jueves, 17 de noviembre de 2011

Conversando sobfre la Amistad (43)

Conversando sobre la amistad (43)

Amistad con un país y una figura emblemática
BRASIL, HELDER CÁMARA Y NOSOTROS( 1985)

Seminario Desarrollo a Escala Humana, encuentro en Recife con Helder Cámara, quien , entre muchos aportes nos dijo que , al paso que llevábamos , se podría acabar la vida en la tierra y ésta seguiría moviéndose, como un punto humeante en el gran universo. Levantando los ánimos con humor, nos dijo que Recife, como todo Brasil, se caracterizaba por la baja auto estima eso era explicable en Recife, ciudad que contaba con dos ríos anodinos que, al alcanzarla, formaban el océano atlántico.
Escribí estas líneas para el obispo y los amigos brasileros :
Brasil se nos abre como rosa sensual, alerta, comunicativa, pupilas tránsidas de potenciales libertarios, viento cálido y húmedo amando mar, amando sal, amando verde, amando movimientos ágiles, alegres, amando pobres que no deben ser pobres porque en verdad acarician cielo con sus chispas libres, moviéndose en olas plenas, amando Brasil que toma de la mano América y le da luz, amando sus entrañas, sus indios, sus negros, sus blancos, amándola América mujer la América, ser humano, amando esa energía que va creando el ser humano que poco a poco deja de ser el padre de la tierra, que con dolor se va atreviendo a contestar las preguntas de los que vienen de otro planetas, reconociendo que es rico en la medida que reconoce que es pobre cuando se siente dueño del cielo, del mar o de la tierra y mas pobre cuando posee a los otros hombres y crece y se va acercando a nacer cuando se hace el gran regalo de hacerse cargo de si mismo, amando esas turbulencias que lo acercan y lo dejan ser hijo y padre y hermano de todos, navegando en un planeta modesto, en un guiño del cosmos, tratando de conseguir esa paz que es otra forma de llamar las lucha porque las pobrezas sean elegidas, porque la riqueza de la humanidad de un ser humano que comparte, que pone una mano en el ser de la noche estrellada y la otra en los ojos de los oprimidos sea la contribución de Brasil, de América, de los humanos a que seamos dignos del planeta, amando este Brasil que nos regala su rosa espiritual, sus infinitos potenciales libertarios.