domingo, 18 de marzo de 2012

Conversando sobre la Amistad (166)

Conversando sobre la Amistad (166)
Convirtiendo la Magnanimidad en Amos (18)
El tipo 9 del Eneagrama. El indolente, el pacificador, el reconciliador, el sanador el utópico, “nadie,” el consolador, el narcotizado, el_árbitro, el soñadpr…
Fue en 1968, en el momento de mayor despliegue de la cultura hippy. En San Francisco, junto a muchas otras iniciativas , en el barrio correspondiente a Haight Asbury, un grupo de jóvenes innovadores, fuertemente influenciado por Camus, abiertos tanto a la trascendencia como a la vida comunitaria y al diálogo interpersonal, guiaba la vida de una comunidad de unas veinte personas.
Era un grupo mixto en que , junto a cuatro personas de alrededor de veinte años, con un proyecto individual muy interiorizado en el camino de la utopía concreta comunitaria en el aquí y ahora , existía el resto de los participantes compuesto de menores de alrededor de 15 años que habían abandonado sus familias de origen y venían a refugiarse a esta tierra prometida de la amistad y la belleza.
La convivencia era muy permisiva. Se basaba en un trabajo voluntario rotativo con responsabilidades para el aseo, para hacer la comida, para los suministros y arreglos de la casa. En un principio, los cuatro “ inspiradores” hacían prácticamente todo. Los otros eran pasivos, flemáticos, agradecían lo que se les daba y casi nada más.
Los cuatro mayores eran muy esforzados, trabajando muchas horas tanto en el hacer un trabajo en la casa como en las conexiones con el resto de las acciones sociales , artísticas y espirituales que se realizaban en la ciudad.
Tenían mucho cuidado en hacer a los jóvenes explicaciones claras sobre las tareas internas y externas, sin presionarlos.
Un punto que los mayores consideraban importantes era reconocer que ellos también eran indolentes, fumadores de marihuana, que no se apuraban por nada, pero que ahora estaban en esta mega tarea de contribuir a un cambio cultural.
Los jóvenes agradecían, pero no reaccionaban, educados, simpáticos, no colaboraban en absoluto
Un día, el poeta Richard Brautigan solicitó la cooperación de la Comunidad para la edición de un libro de su autoría Era algo original. Un libro para plantar: un sobre en cuyo exterior iba un poema sobre una planta y , en el interior, las semillas de la misma. Mientras lo hacían, algo cambió. Fue como si se eliminara un muro . Los jovencitos se interesaron, fueron participantes , sugirieron formas de lanzamiento del libro: ¿ por qué no en un banco, en la policía? Todos se reían, distendidos.
Al final de la jornada, un joven pidió que se hablara sobre el amor fraternal. Ustedes siguen siendo como papás…dijo dirigiéndose a loa mayores. .
“Parece que se plantó una doña semilla de amor en esta comunidad tan trabajadora,” dijo el poeta, sonriendo.