miércoles, 10 de abril de 2013

Conversando desde la Amistad (146)


Conversando desde la Amistad (146)
 El compromiso lúcido y desde el fondo del ser
La integración del misterio y el desarrollo humano.
Un camino en la oscuridad hacia el coraje de ser.
Camino en la oscuridad, de Juan Casassus(Random House Mondadori)
Presentación en el  Espacio Índigo (8-4-13)
Primera parte(apareció en una nota anterior)
No me ocurría desde hace mucho tiempo:  subrayar un libro  hasta dejarlo ilegible;  terminarlo de leer  y sentir  la necesidad de   compartirlo, con tiempo,  con cuidado, ojalá en un seminario,  en un contexto bien conversado.
No es un texto para ser resumido. Es la obra  reflexiva, afectiva ,espiritual, de las entrañas, de un  filósofo  sociólogo, sobre  tres mese  de torturas,  en que  habla, libremente,  sobre  el miedo  y los devaneos de sentirse héroe, sobre los días de  incomunicación  y las instancias  en que compartía la celda, donde  narra como  entra a la intimidad de su ser,  a convivir con el  miedo, a  acercarse a la  corriente de la vida. A preguntarse “quién soy”. A  aproximarse a una respuesta: “al final sólo  podría decir soy la sensación de una acción. La pregunta sólo tiene como eco en mí .Soy la sensación de mi propia búsqueda”
Recibe con humildad y compañerismo las enseñanzas  sobre meditación  de un joven que compartió su celda por algunos días . Resistió. No delató. Sintió miedo, sintió rabia, pero no experimentó odio ni lo manifiesta ahora, cuarenta años después.
El entonces joven hiperquinético aprendió a apreciar el  silencio, el pensador se integró  con la vida, el educador empezó, en plena  oscuridad   de feroces apremios  físicos, de  aislamiento, de no saber de los suyos y de ser  vigilado por  seres humanos   que  no lo trataban como ser humano,  a distinguir  entre la vida, el destino y  el  pensamiento, la individualidad.
En la terrible experiencia de sentir ,literalmente en carne propia ,al ser humano como lobo , peor  que el lobo para el ser humano, Juan Casassus  vive la identificación con la vida y no tiene pudor de  utilizar la expresión milagro:
·”Al experimentar como yo lo hice  de que uno no es el que tiene vida , sino que  la vida lo tiene a uno, todo se ordena. Es como estar frente a un milagro personal Ante una inmensa montaña áurea Y en ese momento de felicidad  uno no le pide nada  a la vida,”
El filósofo, el amigo de la sabiduría, llama a respetar la integración de la reflexión  con la vida, El ser humano comprometido  incorpora el desapego.
Sin esperanzas, en el terror, en lo sórdido ,en plena oscuridad, el prisionero  distingue claramente lo  personal de lo impersonal. En una situación límite, se hizo cargo de lo limitado de toda situación. Tal vez por eso mi propio título al libro habría  apuntado al encuentro  en el camino. Al  camino de encuentro   del desarrollo humano  que ,de alguna manera , es encuentro con la oscuridad.  La oscuridad última  a la que por ahora llamamos misterio.

 Segunda parte
Como mi presentación personal, a partir de una vivencia, diría que  repito con este libro mi experiencia  de los 14 años cuando leí el libro de Miguel de Unamuno   El sentimiento  Trágico de la Vida Lo  leí   con  denuedo como  un militante  ante  un texto clave .me llenó y ,como expresión    paradojal  de lo profundo de la experiencia, comprobé   mi opción por otra mirada de fondo, el sentimiento  mágico de la vida.
Con  esa mirada , terminé la  lectura de Camino en la Oscuridad  murmurando para mí: aquí se integra la oscuridad y la luz,. Ante la gran oscuridad del quién soy yo,  dónde estoy, qué es el mundo,  nos encontramos con que la respuesta es indirecta, es una   respuesta en un hacer, es  Juan  manteniendo su dignidad, asumiendo el miedo, alejando la   tentación  del  narcisismo,  no delatando,  encontrando un camino de  desarrollo, Juan , un crisol donde se integran el misterio y el desarrollo humano.
El libro tiene un punto de partida y llegada ; el sufrimiento. Thich Nhat Hanh, el maestro  zen vietnamita dice  en “La paz está a cada paso” ; “Tenemos  que aprovechar el dolor  del siglo XX como abono para cultivar flores para el siglo XXI”.  Con razón envía un mensaje sobre  la obra de  Juan  que termina diciendo “su coraje inspira, y  bien  podría salvar  la vida de otros que sufren  esas dificultades  ahora y en el futuro.”
Thich habla sobre una actitud inspiradora y Juan demostró un coraje que no excluye el miedo, es un coraje profundo, un coraje de ser.
Paul Tillich llama coraje de ser el asumir nuestra realidad, nuestra identidad, aparentemente dual,compleja, que integra el ser autónomos, originales, provistos de un  centro, ser existenciales ,  con el pertenecer, ser partes del todo, del ser.
Juan habla,  para seguir con nuestra  cita, de  la disyuntiva o que uno tenga la vida o que la vida lo tenga a uno… Terreno divisorio que toca lo más recóndito  de  nuestro  ser, inseparable de un desarrollo, de un despertar. Asoma el tema del despertar del alma.
  ¿Existe un  despertar absoluto? Lo damos  por  sentado. Tal vez  tengamos  que  distinguir entre diversos  tipos  de despertares No sé si las distinciones  nos sacan de la oscuro  de la condición humana.¿ Si hay un despertar a una certeza absoluta? Pueden ser chispas de ayuda momentánea  para caminar por la vida.
Por allí estamos en la oscuridad connatural  a nuestra   finitud. La finitud de Zeus, ,nuestro arquetipo del ser poderoso y desarrollado, presuntamente omnipotente, pero m en realidad finito, subordinado al Destino  El terreno incierto de  nuestra  consistencia  ontológica, el misterio de por qué  existe algo  o  todo lo que   hay o pudiera ser, el misterio de la existencia, del ser  que se pregunta por el ser,  de nosotros y ,en nuestro  centro, lo rebelde  a la mirada de la ciencia  y de la lógica, el misterio de nuestro yo. Como dice  Gabriel Marcel, hay  misterios y problemas. Los misterios son dos : el del ser y el  de nuestro yo.
    Misterio es el ser, misterio es el yo Problema y misterio es la coexistencia. La relación con el otro.  La relación con lo otro.
Misterio,  temido, negado, pero que  también puede llamarse milagro como hace en cierto modo Juan y lo escribe Edward Young:
“Vivir para siempre
¿ Te parece extraño querer
vivir para siempre
Y no t e parece más
Extraño el hecho de vivir ahora?
Esto es el milagro
No aquello,”

 Entre  misterio y problema  se da lo para normal, la clarividencia, la precognición, la bilocación, la telepatía, la psicoquinesia, las sincronías. Ventanas al misterio. Seguramente problemas del mañana, en la mirada   de un multiverso…
¿Qué es  el despertar del alma? Mis sesgos me llevan  a integrarlo con el tema de los  planos  de la existencia ;el en sí, el  para sí, el  para otros, el para lo otro.
Hay un despertar  dentro del contexto del en sí, es el cotidiano salir  del  dormir  para   estar concientes, despiertos en este estado primario.
En el dominio del para sí, del estar concientes , del darse cuenta ,se da   como a los  dos  a tres años y medio la emergencia natural, como orgánica,  de la noción del yo, el  despertar  de la percepción de un centro personal.
Con ese centro,  nos encontramos con el despertar  a las introvisiones,  los insights, los darse cuenta. Por ejemplo, me doy cuenta ,despierto a que es distinto  ser torturado,   como lo fue  Juan,  al haber sido, como en mi  caso ,muy cercano a torturados  y  dialogante  consejero de muchos  de ellos , pero sin  la experiencia de  esa situación límite.
En este para sí , puedo despertar  más claramente a la conciencia  de la existencia del otro y  de su centro, su yo  y…  se da la posibilidad  de despertar  a la realidad de la coexistencia. La otra, el otro, como  compañera, compañero existencial,  el despertar  a su condición de posiblemente cercano, siempre   original, de un fondo inaccesible, tan misterioso como  el mío.
De la conciencia del para sí  pasamos a la experi- encia de la relación con lo otro. El otro despertar ,el despertar  a la consideración de la  situación humana. A lo esencialmente otro. Lo que hace posible  que  algo sea , que sea el universo que  seamos nosotros- A ese  milagro del que habla Young
En esta  cultura, el fervor  por el hacer,  el tener, el  del asombro  jibarizado en la oferta de novedades, se tiende a vivir en la hipnosis de la familiaridad, no es frecuente  despertar   al para lo otro .
Hay  quienes lo hacen  y optan,  luego, por dormirse  o intentar dormirse  en  ese plano, descartando ese despertar como si fuera una pesadilla. Acompañan, entonces , a los hipnotizados  en las drogas, el poder, el consumo, el tener, el espectáculo, las rutinas, la banalidad.
Otras personas, como Juan , se abre al despertar a lo otro, a la experiencia , la vivencia de ser parte…  de Dios, del ser, de la vida.
En otros casos  adquiere relieve,  condición de centro gestáltico ,  una convicción, una narrativa, un creer determinados contenidos espirituales,  identificables  o no con las religiones establecidas.
También se da,y es mi caso, el sentir-pensar  que  debemos  asumir nuestra finitud y con ello  el asombro metafísico, la incertidumbre esencial, vislumbrando  que  vivimos un camino de oscuridad en que  la luz  limitada  a nuestra alcance es la  de una ecología del yo que abra camino a la coexistencia,  a  la armonía con la naturaleza y  el respeto  y  la sinergia entre los humanos, seres  diversos  en    una situación  ontológica común.
 Los humanos, seres requeridores  de esta condición esa filo  sofía y filo poesía, esa luz que evidencia este libro Camino en la Oscuridad, la  poesía y la filosofía,  la luz del Coraje de Ser.