jueves, 28 de febrero de 2019

El árbol 37

El Árbol 37

Nubes Verdes

Bibi Albert

NUBES VERDES

A veces, muchas veces,
demasiadas veces,
los árboles no mueren de pie.
Los hachan, los incendian,
los descuaja un viento
que quiere demostrar que puede.
Y no sé qué me da más pena.
Si tropezar con ellos, derramando
la sangre en las veredas
como el jacarandá de Formosa
en plena flor, en plena vida,
si verlos aguantarse todo,
erguidos, orgullosos, impertérritos,
llorando yo / lo que ellos no.

Por lo menos, horizontales
interrumpen el tránsito,
gritan su mudez atropellada,
son trepados por niños
que descubren el juego
donde no había otra cosa
que peligro y que noes.

Somos árboles volteados.
Reptamos sin la majestad
que el árbol nos enseña.
Pero no querría morir de pie,
nadie se daría cuenta
porque seguiría allí,
donde siempre me encuentran.
Nadie busca nada arriba.
Nadie mira, nadie cree
en un camino al cielo
seco, seco,
arrugado, vertical como yo vivo
sin mostrar / que pido auxilio.