lunes, 16 de junio de 2014

Voces del Coraje de Ser(78)


Voces del Coraje de Ser(78)
El Coraje  de revisar el presente para  enfrentar con lucidez el futuro, el inmediato y el a mediano y  a largo plazo.
La disciplina individual
La revisión de las  últimas  24 horas
El Momento Descriptivo

En la propuesta  de  revisión de las últimas 24 horas  se proponen  cinco momentos:
Descripción de lo  hecho y lo vivenciado
Evaluación,  autocrítica, de acuerdo al proyecto de vida personal.
Trabajo con las reacciones afectivas “angostantes”.
 Atención a las instancias  altas, significativas.
 Ejercicio de imaginar  las 24 horas de otra persona.

 Solos, o  con la guía de una persona  asociada  al uso de la metodología  o con alguien  en el rol de facilitar, se recuerda el día anterior, desde el despertar hasta el momento similar
en la mañana de la fecha presente.
Sugerencias para quien hace el papel de guía
Es conveniente hacer la advertencia de que los ritmos son diferentes, de que es posible que algunos lo sientan muy apresurado o, al contrario, lento. Hay quienes se distraen o, incluso, se duermen. Lo importante es tener conciencia de que se trata de una demostración y que cada participante deberá practicar por su cuenta, investigar cómo le acomoda hacerlo según su manera de establecer asociaciones o el funcionamiento de su memoria.
«Vamos a tratar de recordar lo que hicimos en las últimas 24 horas. No nos preocupemos por ser ordenados o muy exactos. Estamos empezando a ensayar. Es posible que nos pongamos a pensar en otras cosas, que no me escuchen bien, que venga alguien y nos interrumpa. Intentemos hacer el ejercicio ,simplemente, lo mejor que se pueda, sin tensiones, entendiendo que ejercitando nos irá saliendo mejor. Lo que vamos a seguir son tres cosas: lo que hicimos, lo que nos pasó íntimamente, lo que sentimos, y lo que creemos que les pasó a las personas que estaban más cerca de nosotros. Tratemos de no quedarnos pegados en algún momento. Si les sobra tiempo o se quedan cortos, adáptense, después, en la casa, lo harán a su manera...

Respiramos, sigamos el entrar y salir del aire. Fijémonos en lo que sentimos. Recordemos la forma como respiramos antes que yo dijera nada. Nos fuimos hacia atrás en el tiempo, sí, más atrás, cuando recién empezamos la reunión. Vamos viajando en el tiempo hacia ayer, hoy al despertar, anoche, más allá.... al despertar ayer...
¿Recuerdan? ¿Cómo fue el pasar del dormir, al estar despierto? ¿En qué ánimo estaban? ¿Con qué claridad o confusión? ¿Recordaban algún sueño? ¿Cómo era? ¿Qué sentimientos, qué personas, qué historia?

¿Cómo transcurre el tiempo? Levantarse, el baño, el desayuno... ¿Con quién, con quiénes están? ¿Qué parece interesarle a esas personas, cómo están? ¿Qué hace usted desde que despierta hasta que sale de la casa, qué le va pasando por dentro, qué siente, qué piensa?

¿Cómo es el trayecto hacia el trabajo? ¿Camina, va en algún vehículo'? ¿Solo, acompañada, acompañado? ¿Va mirando, va hablando, qué va haciendo? ¿Qué cree que va sintiendo la/las personas que lo acompañan'?

Ahora, vamos siguiendo toda la mañana, hasta la colación, el almuerzo, esa hora del mediodía... Lo que fueron haciendo, trabajando, hablando... Lo que otros que estuvieron cerca sintieron. Lo que les pasó por dentro a ustedes... calma, rabia, alegría, pena, preocupación, tensiones, fantasías, sorpresas, sensaciones de fuerza, de vida, desánimos, dolores... Traten de recordar ... »

Se sigue, luego, en la misma forma, recorriendo el día, destacando períodos, las comidas, la tarde, el regreso a la casa, el tiempo que transcurre hasta el acostarse. La noche, si fue tranquila con un dormir sin interrupciones; el despertar, los sueños. Se va combinando en diversas formas el entretejido entre lo que se hace, lo que se siente, lo que sintieron otros significativos.

Si hay toses, risas, personas que roncan, interrupciones, es importante mantener un mismo tono de voz ‑cercano, seguro‑- y explicitar, sobriamente ,que se sigue, a menos que el grupo entero esté sin poder concentrarse y que lo que proceda sea interrumpir el ejercicio y conversar sobre lo que sucede, pero ello ocurre en forma muy excepcional.

Si se trata de un grupo con alguna práctica en la metodología, deseoso de compartir con detalle sobre aspectos técnicos, entonces conviene abrir un espacio de reflexión antes de seguir con la etapa de evaluación. En general, procede optar entre hacer el intercambio al final de la revisión del día o al concluir toda la experiencia del trabajo individual.

La «devolución» después del ejercicio comprende un espacio para la formulación de preguntas y para que se comparta la experiencia. A continuación, viene la explicitación de objetivos, el marco de referencia y los aportes de tipo metodológico Desde la óptica de la racionalidad integradora, el momento descriptivo tiene una cierta polarización, rescatando más la individualización que la apertura a lo universal, el compromiso que el desapego, la seguridad que la creatividad, la localización que la multidimensionalidad. Es «del» individuo, se «apega» a lo que le ha ocurrido, se «atiene», en lo posible, a la realidad, no a la innovación, se «detiene» en el transcurrir de la jornada, no examina conexiones, impactos.

Hay, sin embargo, presencia del otro en el requerimiento de intentar figuras, fantasías, sobre sus vivencias. Es un principio de apertura hacia lo universal. El recorrer el día sin quedar fijado en determinadas conductas y vivencias es ya integrar un cierto desapego. El juntar conductas y vivencias y aproximarse al sentir de otros es, también, un abordaje a una multidimensionalidad en ciernes, más allá, por ejemplo, de lo que sería un puro registro de hechos.

El ejercicio es de reproducción, no de creatividad, pero ésta está presente en las estrategias que se deben usar para mantener los hilos de continuidad en el ejercicio, y en juntar y elaborar los indicios que algo dicen sobre las vivencias de los otros.

En general, la contribución esperada de la fase descriptiva, los objetivos que están detrás de su inclusión, son:

a) Contribuir a la integración entre disciplinas y práctica cotidiana. La rememoración de lo hecho es el eje articulador más próximo.
b) Facilitar la disposición a incorporar lo objetivo, tanto para modularlo con lo valórico y lo reflexivo, como para tender puentes con la imaginación, la meditación y la comunicación profunda .                                                                                      

c) Ayudar a acercar los diversos componentes de la subjetividad cotidiana, quehaceres, fantasías, sueños, estados afectivos.
d) Cooperar en el motivar, y tomar conciencia de las dificultades del trascender de uno mismo para ponerse en el lugar del otro.