sábado, 6 de octubre de 2012

Conversando sobre la Amistad (367)


Conversando sobre la Amistad (367)
Amistad con los árboles
Una contribución de Alejandro Illanes
                   M I S  Á R B O L E S
¿Por qué no caminan mis árboles?
 Quizá en algún milenio anterior  lo hicieron
y ahora, adheridos a la tierra,
 solos y  gozosos con el viento,
se acunan,
sintiendo, escuchando  voces,
se aquietan
Por eso algunos cantan y otros lloran
lloran cuando pierden sus hojas en otoño,
lloran cuando cercenan y muere un hermano,
y como póstuma plegaria,
agitan sus brazos desnudos al viento
Para consolarse y protegerse
forman el bosque y su sotobosque
Y así  soñando, se mecen,
haciendo un mar pintado de cielos,
con esperanza que alguien oiga sus voces
y un alma sensible vea sus lágrimas.
Camina  a la sombra del bosque
y atiende su cantar, o a veces su llorar
y sus lamentos,
de haber nacido quietos,
balanceándose,  gracias al viento