domingo, 30 de septiembre de 2012

Conversando sobre la Amistad



Conversando sobre la Amistad(362)

Amistad con  hacerse cargo  del  valor de la palabra hablada

El Silencio que Grita
DE MATIAS CEPEDA

 Un adolescente sensible e inteligente, privado de voz, nos enseña a  valorar el   don maravilloso de la palabra hablada.

“Entre alegrías y tristezas fue pasando mi infancia,

el mundo iba creciendo conmigo y conmigo crecía la

impotencia de hablar.”


II – MI ADOLESCENCIA TIENE SORPRESAS




CAPÍTULO 4



   
                              SOBRE EL SILENCIO Y LAS PALABRAS



     El mundo está lleno de palabras, no todas tienen sentido pero todas son escuchadas.  Al no tener voz no llegan las palabras y sin ellas el pensamiento queda encerrado en nuestro cuerpo.
   Tu silencio no es como el mío, tu silencio tiene significado, tu silencio es una palabra más. Mi silencio en cambio está lleno de palabras, no es fácil encontrar la manera de que esas palabras se escuchen.
   Las  palabras son sonidos que  expresan nuestro sentimiento, música que tiene efectos diferentes en los demás. La palabra dicha en el momento indicado es sabia y todo tiene su momento, es tan poderosa que puede cambiar el pensamiento.
    Al tener voz  tenemos el poder que da la palabra, al tener voz es más fácil decir hacia donde encaminamos nuestra vida, al tener voz la vida tiene alegría, sin ella no es fácil encontrar el entusiasmo por vivir.
    El entusiasmo de vivir se encuentra cuando uno sabe para qué vive.
    Los sonidos cotidianos, los sonidos cotidianos componen melodías que transforman  nuestro interior. Lo maravilloso de la vida es compartir con los demás nuestras vivencias y al no tener voz esto es imposible; esas melodías no pueden ser compartidas, no pueden ser escuchadas.
    La mayoría de mis amigos viven en un mundo de silencio, sin poder decir  hacia donde quieren ir. Este mundo obligadamente silencioso los condena a vivir una vida sin alegría. En el tiempo en este silencio nada tiene ya sentido.
    Sin voz tus palabras  se ocultan en tu silencio y la mayoría de las veces mueren en ese silencio, la alegría lentamente se escapa y la mirada de a poco se opaca, el brillo de la vida termina por morir.
    Muchas personas como yo nunca entran al giro de la vida.
    Hay cosas que no podemos cambiar pero hay oportunidades que no podemos perder. En un cruce de caminos encontré la palabra y ahí cambio el giro de mi vida.