Conversando sobre la Amistad (202)
La dimensión existencial de la amistad
La amistad se vuelve íntima, singular, irrepetible como vínculo profundo
entre dos personas, pero
,también, es parte de nuestra relación con la realidad como un todo. Va de lo íntimo
a lo universal.
Crea realidad y da a
nuestra existencia un tono positivo, apreciativo, afectivo, valórico .Hablamos
de amistad con la vida, con
nuestra vida, con el hecho de que exista
la v ida, con la vida de los demás .
Amistad, no complacencia, no dejarse llevar por la corriente, es poner lo suyo para que el otro, los otros, lo que existe
este mejor.
Hay una amistad primaria que viene con el ser humano y con muchos animales, amistad en sí, de
lo arcano biológico. Se da la amistad secundaria, formada en la interfase , en el crisol,
entre lo que trae la vida y
la experiencia, la socialización.
Se da la amistad terciaria,
elegida, cultivada, proyectada.
La amistad con la existencia se nutre de estas tres fuentes en que comparte lo preconciente, lo en
sí, lo conciente de sí, lo para sí, lo
abierto, para los otros y para lo otro, para la existencia.
La amistad extiende la existencia.. Lo dijo Gracián a propósito de los amigos: “Los amigos son una segunda existencia.”
En la medida que cruzamos
las barreras de la intimidad van apareciendo nuevos matices, nuevos planos, nuevos centros de existencia.
En esa senda emerge la existencia dialógica, se legitima la existencia onírica, adquiere más
consistencia el existir de la obra
artística, científica, social, espiritual.
La amistad tiene esa capacidad, ese don de ampliar la realidad, lo que , evidentemente, no puede separarse
de lo cualitativo, del tránsito
por miradas, por valoraciones de la realidad, la existencia, el proyecto de
vida…
Cl Lewis lo expresa de una
manera bien radical:
“La amistad es innecesaria, como la filosofía como el arte, No tiene valor de sobrevida. Es una de las
cosas que le da valor a la vida.”
Si, la amistad le da valor y orientación a la vida. Contribuye a darte y
a descubrirle sentido.