miércoles, 13 de marzo de 2019

Desarrollo Personal y Cambio Cultural 20

Desarrollo Personal y Cambio Cultural 20
Las Grandes Antinomias  18
 Lo ambiguo y la certeza 1

Certeza, ambigüedad y creación.  1
El ser humano puede caracterizarse por una serie de condiciones esenciales, rasgos distintivos que se dan en forma de contradicciones. La más importante es la dicotomía certeza duda. 
El hombre vive la realidad como consistente. No se plantea, habitualmente, interrogantes metafísicas; se hace cargo de sí mismo, de su ser insertado. Esta vivencia contrasta con su incapacidad de fundamentar su presencia. Se encuentra aquí existiendo sin poder respaldar su identidad, su ser ,con una certeza que trascendiéndolo, le permita poseerse. tener seguridad ontológica. 
Esta falta de solidez, de tierra firme, se confunde con la problemática del sentido, pero no se agota con ella. Se dice que el ser humano es el ser abierto, es el ente que humilla al ser, es el ser que pretende ser Dios, es la obra  máxima de Dios, es un ser que transforma la realidad. Cualquiera aproximación que especifica un lugar del hombre en el cosmos, entre los entes, en relación al ser, debe partir de esta tensión central del ser humano, como encauza su vida, articula situaciones, produce, se vincula, se actualiza sin poder dar cuenta integral de sí mismo En sentido existencial está puesto en la realidad y, no siendo autor, no sustentando la realidad, su existir no tiene firmeza ontológica, aunque el mundo le sea hospitalario, aunque el yo sea familiar. 
Nuestra vivencia corriente, en vigilia, es de un percatarse de las circunstancias, de nosotros mismos, de nosotros captando lo que nos rodea, con un sentirse incorporado, parte de un todo. No nos sentimos, en general, extraños. Estamos aquí como si fuera natural, sin quiebres posibles. No nos cabe duda de que poseemos una identidad, una continuidad con nosotros mismos. En nuestro centro está el yo, “alrededor" el mundo .Somos nosotros,es nuestra realidad… 
Por momentos, ante una situación que nos sobrepasa: una pérdida, el impacto de algo que nos remueve, nos sentimos menos integrados a este estar aquí. De súbito ,cabe una inquietud, quién soy yo, qué hago aquí, qué significa la vida. 
Los encuadres explicativos no alcanzan a contenernos. Estoy aquí porque …se ha dado una concatenación de hechos. Esta es mi historia, mi biografía. Este es mi cuerpo. Aquella ,mi situación.
 Las explicaciones pormenorizadas no dan cuenta de nuestras interrogaciones. Detrás de cada afirmación, puede surgir un por qué. Por qué es así, por qué ocurren, han ocurrido, pueden acontecer las cosas tal como se dan. 
Ahí estamos en el ámbito de la metafísica. Más allá de que sentimos, de lo que comprendemos. Estamos frente a la pregunta primordial de Heidegger, por qué existe el ser y no ,más bien, la nada. Estamos ante nuestra propia relativización. "Existo realmente ya que me siento existir. ¿Y si estoy soñando, no lo sé, como ocurre en los sueños “Esta falta de certeza informa nuestro estar en el mundo. Nuestra forma de relacionarnos, nuestro proyecto.