jueves, 9 de agosto de 2018

Homenaje a Alberto Valente 5

 Homenaje  a Alberto Valente
V
María Alicia Pino
María Alicia Pino, alias Malicia, es Editora General de la Revista Co.incidir y de Editorial Co.incidir y Co.incidir Sin Fronteras. Comunicadora Social, Redactora Creativa, Diplomada en salud y desarrollo personal, poeta y amiga del azul, la esperanza, la alegremia y la amistosofía. 
Amiga de Alberto de puro co.incidir. Lo conoció en Isla Negra, en uno de los encuentros de la Esperanza. De allí no paraban de hablar por video llamadas, sobre todo cuando Alberto estaba en algún cafetín de Barcelona o B. Aires, tomado su café con malicia.
I
Alma cantando sobre el mundo
Limpia la tristeza de esta mañana
Besa las lágrimas de todos
Entendiendo más que nunca al misterio
Reparador de incertidumbres
Temprano como los pájaros vuelan al día
O el sol entra al universo

Vuelves a la creación primera
A abrazar la razón de tu propia existencia
Liberando lo ya comprendido
Eres el amigo hermano que va adelante
Navegando el mar que nos aguarda
Toma ahora el timón que nos sostiene
Espera también nuestro retorno.
II
No llegaste al final de agosto. Te guardaste como las semillas de invierno que germinan la estación de la nueva vida. Nadie ha muerto acá. Yo me elevo hasta más allá de las nubes que hoy inflamas de ternura. Me elevo hasta el secreto, hasta la distancia de los pájaros. Me miras con esos ojos siempre húmedos de asombro.

Mira nuestros pies, llegan justo a la altura que necesitamos para comprender. El Mati viene hasta nosotros y trae el perfume de las flores del misterio. Sigues emocionándote, Alberto, todavía te desborda el amor. Ahora somos tres con los pies colgando la cabeza de Dios, ese señor silencioso que come sustancias que roba del kiosko de la esquina de la eternidad.

Una pregunta, Alberto, ¿los conejos rosados tienen la nariz entumecida o pusieron sobre ella los luceros matutinos? ¿El canto de las raíces sobrepasa el hemisferio poniente? ¿La tierra es redonda o nos siguen engañando? ¿Cuántos días tiene el segundo de la muerte?

Quién dijo que te habías muerto. Nadie sabe que las nubes son escaleras de humo. Yo tengo un barco invisible que navega universos de éter azul. Todos creen que saben. Imposible saber si no has subido a la nube de fuego. Imposible. Primero tienes que esfumarte en aroma de rubíes, luego saltar los negros agujeros hasta llegar a dibujar llamas de pelos largos, como las que tenía el Lucho, esas que salieron una tarde corriendo hacia el sol. Nunca más aparecieron. Dicen que se convirtieron en ángeles que cuidan las coincidencias. Lo mismo dicen de ti. Yo no lo creo. Te guardaste de semilla de invierno para germinar en la estación de la nueva vida. Todos creen que saben. Nadie sabe si no han visto salir corriendo a los pájaros recién nacidos de su nido en el huerto mío que ya no existe. Nada es para siempre, excepto las semillas de invierno que germinan en la estación. Llegaste al final de agosto antes que nosotros. "Los pájaros no viven en el tiempo, no viven en el tiempo, porque vuelan, porque están volando". Llegaste al final de Agosto de un salto al círculo de oro, al agua imaginaria, a la poesía de fuego, a esa idea que nos ronda en los sueños, a ese sueño que nos hace Co.incidir.
Bienvenido amigo hermano a la edición que hoy navegas las moléculas, lienzo binario, eco multiverso, tú y tu esperanza. Bienvenido a Co.incidir 54, que te extraña.
Malicia