FÁBULAS ABIERTAS 8
Iban al so!,
las alas compartidas,
olvidando el camino,
confiando en nubes supersticiosas,
hablando -aun sin conocerlos- con cometas de todos los colores,
contemplando, las manos juntas, rebaños de días aún sin nacer.
El vuelo era largo
y, conociendo el secreto,
sus miradas tejían alas nuevas
para el viaje más allá del sol.