viernes, 17 de abril de 2015

Lo Cotidiano y lo Universal 40


Lo Cotidiano y lo Universal  40
Terminar con la relegación de lo poético, del asombro, del sentido.
Lo cotidiano puede   ser tan poético como prosaico.
Lo mismo podríamos  decir de lo universal.
Es posible  concebir  una vida  humana que  sea cotidianamente  universal  y tan profundamente poética como profunda en lo prosaico
Ello entra en la orientación hacia asumir la complejidad, la ecosofía, ecología existencial del yo, de la subjetividad, de las relaciones significativas  de las relaciones  humanas en general, grupal,  co munitaria, cultural, de humanidad, de la naturaleza, de la trascendencia.
La alternativa  del  asumir la necesidad de una evolución , en casos especiales ,se  da sola. Excepcionalmente, las personas sin apoyo  de otras , sin grupos  de formación personal, sin trabajo sobre ellos mismos , van avanzando  eligiéndose y eligiendo, ganando en perspectiva  y profundidad.
En ocasiones , lo que  moviliza, lo que  lleva al auto examen  a la transformación, es un evento, una enfermedad, el ejemplo de otra persona,  una tragedia colectiva…
 Ello es , también, excepcional, lo frecuente es que las personas que integran minoría críticas, creativas, avancen como resultado de su pertenencia  a grupos, de una  atención psicológica o espiritual, de un proceso  autónomo  de trabajo personal.
Central  en la apertura a crecer como persona es la disposición a  la atención, a la preocupación `por el problema del sentido.
Los humanos participamos  d e  tres grandes  constelaciones de necesidades: las relacionadas  con la seguridad, las propias de la  auto actualización  y las de sentido.
Somos seres vulnerables que necesitamos aire, alimento, dormir, afecto, compañía, salud  física y mental, afrontar el miedo, la agresión, las demandas de los otros.
Somos seres  vivos,  concientes y auto concientes, necesitamos   hacer, tener, comunicar,  amar ,crear, con y sin considerar las necesidades  de seguridad.
 A partir de cierto momento, se nos hace presente  la necesidad  de sentido, como familiaridad con las situaciones, como la orientación de las mismas, como sentido  de la propia  vida , como sentido de  la vida humana, de la vida ,  del universo, de la existencia.
En el  actual proceso evolutivo,  el sentido común es de clara conciencia de necesidades  de seguridad  y sus posibles modos de satisfacción.
La actualización se realiza con y sin conciencia de las mismas y de  sus  satisfactores  presentes  y potenciales.
Con y sin  marco conceptual reflexivo, las necesidades de seguridad y de actualización son asumidas por la cultura vigent con una aprehensión  conciente o inconciente de que somos seres  finitos , vulnerables y con posibilidades de hacer  frente   activamente  a nuestros riesgos  y de un hacer libre , lúdico ,   sensual, de  trabajo , de  creación, de comunicación….
Distinta es la situación de las necesidades de  sentido. Nos preguntamos por  el sentido  de un sueño,  de una frase, de una enfermedad, de la actitud de tal persona, de tal grupo, de tal país , de un fenómeno de la naturaleza, de nuestra vida, de cada ente , del ser; es terreno  de divagaciones, de excepcionales conversaciones  de madrugada, de cavilaciones de científicos   reflexivos, de filósofos en la tradición de las búsquedas y de la sabiduría, de artistas con vuelo especulativo.
Es en torno al tema del sentido donde  se da el gran  vacío cultural.  La búsqueda  de sentido está asociada al asombro, el padre de la ciencia , la filosofía, la espiritualidad y la poesía.   Hoy por  hoy , la falta de asombro es  uno de los nueve grandes tipos de  asombro para  las minoría  inquietas por  la gran crisis evolutiva actual , la crisis de paradigma, la crisis de  sentido.
Entre los caminos  para enfrentar la crisis de sentido está la búsqueda  de integrar la cotidianidad y lo universal, lo prosaico y lo poético y , por qué no  decirlo , muy relacionado con  estos dos binomios,  el amor y el desapego,  la certidumbre y  la incertidumbre, la autonomía y el vínculo. Los siete grandes referentes ; la ciencia, la espiritualidad, la filosofía, lo poético,lo comunitario   la comunicación  profunda, la ecología. Por ultimo, como  gran síntesis: el hacer, el tener y el SER.
Procuraremos ir desplegando en notas sucesivas, esto que hemos dado como una apretada síntesis.
Para ello, empezaremos por volveremos a  la conversación sobre lo poético y lo prosaico, procurando destacar la necesidad de una política  que los vea como complementarios y no como  opuestos, como igualmente  válidos y no como uno en el centro y el otro en la periferia en la cotidianidad  y en lo universal.