domingo, 13 de noviembre de 2011

Conversando sobre la Anistad (38)

Conversando sobre la amistad (38)
La amistad suele empezar en forma sorprendente

Loreley Friedman envía, desde Dinamarca, donde reside, este testimonio de como se inició una de las amistades importantes en su vida

“ Eso que se llama la envidia

Cuando se abrió el año 1934 el primer colegio experimental de Chile, el liceo Manuel de Salas, mi mamá me puso a mis 7 años y medio , en la 4 preparatoria.
Fue el primer colegio mixto, niñas y niños. Y entre varios avances más, se suprimió ,astutamente, las clases de religión, dándole al buen curita, hombre mayor, la sala de lo mas arriba, a la que se accedía por una estrecha escala caracol.
El viejo edificio, al lado de la Plaza Ñuñoa, tenía un gran patio con árboles, castaños, que daban una sombra grata .Así en verano íbamos allí en ias clases e, incluso, teníamos exámenes debajo de dichos árboles.
Yo era la mas pequeña del curso. Fui así muy regalona y cuidada por todos los demás, incluida nuestra tan querida profesora Martita Aldunate, de un porte parecido a Gabriela Mistral.

En 5ta Preparatoria entró a nuestro curso Pepita, una preciosa niña rubia, de padres italianos. Dejé, de inmediato, de ser la regalona del curso y lo fue, desde entonces, Pepita.

Yo, muy resentida, convencí a dos compañeras que no hablaran a la recién llegada. Ella, ante tan decidida actitud de nosotras tres , se puso a llorar en medio de la clase. Al preguntarle ,muy preocupada, nuestra profe sora, qué le ocurría, ella contó lo que pasaba. Y me señaló a mi como quien había asumido esa actitud excluyente.

Ante ello, yo me paré y dando un golpe en el suelo con mi pie, dije en voz muy alta “ es que yo odio a la Pepa “

Nuestra sabia profesora , en vez de castigarme, suspendió la clase ...nos llevo a jugar al patio donde hicimos una ronda y celebramos de la mano la amistad, que duró toda la vida, entre Pepita y yo.”