionada con la figura de Dios u otras fuerzas
espirituales. Esta relación se conserva en la actualidad, y a pesar de la
hegemonía del paradigma del conocimiento científico positivista, en donde los
fenómenos de la salud y la enfermedad deben ser demostrados con pruebas, la
religión y la espiritualidad mantienen un rol importante en salud. En este
sentido en la medicina se ha desarrollado un interés creciente en las últimas
décadas por investigar este tema. De acuerdo con la evidencia acumulada bajo el
método científico positivista, y gracias a una sistematización realizada por
Koenig el año 2012, se enunciará
aquellas áreas de la salud o enfermedad que se ha relacionado positivamente con
variables o intervenciones con enfoque espiritual/religioso: depresión, suicidio,
ansiedad, trastornos psicóticos, trastorno de personalidad, trastorno bipolar,
abuso de sustancias, problemas sociales, delincuencia, inestabilidad conyugal,
apoyo social, capital social, enfrentamiento de la adversidad, emociones
positivas, autoestima, bienestar, felicidad, esperanza, optimismo, sentido y
propósito, sensación de control, tabaquismo, ejercicio, dieta, peso, conductas
sexuales, enfermedad coronaria, hipertensión arterial, enfermedad
cerebrovascular, enfermedad de Alzheimer/demencia, función inmune, función
endocrina, cáncer, funcionamiento físico, autopercepción de salud, dolor y
síntomas somáticos, mortalidad. Se puede apreciar que la espiritualidad impacta
positivamente en las dimensiones biológica, psicológica y social.
La medicina ha propuesto algunos mecanismos
mediante los cuales una espiritualidad desarrollada genera mejor salud:
Acción
divina directa. Esto resulta
válido para el creyente. No obstante la discusión sobre este fenómeno, la creencia y
expectativa de que así sea generaría una activación de señales biológicas y
cambios conductuales que promoverían la salud.
Locus
de control: Afectando la
manera en que las personas establecen el control de los sucesos en sus vidas.
El locus de control interno significa la responsabilidad personal en los
acontecimientos vitales y por ende el control de ellos. El locus de control
externo significa la escasa o nula responsabilidad personal en los acontecimientos vitales y así la escasa
influencia sobre ellos.
Estilos
de afrontamiento: Determinando el
tipo de conducta o comportamiento que se emprenda ante situaciones estresantes,
conflictivas o generadoras de sufrimiento (fumar, trabajar, ejercicio,
conversar, expresar, orar, meditar, etc.)
Impacto
psicobiológico: Se refiere al
fenómeno de implicación de la mente y el cuerpo para determinar la salud
integral. Una espiritualidad activa generaría una mejor salud mental influyendo
en estados psicológicos y emocionales positivos. Esto determinaría una mejor
función inmune(sistema de defensas) y neuroendocrina (glándula tiroides,
hormonas del estrés, sueño-vigilia, órganos reproductivos, entre otros)
impactando poderosamente en la salud física.
Soporte
familiar y social:
Conformando una cultura y comunicación familiar más saludable, constituyendo
una red de apoyo en individuos adheridos a grupos con prácticas de carácter
espiritual, ya se religioso o no religioso.
Comunicación
y vínculo con el profesional:
mejorando la comunicación y vínculo entre el paciente y su médico o terapeuta
cuando son explorados aspectos espirituales de la vida y salud dela persona.
Aportando
bienestar: Entendiendo la
salud como una experiencia de bienestar físico, mental, social y espiritual, en
conjunto con un bienestar ecológico, podemos comprender la relación directa
entre espiritualidad y salud.
Cierre
Al finalizar la actividad se pudo apreciar
elevado interés por parte de los participantes tanto en las conversaciones por
grupos como en el plenario general. Para algunos el sólo hecho de preguntarse
por la espiritualidad significó un aprendizaje. Para otros, la existencia de la
medicina familiar y el esfuerzo por incorporar la espiritualidad dentro de la
atención médica resultó de particular interés. El tiempo se hizo escaso y sobró
energía para continuar el diálogo, por lo mismo, surgió el compromiso de
continuar desarrollando el tema en instancias futuras. En el tintero quedó una pregunta para
contribuir a construir una atención médica con enfoque espiritual:
¿Qué acciones concretas
esperaríamos para mejorar o promover una salud integral (espiritual) por parte
del médico, profesionales de la salud, sistema de salud?
A partir del mediodía el sol brilló cálidamente… y me pareció luego que
aquellas olas rompiendo con fuerza contra las rocas en la playa de Isla Negra fuesen
un sí tras otro, una afirmación de la vida en palabras de Zurita.

Dibujado durante la
conversación del
sufrimiento por mi hija