viernes, 5 de septiembre de 2014

La Dimensión Poética de la Vida (42)


La Dimensión Poética de la Vida( 42)
Cien Años de Parra

 Alicia , Antonio y sus amigos en el País de  lo Poético, visitando el Observatorio  Ontológico. Hablando con El Hombre Imaginario, hijo de Nicanor Parra, en el día   que el poeta  y anti poeta cumple cien años.

 Vamos a mi observatorio , propuso el Azul.
Ya , aquí viene la Magia, señaló la Integración.
El observatorio Ontológico del amigo Azul,… dijo la Magia.
A ver, cierren los ojos, tu también, Bill, Lagartija del País de  las  Maravillas.
Respiren lentamente Sientan el inspirar  y el espirar, tomar realidad, expresar realidad…
Llegar a   su ser , la esencia , el espíritu.
Imagínense a la Amistad,
Amor - amistad ,
Poner vida en la Amistad.
La Amistad con nuestro ser, con los otros seres, con el Ser.
Vamos llegando al Ser propio,  al Ser, a la Amistad   del ser   de uno. con el  de las otras y los otros , con el Ser . 
 Integración hace lo suyo,
 intuición también.
 Imaginación  completa,
 Apolo  corrige, recicla.
Ya  está  el Observatorio en un cielo muy Azul
Profundo.
 Los observatorios
 El Observatorio
 nos permite sentir , ver  las celebraciones  de Nicanor  Parra.
    Abramos  los ojos
 Aquí está    el Hombre imaginario.
 Azul nos presenta.

Dice  el Hombre imaginario:
 Surgí cuando Nicanor Parra recién conoció  el Taoismo.
 Surgí ,me hice letras, no nací.
 Algo  así como ustedes, Antonio Principito y Alicia.
  Surgí cuando mi padre Nicanor  recién conoció el libro  esencial del Taoismo, el Tao Te King.
Su inicio : El Tao que  se puede  nombrar
                No es el verdadero Tao

 Y soy



EL HOMBRE IMAGINARIO
de
Nicanor Parra

El hombre imaginario
vive en una mansión imaginaria
rodeada de árboles imaginarios
a la orilla de un río imaginario

De los muros que son imaginarios
penden antiguos cuadros imaginarios
irreparables grietas imaginarias
que representan hechos imaginarios
ocurridos en mundos imaginarios
en lugares y tiempos imaginarios

Todas las tardes tardes imaginarias
sube las escaleras imaginarias
y se asoma al balcón imaginario
a mirar el paisaje imaginario
que consiste en un valle imaginario
circundado de cerros imaginarios

Sombras imaginarias
vienen por el camino imaginario
entonando canciones imaginarias
a la muerte del sol imaginario

Y en las noches de luna imaginaria
sueña con la mujer imaginaria
que le brindó su amor imaginario
vuelve a sentir ese mismo dolor
ese mismo placer imaginario
y vuelve a palpitar
el corazón del hombre imaginario.

                                  …….

 Azul le dice a la Magia mira quién viene
Efectivamente, mientras el Hombre  Imaginario   se dedicaba a pasear por el País de lo Poético, con la parsimonia de quien  se siente en su casa,  aparecía, en tren de  soliloquio, el Individuo.
 Nada menos  que el Individuo.
(Continuará)