La Dimensión
Poética de la Vida(83)
Alicia , Antonio y sus amigos en el país de lo Poético
Presentando a los colores
¿Hay tantas diferencias entre los colores? Preguntó Antonio
Yo los veo
complementarios, esa
disputas son porque su poesía es
muy directa , dijo Eros. En el mundo humano son muy amigos de los ojos, pero
sufren mucho con la creciente hegemonía del gris.
Tengo una especie de residuo o de esencia, si ustedes quieren, de lo que he ido pensando sobre la individualidad de los colores,
aunque se pudiera llegar a un Eneagrama de cada color
Los invito a :
Vivir los colores
Buscar los Colores,
dales la mano, seguirlos a diario, desnudando lo que sentimos a través de la critica
y la autocrítica, en la amistad, la pareja, el grupo, la comunidad, la familia,
la educación. Identificar el color
de nuestras vivencias como formas de conocernos, de crecer, de comunicarnos, de
ir transformando la sociedad.
Dejar que los colores hablen entre si, se asomen a los sueños.
El café es
la herida porque se olvidaron de ti, no te reconocen, prefieren a otro… Es la
reacción sensitiva, el centrarse en el ego o el narcisismo, o la quisquillosidad
pequeño burguesa. Se la experiencia
como puñalada profunda. No deja
dormir. Perturba el trabajo
colectivo y los vínculos amorosos con su sesgo individualista.
Cuando se
logra súper esa vivencia penosa, se recupera un centro más universal, el amor
en vez del narcisismo, la unidad de todo en lugar del ego, la humanidad, versus
el individualismo, la magnanimidad y el perdón en vez de la afrenta dolorosa…
el café se transforma en naranja.
El naranja, balsámico, es la vivencia de restablecimiento de lo adulto,
lo grande, después del café.
La vivencia
de ternura evoca el turquesa. Es
el anciano feliz de identificar a su antiguo amigo y que solo puede expresarlo
con la mirada. Es el niño, la niña, resplandeciendo.
Es la
sensación de tibieza, de acogida, de proximidad.
El azul es
la apertura, el estar en el proyecto de cambiar la vida, el horizonte en
grandes avenidas. Invulnerable a
los careces. Identificado con lo
constructivo y lo profundo.
Seguro, pero al mismo tiempo atento, flexible, en sintonía. Es la mirada más directa a los ojos, a
la verdad compartida sin velo alguno.
El celeste anuncia lo azul, es la amplitud en ciernes, no consolidada
todavía.
El gris es
su reverso. Lo chato, lo mezquino.
También lo fatuo, lo pedante, lo inauténtico. Lo que va contra la vida. Es la tortura.
Es la sordidez de la explotación.
Es la ofensa del lucro y la ostentación. Es la búsqueda burda del poder
del dictador y el financista y la menos transparente de la familia o el grupo
progresista.
La duda es
violeta. Tanto más violeta cuanto más ultima, más un situarse en la necesidad
radical de certeza. A veces es el
color de la crítica, de la investigación.
La pregunta que abandona raíces y empieza a humear de inasible se va
haciendo violeta, como la duda entre el vuelo, la magia y la disciplina humilde
del trabajo de hormiga.
El amarillo
es alegre, liviano, aceptador.
Como salir silbando de madrugada.
O jugar a la escondida con un niño pequeño.
El verde es
la prolijidad de la naturaleza, dándose, incluyendo paisaje, animales, océanos,
cuidades y seres humanos. Es la
integración. Lo ecológico. Es lo amistoso, en contacto,
unitario. Es un momento, una
actualización del azul, la visión oolítica.
Lo negro es
el polo radical de lo azul, la exigencia de infinito, igualdad, el derecho
absoluto a la diferencia.
Entre el
azul y el negro, el endrino es el instante del hallazgo, la apertura azul y la
afirmación total, negra, se encuentran en la aparición de lo nuevo, ideas,
arte, vínculos, mutación.
El rojo es
el momento de pasión. La
sensualidad tierna turquesa, la juguetona, amarilla, se hacen turbulencias, turgencia,
orgasmo, eclosión, marejada revolucionaria, gritos torrenciales de los
pueblos. En general la lucha es
más bien rojo pálido, rosa, fervor contenido. Enrójese al tomar plenitud, al llegarse a lucha denodada. Lo revolucionario de la revolución.
Lo practico,
sin alma, sin odio, sin amor, si amplitud, sin sombra, es el sin color, a veces
grumosos, viscoso, aunque es difícil que no se tiña gris.
Dejémoslo
acercarse-azul apertura, gris negatividad, café narciso, naranja café
metabolizado en saludable, rojo revolucionario en lucha y fervor, negro total,
utópico, verde ecólogo integrador, endrino distante creativo, violeta de dudas,
pragmático sin color.