Boletín Esperanza 13
Tercera parte
LA ALEGREMIA ES COMO UNA CASA
Matías Cepeda
La ALEGREMIA es
como una casa llena de personas con ganas de vivir con alegría, personas
que también tienen problemas y sufren. Pero la casa, LA
ALEGREMIA, los protege de lo negativo y deja entrar lo
positivo.
De esta
manera es más fácil mantener o encontrar la alegría porque la alegría es la paz
que vive en el interior de esa casa.
25 de noviembre de 2014
CANTAR O GRUÑIR
Julio Monsalvo
Viene a mi recuerdo una calurosa tarde en
el Chaco santafecino, en Fortín Olmos. Vuelvo a pasar por el corazón esta
vivencia.
Doña Santa, sabia campesina, nos
deleitaba compartiendo su sabiduría. Disfrutábamos recibiendo verdaderas
lecciones de vida.
En un momento dado nos pone ante estas
“preguntitas”.
¿Qué hace Ud.
cuando se despierta? ¿canta dando gracias porque está vivo, como hacen los
pajaritos?, ¿o se levanta enojado por lo que tiene que hacer?
En
ese instante me pregunté si la humanidad no se dividiría en dos grandes grupos:
los que cantan a la Vida y los que gruñen a la Vida.
Los que se levantan cantando a la vida,
son los que siempre se hallan con ánimo de acompañar, ayudar, ser solidarios.
Viven agradecidos, aun ante dificultades, problemas o tristezas, confían y
aman.
Los que se levantan gruñendo a la vida,
desconfían, juzgan y critican destructivamente, y se paralizan o deprimen ante
alguna adversidad.
El cantar a la vida es signo de vivir con
la alegría que circula de manera creciente por el torrente sanguíneo, vivir con
alta alegremia.
La visión del mundo saludable que
queremos es de un mundo de paz, equidad, sustentabilidad, “que respete y
celebre toda vida y diversidad; un mundo que permita el florecimiento de los
talentos y habilidades…”
Ese mundo se construye día a día con
personas muy concretas, con verdaderos revolucionarios.
La revolución en la que estamos empeñados
es la de cambiar el mundo. Para nosotros cambiar el mundo significa cambiar de
cultura.
De la cultura del sentirse el ser humano
como el centro de todo, a la cultura de
sentir a la Vida como el centro.
De la cultura del sentirse el ser humano
con ínfulas de dominar y controlar, a la cultura del sentirnos pertenecientes a
la Vida.
Levantarse cantando a la vida no es un
ejercicio de autoayuda ni una regla a imponerse, Es lo que sale naturalmente
del sentimiento de pertenencia.
La Revolución de la Vida ya se está
haciendo con quienes se levantan cantando a la Vida!!
¡Vamos Hacia La Internacional de la
Esperanza!
¡Hasta la Victoria de la Vida Siempre!!