Conversando desde la amistad(3)
Palabras de amigo
Dos editoriales de
ALEGREMIA de Julio Monsalvo
En el corazón del diálogo,
el escuchar, el ámbito de lo dialogal,
lo cara a cara junto a la visión amplia de la transdisciplinariedad, Integrantes de la necesaria sinergia entre
la intimidad y el multiverso, lo más allá de los kioscos
Palabras de Amigo
NOTICIAS ALEGREMICAS
Julio Monsalvo
Cartas que salen del Cuerpo
Carta 87: 02/11/12
ESCUCHAR
En una oportunidad, desde estas columnas
reflexionábamos sobre el “decir”… Qué se dice, cómo, cuándo, dónde, por qué y
para qué se dice…
Hoy invitamos a reflexionar sobre
el “escuchar”… Decir y escuchar son dos eventos indispensables para el diálogo.
Expresar lo que sentipensamos dispuestos
a escuchar los sentipensares de otra y/o de otras personas, es lo que en
principio entendemos por diálogo.
Sin embargo creemos que en este instante
de la historia de la Humanidad, es necesario profundizar algunos conceptos
Estar “dispuestos a escuchar”
implica una actitud de respeto a la otra persona.
Escuchar atentamente los disensos, con
una auténtica disposición a modificar nuestro propio punto de vista dejándonos
afectar por las nuevas miradas que los demás nos ofrecen.
Por otra parte, expresarnos siempre con
respeto y sin agravios.
Por supuesto que esto se da si todas y
todos comparten esta disposición al diálogo.
Nada se construye conversando “entre
conversos”, como lo expresa irónicamente un amigo, enardecidos contra los que
tienen opiniones contrarias.
Tampoco se construye si nos dejamos
llevar por una vehemencia rayana en lo iracundo… Nadie se escucha sino a sí
mismo, casi siempre con rubicundez en el rostro y seguramente con cifras
elevadas de presión sanguínea arterial.
El mundo que soñamos es un mundo en
donde se construye colectivamente compartiendo los sentipensares escuchándoNOS…
Cultivar la actitud de escuchar, es
revolucionario para esta cultura en la que todas y todos hablamos al mismo
tiempo.
Esta revolución del escuchar sólo es
posible desde nosotros mismos.
Es necesario mostrar con nuestro ejemplo
a nuestras niñas y a nuestros niños, el camino del compartir, expresando
y escuchando con respeto, lo cual es un saludable desarrollo espiritual
Hasta la Victoria de la Vida Siempre!!!
Julio

NOTICIAS ALEGREMICAS


Cartas que salen del Cuerpo
La columna editorial del sitio www.altaalegremia.com.ar
Carta 88: 07/11/12
KIOSCOS
Allá en Alma Ata, capital de Kazakstán, en 1978 se
firmó la Declaración de Atención Primaria de Salud, en la cual los gobiernos de
134 países se comprometían a lograr a fines de ese siglo, el año 2000, un
sistema de salud que pudiera dar cobertura a toda la población para atender sus
problemas de salud.
En realidad, un mal llamado sistema de salud, pues se hace referencia a
un sistema de atención de las enfermedades o, en el mejor de los casos, de
personas enfermas. Propósito muy loable por cierto.
Para ello se establecieron ciertas pautas que deberían tenerse en cuenta para
la formulación de las políticas.
Una de ellas habla de la intersectorialidad. Dice textualmente:
La atención primaria
de salud entraña la participación, además del sector sanitario, de todos los
sectores y campos de actividad conexos del desarrollo nacional y comunitario,
en particular la agricultura, la zootecnia, la alimentación, la industria, la
educación, la vivienda, las obras públicas, las comunicaciones y otros
sectores, y exige los esfuerzos coordinados de todos estos sectores.
Algo que tiene un sentido muy lógico. “Cae de maduro” dice el dicho popular.
Nadie se atreve a decir algo diferente.
Sin embargo, parecería que nadie se atreve a llevarlo a la práctica cotidiana.
Recuerdo a un querido amigo que conozco hace años y con quien tengo la
confianza suficiente para hacerle recordar que en muchas ocasiones peca
de ingenuo.
En una oportunidad tuvo a su cargo una dirección general en un Ministerio. Con
mucho entusiasmo se propuso convocar a reuniones periódicas para que las
distintas direcciones compartieran sus actividades y sus planes.
A la segunda reunión le hicieron saber que no estaban conformes, pues lo que
hacían era “perder tiempo” y lo fundamentaban diciendo que “no es asunto mío lo
de las otras direcciones”…
Mi amigo acuñó una frase: “estamos en una cultura kiosquera…”
Y la experiencia frustrada de mi amigo era dentro de un solo sector… Ni hablar
de coordinación entre Ministerios.
Es que así nos enseñaron. “Cada uno en lo suyo...” El conocimiento así se
enseña también, fragmentado…
Es necesario romper con los kioscos, interesarnos por todo, pues todo es asunto
nuestro.
Quizás el camino sea enseñar y sobre todo vivir la transdisciplinariedad.
Hasta la Victoria de la Vida Siempre!!!
Julio