domingo, 27 de enero de 2013

Conversando desde la Amistad (73)


Conversando desde la Amistad (73)
 Narciso, un mito, muy vigente en psicología y en el sentido común ,desde que lo destacó Freud, en 1910. Persoinaje con muchas implicaciones  para el desarrollo personal, entre las cuales cabe  destacar  el gran tema humano del sentido.
Narciso,  inseparable de Eco.
En apretada síntesis:
 De Eco dirían en el campo que era “acontecida “…
Fue violada por el dios Pan.
Se destacó como cómplice de Zeus en sus aventuras amorosas con las ninfas.
En una ocasión , Hera , la celosa esposa del Dios principal, llegó inesperadamente a las inmediaciones  de donde  Zeus  se  relajaba  en escarceos amotrosos  y , ante el riesgo de que descubriera  ,infraganti ,  las andanzas de su esposo, Eco empezó a  intentar distraerla   hablándole ,  con mucho detalle  innecesario,  de hechos  a su alcance, que no  tenían por qué  tener mayor sentido  en el mundo de una Diosa  mayor y de un ser celoso , cualquiera    sea su status.
Hera no se dejó engañar,  la locuacidad de Eco  no le sonaba  a algo natural , propio de una simple mujer verborreica. Sin mayor trámite, dio por sentado de que  existía un trasfondo y en ello estaba implicado  su   marido, el  todopoderoso en todo menos en su casa.
Interrumpió  a Eco y le exigió que contara  la verdad.  Interpelada en lo profundo ,aterrorizada,  recordando  su trauma   por la acción del  varón Pan,  la ninfa  confesó  cuál era el trasfondo de su aparente incontinencia verbal.
Enfurecida, Hera  proyectó en ella  su  ira   furibunda  con su cónyuge y le dió   como castigo   el  no poder hablar con autonomía,  siendo  forzada  a sólo repetir lo último  que  escuchara. Era  ECO,   para siempre, en el rol de  quien habla y no se  puede comunicar, en castigo por  querer que  otra  no se enterará de la verdad , perdiera el sentido  de su realidad.
Ya siendo Eco víctima de estar sumida en el eco, se enamora  de Narciso.
Narciso  era hijo del río Céfiso y de la ninfa Liríope.
El río  Céfiso interrumió su curso  para dar una vuelta  en redondo e inmovilizar  a Liríope , viviendo el amor  del  agua   a un ser vivo , libre como el  agua.
Cuado nació el hijo, Narciso, de apariencias humanas, la madre fue a consultar al adivino Tiresias sobre  el porvenir y los cuidados necesarios para este niño hijo de un río.
Tiresias, ciego y vidente,  palpó al  joven y expresó, lacónico como  el oráculo de  Delfos: “vivirá muchos  años  si no se conoce a si mismo.”.
Fue un niño , un joven,  de un  tremendo atractivo, Producía enamoramientos románticos, apremiantemente sexuales,  obsesivos, tóxicos, en personas de ambos sexos. Narciso permanecía  indiferente y rechazaba insinuaciones y apremios.
Amintios, uno de sus admiradores rechazados, se suicidó, destrozado, no sin antes vaticinarle  una muerte   violenta.
En una  ocasión, Narciso , de caza con un grupo , se separó  de sus acompañantes.  Al no encontrarlos, empezó a llamarlos a gritos.  Una sincronía hizo que por allí pasara Eco y, deslumbrada,  empezara  a  repetir   los llamados de  Narciso, creándole una gran confusión. El equívoco  culminó  cuando Narciso, creyendo dirigirse  a algún  miembro del  grupo  dijo “ven” y Eco  , repitiéndolo, corrió a sus brazos.
Narciso la rechazó, Eco, viendo todo negro,   se dirigió    a una montaña     y en ese ámbito ,  desesperada , se fue  convirtiendo en piedra y las piedra  los árboles, d los montes   empezaron  a  ser fuentes de ecos.  De alguna manera, manteniéndolo hasta ahora.
En otra oportunidad, Narciso, cansado , sudoroso, después de una larga excursión, esta vez solitaria, divisó una poza de agua cristalina, de inmediato  se acercó  y se reclinó , deseoso de beber  y de refrescarse. Antes de lograrlo, vió, sin reconocerla ,su figura en el agua. Se  fascinó,   fue  cono una revelación, una epifanía, un momento cumbre, algo  muy significativo, un imán irresistible. Le habló, sin obtener respuesta,  sentía   la vecindad de un Paraíso inaccesible. Perdió todo contacto  con la realidad, la mente,  la vista , la atención   poseidas  por esa figura maravillosa que parecía llenarlo en forma irresistible. Pasaron días ,  se fue debilitando,  terminó por morir .
Llegaron , dolidas  todas la  ninfas  de la comarca . Lo creyeron  ahogado. En el agua  absolutamente transparente no había cuerpo alguno. Sin embargo,   notaron la  aparición de una planta  con flores llamativas. No la conocían  Desde  entonces,   recibe el nombre de Narciso.

Eco está asociada al eco.  El mito  permite   tener una forma de relacionar  eco con continuidad,  con  falta de sentido, en este caso, el del personaje  Eco. El no asumir la continuidad de sentido entre   el haber sido violada y  la infidelidad de Zeus y el sufrimiento de Hera  e, incluso, el abordar   a Narciso   sin diálogo previo,  directamente  en búsqueda del encuentro piel con piel  y no persona con persona.
La transparencia  fue fatal para Narciso, por que  lo puso en presencia de sí mismo sin  que pudiera verse como tal. Los   demás veían su exterior  sin   llegar  a él . sin  percibir  que era otro,otro ser El no aprendió a verse   a sí mismo.  Los demás lo veían como su padre río rodeó  a su madre Liríope. Narciso  seguía  su curso…como los ríos
Siguiendo el vaticinio  de Tiresias,  ¿murió al conocer su lado paterno , su imagen en el agua?
Narciso, a lo mejor,   no era narcisista…
No buscaba que lo quisieran, no pretendía figurar, no ostentaba nada, ni siquiera su físico, cuando se vió a si mismo  no se reconoció , se enamoró de “otro”.

  Atractivo como su madre  ninfa, ensimismado como su padre  Río,  el acto de conocerse  lo  sobre pasaba, no  tenía las condiciones  para    conocerse, para un para sí, para  ser humano Ni espiritual    como su madre, n i material  como su padre, su destino era  ser  vegetal ,  y, en  ello,  una bella flor.