domingo, 20 de noviembre de 2011

Conversando sobre la Amistad ( 46)

Conversando sobre la Amistad (46)
¿ En la amistad siempre hay algo que no se puede compartir?
Tanto compartió Neruda que hasta instaló en el imaginario compartido el verbo nerudiar. Nerudiar fue sinónimo de amistad en la relación de Neruda, o de los poetas de distintas épocas Nerudianas, con la mamadre y con García Lorca, con los crepúsculos y con loas caldillos de congrio, con el mar y con la madera, con la Tentativa del hombre infinito y con el hombre inconcluso, con tener en el corazón a España y a Chile, su pequeño país frío…
Como dijo en Estravagario,”Muchos somos “y él supo armonizar las afirmaciones con las excepciones. Recordemos su poema juvenil:

AMIGO
Amigo, llévate lo que tú quieras,
penetra tu mirada en los rincones
y si así lo deseas, yo te doy mi alma entera
con sus blancas avenidas y sus canciones.

Amigo, con la tarde haz que se vaya
este inútil y viejo deseo de vencer,
bebe de mi cántaro si tienes sed.
Amigo, con la tarde haz que se vaya
este deseo mío de que todo el rosal me pertenezca,
Amigo, si tienes hambre come de mi pan.

Todo, mi Amigo, lo he hecho para ti, todo esto
que sin mirar verás en mi estancia desnuda:
todo esto que se eleva por los muros derechos
-como mi corazón- siempre buscando altura.

Te sonríes, Amigo... ¡qué importa! nadie sabe
entregar en las manos lo que se lleva adentro,
pero yo te doy mi alma, ánfora de mieles suaves
y todo te lo doy, menos aquel recuerdo
que en mi heredad vacía aquel amor perdido,
es una rosa blanca, que se abre en el silencio.
(Crepusculario 1923)