miércoles, 23 de noviembre de 2016

De Post Modernos a Post Egóticos 14

De Post Modernos a Post Egóticos 14
Las necesidades humanas
El sistema recorta el reconocimento del conjunto de las necesidades humanas para dar un primer plano a las llamadas necesidades básicas, asociadas a las subsistencia, al nivel de lo biológico. Son las necesidades más en contacto con el consumo, con la producción, con la manutención y re- producción de la sociedad.
Hay muchas clasificaciones de las necesidades. Las más conocidas son la de Fromm, la de Maslow y la propuesta del Seminario Taller de Desarrollo a Escala Humana.
Todas ellas aportan elementos de mucha importancia. La de Fromm, hace énfasis en la dialéctica de las tensiones al interior de un binomio de tendencias, ejemplo en la identidad, la individualidad contra el conformismo gregario.
En el caso de Maslow, tiene especial interés la caracterización con una línea de diferenciación evolutiva, de las necesidades vitales a las de auto desarrollo.
El Seminario Taller de Desa-rrollo a Escala Humana complementa con su propuesta de establecer una dinámica de relación entre las necesidades y los diferentes tipos de satisfactores, desde los sinérgicos a los destructivos.
En una extrema síntesis, podemos hablar de tres mega necesidades: conservar, acrecentar, contar con sentido. Tendemos a evitar nuestras pérdidas, los riesgos, seguir “siendo”, nos inclinamos a “ser más”, más poder, más creatividad, más goce, más cumplimiento de deberes. En la medida que maduramos va emergiendo la necesidad de un para qué, de un sentido.
 La cultura actual juega diferentes combinaciones y con la visión separada de la conservación y el acrecentamiento, la propiedad, los objetos, los réditos, las influencias, las entretenciones. El sentido parece no despegarse de estos dos radicales básicos, no hay un para qué en la búsqueda de más años, más bienes, más espectáculos..., fuera del clásico, menguado, menos momentos malos, más momentos buenos. Lo bueno y lo malo como menos riesgos y daños, más placeres y poderes.
El sentido surge en las conversaciones a partir de la constatación de su ausencia, del nihilismo de los jóvenes, del aburrimiento de los sectores adinerados, de que es cuento, sin asunto, que estamos “en un cuento contado por un idiota.”