Escribe Julio Monsalvo, desde Formosa, Argentina
9-12-17
LA GACETILLA ALEGRÉMICA
Publicación semanal difundiendo noticias y sentipensares que visibilizan
y anuncian un Mundo Saludable con Alegremia y Amistosofía
Nro.
204
PUEBLO-HUERTA
La Gacetilla Alegrémica comparte la Nota de Laura Vidal, publicada en
“La Bio Guía”.
Relata una experiencia concreta de
Soberanía Alimentaria.
Nos resulta inspiradora: generación de
políticas públicas en el ámbito local cuidando la vida.
Un Pueblo-Huerta británico
regala frutas y verduras a sus vecinos y visitantes
Todmorden es un pueblo-huerta británico
de 15 mil habitantes ubicado en las afueras de Manchester, que se autoabastece
gracias a la siembra en espacios públicos realizada por una red de 280
voluntarios. De esta manera, sus habitantes han reducido casi por completo el
consumo de productos importados de otras ciudades, volviéndose económicamente
independientes y además protegiendo el planeta.
El proyecto, llamado “Incredible Edible” (Increíble Comestible), se trata de una experiencia de agricultura urbana comunitaria y sustentable pensada para que los habitantes del pueblo no deban comprar los alimentos que consumen. Además, todos sus visitantes pueden también servirse de los vegetales y frutas que se ofrecen de manera pública en esta eco-aldea.
El proyecto, llamado “Incredible Edible” (Increíble Comestible), se trata de una experiencia de agricultura urbana comunitaria y sustentable pensada para que los habitantes del pueblo no deban comprar los alimentos que consumen. Además, todos sus visitantes pueden también servirse de los vegetales y frutas que se ofrecen de manera pública en esta eco-aldea.
El pueblo cuenta con más de 70 espacios
públicos destinados a las plantaciones de vegetales, hortalizas, árboles
frutales, hierbas e incluso plantas medicinales. Esto lo convierte en una
experiencia inédita, ya que no se había realizado antes un proyecto similar que
implicara ese uso del espacio público.
El proyecto es al mismo tiempo mediambiental y social. Los habitantes de este pueblo se describen a sí mismos como:
El proyecto es al mismo tiempo mediambiental y social. Los habitantes de este pueblo se describen a sí mismos como:
“Personas apasionadas trabajando juntas
por un mundo en el que la responsabilidad por el futuro del planeta y de la
humanidad sea compartida por todos los seres humanos”.
Es decir que no piensan sólo en sí mismos, sino en toda
la Humanidad.
Los residentes de Todmorden que pensaron
este proyecto lo hicieron porque tomaron conciencia del rol que cada
pueblo y persona debe tener en el camino hacia un mundo consciente. Además, por
su carácter comunitario, el proyecto es un ejemplo de cómo la sustentabilidad
va de la mano con el trabajo en equipo, la responsabilidad y el esfuerzo
compartido.
Cada uno de los voluntarios que participa de las huertas públicas le dedica solamente dos mañanas al mes, y con eso es suficiente para alimentar al pueblo y a sus visitantes durante todo el año. Por eso, Todmorden es un ejemplo de que no son necesarios grandes cambios en la vida de los habitantes de un pueblo o ciudad para volverla sustentable o para producir alimentos propios.
Cada uno de los voluntarios que participa de las huertas públicas le dedica solamente dos mañanas al mes, y con eso es suficiente para alimentar al pueblo y a sus visitantes durante todo el año. Por eso, Todmorden es un ejemplo de que no son necesarios grandes cambios en la vida de los habitantes de un pueblo o ciudad para volverla sustentable o para producir alimentos propios.
La cosecha de Todmorden es suficiente para
abastecer a la comunidad, pero además genera un excedente, que comparten en la
“Gran Fiesta Anual de la Cosecha” con todos los visitantes que deseen sumarse a
celebrar.
La intención de sus habitantes no es solamente abastecerse a sí mismos, sino que va más allá: se proponen compartir su logro con los pueblos vecinos y con los visitantes que lleguen de cualquier parte del mundo, para sembrar el ejemplo y expandir la idea por todo el planeta.
Por eso, al llegar al pueblo, un mapa en la estación de trenes muestra a los visitantes la ubicación de las plantaciones y los invita a probarlas con la consigna: “Sírvase usted mismo”. De este modo, visitar el pueblo y conocer su proyecto de sustentabilidad y su modo de producción local y conciente es al mismo tiempo una opción turística y una experiencia de reflexión y aprendizaje.
La intención de sus habitantes no es solamente abastecerse a sí mismos, sino que va más allá: se proponen compartir su logro con los pueblos vecinos y con los visitantes que lleguen de cualquier parte del mundo, para sembrar el ejemplo y expandir la idea por todo el planeta.
Por eso, al llegar al pueblo, un mapa en la estación de trenes muestra a los visitantes la ubicación de las plantaciones y los invita a probarlas con la consigna: “Sírvase usted mismo”. De este modo, visitar el pueblo y conocer su proyecto de sustentabilidad y su modo de producción local y conciente es al mismo tiempo una opción turística y una experiencia de reflexión y aprendizaje.
Este pueblo que se convirtió a sí mismo en un ejemplo
de sustentabilidad, trabajo comunitario y generosidad, es un referente para que
cada persona pueda comenzar a pensar qué puede hacer desde su lugar, desde lo
cotidiano y desde el desarrollo local de su comunidad para construir un mundo
más sustentable, saludable y agradable para todos.