lunes, 6 de agosto de 2018

Homenaje a Alberto Valente (2)

Alberto Valente

Estando con Alberto Valente ,AmIgo Hermano, muy querido y estimado ,compañero de la Internacional de la Esperanza, recientemente fallecido.
II
Escribe Marcelo Valente, hijo de Alberto, que vive en Barcelona
1
….
esta particularidad de la distancia, de vivir lejos de seres amados, me permitió un ejercicio no poco interesante: aprendí a pesar el afecto, aprendí a regar la energía amorosa.
Y justamente Venchi (ternura liberadora) ejerció de maestro..., esos maestros que no pretenden enseñar, esos maestros que por entrega enseñan, esos maestros que por amor no dirán lo que hay que sentir porque es conocedor de nuestra más sutil y noble naturaleza.
A ese padre-maestro (hermano-amigo, compañero) le escribí dos cartas recientes que quisiera compartir con vos (si forma parte del cuaderno o no es igual, mi real y última intensión es compartirlo con vos..., con Mati, Julio, Malicia, etc).
El primero es una carta que escribí a Venchi dos días antes de partir y la segunda es una carta que le escribí desde que su cuerpo es etéreo!!!.
1)
Querido Venchi…, amado Venchi.
Ser que me dio la vida..., y que por cierto me la hubiera quitado varias veces!.
Hablo a un espejo de mi alma donde te aseguro que habitas, donde te encuentro cuando la distancia traiciona al abrazo. Y hablo allí porque sé que no puedes escucharme…, te imagino en terapia y se me estruja el alma (con espejo incluido).
Entonces van llegando noticias tuyas y uno dibuja un panorama que lo acompañe, la distancia es una invitación a la ansiedad cuando vivimos situaciones así. Y yo para mejor me enteré a través de Liliana, pobrecita preocupada porque te había escuchado mal.
La vida decide por nosotros en muchas ocasiones, no es que estemos en sus manos, es que somos parte de ella, le pertenecemos. Y me tocó el regalo de venir al mundo y de un viejo como vos.
Siempre contabas que yo era super crítico con vos y un día me preguntaste si había algo en vos que me pareciera bien y yo te dije que te admiraba como deportista y como profesional o algo así.
Pues bien, desde el tiempo transcurrido, puedo decirte que admiro mucho tus ganas de vivir. Me acompaño de ese entusiasmo muchas veces (algo así como: si a este le funciona por algo será. Jajaa!!!).
Y entonces imagino que un alma de 81 pirulos debe estar ya acostumbrada a pensar ¿hasta cuándo?. Y a partir de esa pregunta surgirán mil más. Entonces te siento y la distancia me permite hacer tangible esa energía, ese pulsar que compartimos y sé que en tu forma, en tu inevitable (por natural) manera viven esas ganas de vivir que vivirá en cada uno de los que te ama.
Y hay muchos, cuando te levantes de esta recuperación se te acabarán las horas si tenés que responder a todos!!!.
Sos muy amado Venchi…, vos te lo buscaste, hacete cargo.
N’abrazo sin tiempo y sin espacio, te amo.
Marcelo Pisada Profunda Valente (García…, la vieja también ¿no?)
2)
El tiempo del dolor abrió una grieta en mi mirada y casi sin pretenderlo entendí que el desgarro dió lugar a una respiración profunda.
Sequé mis ojos con la esperanza de volver a ver..., me los froté confundido por el dolor y vi claramente que la sonrisa de Venchi había evaporado a la tristeza.
Con una voz pausada y tierna me dijo: 
Que te duela mi partida es parte de tu amor por mi pero la tristeza es egoísmo, no tiene que ver conmigo!!!. 
Después me pidió que pensara en 10 vivencias con él. Llamé de nuevo a mis lágrimas y mi mente buscó y buscó aunque fue incapaz de encontrar a la tristeza.
Y allí te vi de nuevo Venchi, reías travieso al ver mi cara y sabías que tu energía había desparramado ternura una vez más!!!