jueves, 29 de noviembre de 2012

Conversando desde la Amistad (15)


Conversando desde la Amistad(15)
La alta  “egoemia”
El egoísmo, el egocentrismo, el ego… tres  condiciones y  una realidad : el gran tema  humano  de la convivencia, del sentido de la  co existencia, de la dirección del desarrollo de la especie.
Terreno de  consignas de fácil expresión: “ no seas egoísta”, “tú eres  egoísta…”
Campo minado  por una  penetrante complejidad, como lo  demuestra   la ironía de Ambrose  Bierce: “el egoísta  es una persona de mal
 gusto que se preocupa de él más que de mí”…
         Desde la perspectiva de la conversación saludable como pequeña  contribución a una mejor calidad de vida, a la unidad en la diversidad por  otro desarrollo, necesitamos balancear el énfasis en el altruismo `por la detención en el egoísmo; la búsque da de la justicia social  y la gravitación del individualismo;  la mirada a la integración  y la complejidad y  la prevalencia del economicismo y la frivolidad…
    En ese camino, el tema  del auto centramiento  es clave y parece  aconsejable  partir reconociendo como no es sólo problema de los otros, sino,también,es algo  bastante propio  de   nosotros, los que nos situamos entre  los  cuatro grandes, los científicos, los sociales, los  poéticos,  los espirituales y es especialmente preocupante  como contradictorio  al presentase en los  llamados sociales y los  identificados como  espirituales.
La egoemia nos sube  en la medida  que se nos desdibuja la frontera entre lo querido, la espiritualidad, la elevación y…nosotros como creyentes en algo …sin querer   se produce  una fusión , nosotros  somos  elevados… Somos elegidos
Lo mismo, en el campo social: queremos justicia , igualdad,  derechos para todos, entonces… somos   muy especiales  por esa creencias  y suponemos  que estamos  practicando un trato digno con   nuestros semejantes, aunque  eso no sea así.  No vemos  nuestro rostro  sectario, nuestro narcisismo de creencia A lo mejor, nuestros  cultos a la  personalidad. A las convicciones .
 Hay   un trabajo por    erradicar el virus de altura. Nos  lo enseñó Laura  Rodríguez. Ese virus   se instala  cuando tenemos  posiciones altas, también cuando abrigamos  convicciones altas, sin  integrarlas a nuestra vida.
 Hay un trabajo  por   llegar a la esencia de lo  social, por  espiritualizarlo.
Hay una tarea pendiente por  hacer que lo espiritual  sea vivido,  sea social.