sábado, 9 de junio de 2012

Conversando sobre la Amistad (249)


Conversando sobre la Amistad( 249)

Confianza-Desconfianza

Una conversación grupal en el curso de formación de líderes culturales, en el Antiguo Hospital San José.
Un texto de  Margarita, Patricia, Olga y Adriana
Descansaba María, luego de un caluroso y ajetreado día de verano, pensando que al fín podía relajarse y descansar sin pensar en nada, Había cumplido con su hija con la que tenía gran diferencia de edad. Ella  había nacido tardíamente y logró ,casi sin ayuda de nadie, criarla y educarla.
 De repente, irrumpió Pamela, su hija, pidiéndole su cabaña en la playa, para ir junto a un par de compañeros de la Universidad, a lo que, luego de pensarlo un poco, accedió, Tenía confianza porque otras veces ya esto lo había hecho sin que se  presentara  desastre alguno. Además, aun nadie la iva a ocupar, sería el    fin de semana  siguiente e irían en el auto de uno  de  sus amigos.
Llegó el fin de semana  del viaje y  su hija  vuelve a irrumpir con otra pregunta¿ Podrás prestar el auto porque mi amigo  está sin vehículo y el bus resulta muy  difícil? María quedó desconcertada , pasaron  por su mente  varias y contradictorias  situaciones : ¿no estaría Pamela disponiendo ya de sus cosas  antes que ella faltara? ¿ Por qué ella quería pasarlo bien con sus amigos si  también lo podría pasar  igual  con su familia . Por sus estudios y práctica  profesional casi no  se le veía, nunca  estaba en la casa y en algunas  ocasiones había que proporcionarle  dinero ; esta petición superaba  toda tolerancia.
Pasó un rato molesta con sentimientos  encontrados , por qué  María  iba a entregar todo  siempre para complacer a Pamela …. Se dijo: “esta vez  no”. Le pondría una condición: el auto va conmigo de pasajero, yo también quiero  estar en mi  cabaña, disfrutar el aire, el paisaje y compartir con gente joven, moderna y estudiosa. Pamela  quedó de contestarle, demoró varias horas, al parecer lo dio por hecho y se olvidó de la situación. María  siguió  pensando con desconfianza y sin ánimo  de nada.
Llegó el día, el  viaje fue para María f un agrado; conversar y compartir experiencias  con gente joven y alegre le levantó el ánimo. La desconfianza que en un  momento sintió se disipó y pudo  identificarse e integrares con los jóvenes  fácilmente y comprobó  que su hija  también se sintió  feliz.


Amela y se dijop : esta vez no