Egoemia 6
En
la Fábula del huevo de Oro la
alta egoemia se expresa como avaricia y poder, el 5 del Eneagrama es un modo de fijación del yo en que el centro
gestáltico es la avaricia Otro ángulo de miras es el de la mitología. En ese contexto, al enfocarse el tema del
ego, a la luz de la ecología del yo, un gema central es el de la frivolidad, an
importante en nuetros tiempos. Allí es paradigmático el tema de Midas, el de la adicción al oro.
Ponemos al respecto una nota compartida hace 4 años.
Midas.
No podemos apartarnos de las
granda tareas del desarrollo humano, de
integrar nuestra pertenencia al mundo, a
la vida, a los humanos; de hacernos cargo de
nuestro crecimiento como persona vínculo o colectivo; de asumir nuestra
condición de seres finitos, transformadores de la superficie del
planeta, pero sujetos al misterio.
Nos apartamos, no asumimos esas
tareas, por miedo, por búsquedas de
poder, por el apremio por satisfacer deseos en forma inmediatas, sin
sentido de proyecto.
Todo ello cabe en la
superficialidad , tan propia de nuestra cultura, de la mayor parte de los
medios de comunicación masivos movidos por fines de lucro.
Es la frivolidad, cuya metáfora ha sido la seducción por el oro, con su expresión
masiva, actual en la imagen del
“poderoso caballero Don Dinero” .
El rey Midas, el del “toque de
Midas” que convierte lo que
contacta en oro, nos da un conducto para otra
metodología complementaria del bipir (breve imaginería poética intuitiva reflexiva),es el imc(
Intervención de mitos clásicos
Es un jardín de rosas
Por allí se pasea un rey No presta mucha atención
a las rosas. Está pensando en una anécdota
que le contaron sobre su niñez. Era de noche. El estaba profundamente dormido. Se le acercó
una larga fila de hormigas. Todas
llevaban sobre si un reluciente grano de
trigo. Los padres estaban atónitos . Una
hormiga grande se aproximó a la madre
,bajó su grano de trigo y lo lanzó hacia
ella. La madre lo tomó y sintió que en
ese momento el cereal se transformaba en
una pequeña monedita de oro. Fue tal su
exclamación de sorpresa que llegaron no sólo sus sirvientes ,
sino, presurosos , varios vecinos.
Todos fueron testigos de como las hormigas depositaban el
grano de trigo en la mesa contigua a la
cama de Midas y , luego,
presenciaron, o creyeron ver, que la monede se iba rodando a reunirse sobre la mesa, con los granos
El padre dispuso dejar todo sin mover hasta la mañana siguiente.
Al primer ademán del alba ,ya estaban todos rodeando la mesa.
Midas seguía durmiendo. En la mesa no
había una sola hormiga , ni un
grano de trigo, ni asomo de la moneda de oro.
En la mano del
niño, en vez del chupete, vieron
un grano de trigo del color del
oro, grande, que parecía
lingote.
Midas recordaba el relato. No dejó
de pensar en ello cuando dos de sus
sirvientes le trajeron, amarrado con ramas de rosas, a un anciano, visiblemente
muy bebido.
Midas lo reconoció.Era Sileno, el
padre adoptivo, preceptor y compañero de
andanzas del dios Dionisos(Baco).
Midas lo hizo liberar ,muy gentil,
y ofreció a su visitante un vaso de agua
. Sileno le dió una mirada
suplicante… Mida sugirió
llevarle a un río cercano para que se despejara un poco y …. postergara el vaso de vino.
Sileno , expansivo, entretenido
estuvo cinco días conversando y reanimándose, Midas, extasiado,
le escuchaba hablar sobre la India, sobre bacanales, sobre
la Atlántida . Entremedio, le
consultó sobre el episodio de los granos
de trigo. Ya sabes lo que le puedes
pedir a Dionisos , fue la respuesta de
Sileno.
Efectivamente, Midas y Sileno
fueron a ver a Dionisos quien estaba
preocupado por la ausencia de su antiguo
maestro.
Dionsos, emocionado por la
acogida dada a su amigo , le ofreció
a Midas que le pidiera
lo que él quisiera.
Midas no tuvo dudas. Anhelaba
hacer realidad el episodio de su niñez,
deseba, necesitaba, que todo lo que
tocara se convirtiera en oro.
Con cierta disimulada sorna, Dionisos aceptó el pedido. Midas
partió a su palacio . No bien cruzó la puerta del jardín, abrazó un árbol y no cupo en sí de gozo al ver como se convertía en oro.
Para salir de cualquiera duda, hizo lo propio con
una roca y volvió a producirse el
milagro.
Entonces, muy excitado, entró al
palacio y pidió una rica
comida de celebración. No pudo
soportar lo que ocurrió: sus
deliciosos manjares se vieron
transformados en objetos de oro .Llegó su familia y, sobrecogidos de terror se
mantuvieron a distancia, Partió a buscar
a una hija que todavía
no había llegado y ,para su espanto total, al abrazarla, ella , también, tomó la condición de objeto de
oro, de hija de oro,
Desesperado, imploró la ayuda de Dionisio, quien , clarividente , ya
estaba a la expectativa.
Le aconsejó a Midas que se fuera a bañar al río Pactolo.
Allí se dirigió el rey, angustiadísimo.
Se acabó su don de convertir todo en oro, su hijas re cuperó su humanidad y el
río Pactolo empezó a tener
arenas auríferas.
Y sigue en eso.
Sileno cobró su vaso de vino.
Dionisos trajo a Apolo a
conversar, a guiar a Midas. Según algunos
rumores, fue por eso, por lo de la frivolidad de Midas y de su
toque de oro, que Apolo intentó
educar a Midas haciendo que
le crecieran orejas de burro.
Esa es otra historia . Lo
que queremos decir , a propósito de la
frivolidad y de cualquier tema de desarrollo
humano, es que en el 2016, y en
cualquier tiempo, puede ser un
buen aporte el recordar los mitos
, intervenirlos e integrarlos.