miércoles, 19 de marzo de 2014

D. Personal, c. Cultural y n. Paradigma (77)


Desarrollo Personal, Cambio Cultural y Nuevo Paradigma (77)
               La metodología de  auto desarrollo  con la orientación de la salud integral (16)
 Desarrollo de la metodología(3)

La Disciplina  Individual (3)

Las reacciones emocionales que desbordan el proyecto de vida
2,3 Las reacciones emocionales “ negativas” con respecto  al`proyecto de vida.
 La etapa siguiente es de trabajo con las llamadas emociones negativas. Desde el enunciado, se hace necesario advertir que esta parte de la metodología es la que más puede producir distancia con algunos “especialistas” y con la población, en general. Al mismo tiempo, tiende a ser la más cercana para los partícipes en esta disciplina.
Desde el referente de salud integral, se parte del supuesto que hay estados emocionales que «angostan» la conciencia, que hacen perder perspectivas, capacidad de armonía, amplitud. Son estados en que hay un malestar psíquico, una vivencia de pesar, de desagrado, que hace decir «estoy mal». Nos referimos a la ira, a los celos, a la envidia, al rencor, a la ansiedad, a la depresión, encarándolos desde su lugar en las situaciones definidas en que aparecen como reacciones  desproporcionadas ,ajenas al proyecto  de vida, frente a determinadas circunstancias.

Por lo dicho, se acota que no se está enfrentando un estado depresivo o ansioso, o un episodio orgánico de violencia incontrolable. El centro está en las emociones reactivas. Un ejemplo clásico, con resonancias en los grupos de salud, es el de la reacción de agravio sensitivo cuando alguien habla del equipo y olvida mencionar a una determinada profesión. En las parejas, fuera de las celotipias patológicas, está el ejemplo de la reacción molesta porque faltó un llamado telefónico o no se desautorizo a un tercero que llevo a cabo una mirada provocadora fugaz.

Se hable de «negatividad» en el sentido de salud, de reacciones que llevan al desgaste, que copan energías, que separan de las metas en la vida. No se está haciendo  una descalificación ética.

Lo que se pretende es que la persona vaya tomando conciencia, identifique sus propensiones, las situaciones y las reacciones que lo desbalancean, que aprenda una determinada técnica, ahincada en un convencimiento, que le permita, paulatinamente, subir el umbral de sus reacciones, hacerlas menos destructoras, más medidas.

Contra lo que pudiera pensarse, no se trata de inhibir ciertas emociones, es ir avanzando en la autoconducción de la conciencia, creciendo hacia una mayor autonomía para poder desarrollar las potencialidades personales e integrarse con los otros.

El recurso que se plantea es, junto con asimilar la propia tendencia a ciertas reacciones desfavorables, ir adquiriendo confianza en que pueden producirse cambios, y practicar, concretamente, la imaginería en relación con los estados afectivos, una fantasía tranquilizadora hacia la instancia concreta en que se reaccionara, a la descripción y la evaluación con cierto desequilibrio.

No se espera que la persona estaba sus emociones negativas, sino que las vaya superando en un proceso orgánico, en un crecer hacia más salud.

Se guía, en forma habitual, partiendo de una constatación del recorrido que ya se ha efectuado:


«Estamos haciéndonos una demostración del método individual, nos encontramos en la revisión diaria. Ya pasamos por la descripción y la evaluación, ahora vamos a fijarnos en nuestras emociones. Hay momentos en que reaccionamos con alegría, con compasión, con asombro. Otras veces, pasa algo y nos afectamos de una manera que, al contrario de las situaciones anteriores, nos sentimos mal y es como si nos achicáramos, nos empequeñeciéramos. Son la rabia, el rencor, los celos, la envidia, la ansiedad, la depresión. Es un estar mal, a consecuencia de algo, en que después nos damos cuenta que nos hemos descentrado, que estamos actuando como si no fuéramos nosotros mismos. Nos gustaría haber reaccionado en otra forma. Sabemos que podemos hacerlo, que no es necesario quedar fijados, dando vueltas en algo sin poder recibir lo que pasa en forma libre, suelta, con un buen uso de las capacidades.

Tratemos de recordar en estas 24 horas.... tuvimos un momento de "mala" exagerado, innecesario, una reacción desmedida. Veamos.... si no encontramos, movámonos hacia atrás..., tratemos de recordar... una reacción exagerada, que no nos gusta, que podría haber sido distinto.

Miremos ese momento malo, ayer, o más atrás. ¿Qué ocurrió exactamente? ¿Quiénes actuaron, qué hicieron? ¿Cuál fue nuestra reacción, cómo fuimos afectados? ¿En qué sentido cambiamos? ¿Cuánto duró, queda algo de ello ahora? Representémonos todo lo que pasó, pero cambiemos algo: nuestra reacción. Es decir, veamos de nuevo lo que paso, pero imaginemos que reaccionamos con absoluta tranquilidad ‑es una fantasía‑, imaginemos que nos mantuvimos serenos. Ese fue el gran cambio.... el único cambio.»

Al fin de esta fase, como en las anteriores, cabe la opción de abrir el campo para intervenciones y preguntas, o seguir con la dinámica .

Tal como en el caso anterior, aquí el radical de la integración es el que está en juego, el movilizar lo afectivo para hacer posible que se actualice la ecuanimidad.

De todas maneras, hay una directriz que es promocionada, la más distanciada de la cultura dominante, el desapego. Se espera que se Imiten las reacciones afectivas que están más ligadas al apego, al yo.











       INDIVIDUALIZACION










FOCALIZACION



CREATIVIDAD







DESAPEGO




COMPROMISO







SEGURIDAD



POLIIDIMENSIONALIDAD









          UNIVERSALIZACION






Los objetivos, en forma más general, de este trabajo con las emociones «negativas» son los siguientes:

a) Contribuir al autoconocimiento y la autoconducción de la vida emocional, con un enriquecimiento progresivo de la visualización de los límites y las posibilidades.

b) Hacer un aporte sustantivo a la «economía psicológica», al buen manejo de las energías, al rescate de capacidades, para enfrentar lo que se ha elegido como proyecto personal.

c) Crear condiciones para intervenir en los equilibrios psicosomáticos, siempre influenciables por las emociones.

d) Ayudar a discriminar entre perturbaciones «estabilizadas» de causa orgánica o psicológica, y las reacciones emocionales, de origen situacional.

e) Ejercitarla capacidad de utilizarla imaginación y de ponderar las fortalezas y debilidades que se tienen con respecto a ese recurso potencial.

f) Acercarse al estado de serenidad y visualizar el sentido que se le da en el proyecto de desarrollo personal.