Conversando desde la Amistad(212)
Amistad y espiritualidad
La Flor de la Vida
Escriben Nora Muñoz y Max Bragado
La figura a la que se dio el nombre de La Flor de la Vida es una
representación geométrica, bella en su armonía, que podemos ver
hoy en muros de templos religiosos de Medio Oriente y que tiene sus
orígenes en la necesidad del ser humano, desde culturas ancestrales, de
explicarse, de comprender el
comienzo del Todo, el Gran Comienzo, la Creación.
Si bien originalmente se trata de esferas, es decir de figuras de
volumen, al usar en la práctica el tablero plano para hacer La Flor de la Vida, vemos sobreponerse un círculo sobre
otro, siguiendo un patrón maravillosamente determinado, en secuencia que se
repite infinitas veces, formando un diseño de flores, siempre de seis pétalos,
de diferentes tamaños, formas y
medidas.
Cuando vemos La Flor de la Vida, y, mejor aún, cuando hagamos nuestra propia figura, podemos observar que en la intersección entre los dos
primeros círculos, hecha de tal manera que el centro de cada círculo está en la
circunferencia del otro, se crea una forma nueva semejante al ojo y la boca
humana. Es la llamada el “vescica
piscis” (vasija o vejiga de pez)
que simboliza el Verbo y que es la
base de la Proporción Áurea,
la Divina Proporción, que es la base de la Matemática y de la
maravillosa proporción del crecimiento de las plantas, de la Naturaleza en su totalidad.
Siguiendo algunos textos de religiones antiguas, se menciona que desde
el Vacío, el punto (.) es la
referencia donde nace el movimiento en el que Dios comienza su Geometría Sagrada. Al proyectarse hacia afuera, “el
punto crea la línea recta, la forma masculina del Dios Padre”. Esta Voluntad es tocada por “otra línea”, la “del Dios Madre”, desde la
que nace “una tercera línea, el Dios Hijo”. Los tres unen sus líneas conformando una Trinidad, un proceso
simultaneo de información. Se forma así el Triángulo Equilátero, que es la base de la geometría y de los
poliedros regulares que conocemos con el nombre de los “cinco sólidos
platónicos”: el tetraedro, el
exaedro o cubo, el octaedro, el dodecaedro y el icosaedro.
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Pensamos que conocer esta mágica representación de la Creación del
Todo, haciéndola uno mismo, nos permite re-crearla; des-cubrir y conocer en la
práctica, la mejor forma de comprender, las bases de la Geometría, la llamada
Geometría sagrada, así como otras
formas y figuras en mágica armonía.
Segundo Artículo:
EL KIT que hicimos:
Este Kit para hacer La Flor de la Vida involucra una propuesta: la posibilidad de aprender involucrándonos, de comprender
participando.
La idea es sentirnos co-creadores de esta mágica
representación, avanzar a nuestro
ritmo, meditar en la
armonía de forma y movimiento; modificar, volver a empezar; disfrutar de lo que
nuestro sentir y nuestras manos generen obedeciendo un impulso lúdico, creativo
y armónico.
¿Qué
contiene cada Kit? Un
tablero de madera grabado, 37
discos de color translúcidos, el
mismo número de puntas o clavitos y un texto explicativo.
¿Cómo hacerla? Verás que los vértices de todos los triángulos del tablero al
igual que los centros de todos los discos están perforados. Inserta un clavo en
el orificio de un disco; ubícalo en el centro de la figura del tablero. Tal vez prefieras empezar
por otro lado, permítete esa
libertad, pues por todos los caminos, una vez colocados todos los discos,
habrás formado tu propia Flor de la
Vida, y en cada camino o cada opción
descubrirás diversas figuras geométricas.
Ojala disfruten esta propuesta, como fue para
nosotros imaginarla, diseñar y probar muchas veces hasta conseguir el Kit que
ahora entregamos, que, estamos seguros, seguirá mejorando.
En este link se puede ver
la información audiovisual de este significativo mandala.
http://www.youtube.com/watch?v=L7A6zvr1j64