viernes, 18 de septiembre de 2015

Revista Co Incidir Septiembre 2015 séptima parte

Con ánimo, en un camino solidario,irán las dos última partes de una

Revista :
Co.incidir 19
 Septiembre 2015
Séptima parte
Descripción: Descripción: wallpaper-pintando-el-mundo-425192

Palabras e imágenes donde se encarnan sentires amistosos, deseos de diálogo entre quienes, transitando por caminos sociales, por puentes interpersonales, por búsquedas interiores, por los rigores de la ciencia, por desfiladeros filosóficos, por los horizontes espirituales, por senderos metafísicos, por jardines poéticos, por  el compromiso con el juego de los niños… van  anhelando y construyendo una  cultura  de paz, de justicia, de armonía  con la naturaleza, de relevancias  del sentido.

“Protegedme de la Sabiduría que no llora, de la Fiilosofía que no ríe y de la Grandeza que no se  inclina hacia los niños”
Khalil Gibrán


Redes y agrupaciones Co.incidentes
Un abrazo a algunas agrupaciones amigas
Saludamos  con mucha amistad y alegría a:

Las Revistas
  Insomnio, Monde Diplomatique, Occidente,  Polis, Mensaje, Aquí Las Cruces, Iniciativa Laicista,  la  Revista de Educación de Adultos y Procesos Formativos de la Universidad de Playa Ancha,
 la Publicación Periódica Reportaje a la  Cultura Contemporánea de Oscar Román  y  Silvio Roncone, las publicaciones virtuales  Algarrobo al Día  y Aquí Las Cruces.   El diario  Crónica  Chillán

¡A completar!

 Las Editoriales 
Lom, Cuarto Propio, Ril, Tralcamahuida, Caballo de Mar, Ambos, Una temporada en Isla Negra, Manual Ediciones, Primeros Pasos,  Ediciones Lolita y Eutopía

¡A completar!


Las agrupaciones

Agrupación Cultural de Las Cruces, las iniciativas Alegrémicas,
La Municipalidad y diversos grupos de trabajo de Quillota
 El Proyecto Aurora,  la Casa Museo Pablo Neruda de Isla Negra, Casa Museo La Sebastiana, Valparaíso,
 La fundación Vicente  Huidobro  de Cartagena, el Centro  Huara de medicinas integrativas,
Centro Índigo, Corporación Arte y Ecología, El Canelo de Nos,
Instituto del Bienestar,
Las Coincidencias, Los Azules, Artesanos de la Plaza Eladio Sobrino de Isla Negra,
Chile Inteligente, Centro de Estudios para la Calidad de Vida,
Cons-pirando, Departamento de Cultura del Colegio  Médico de Rancagua,  del Departamento de Cultura del Colegio Médico de  Santiago,
Instituto del Pensamiento Complejo, Líderes Culturales,
Poetas del Mundo, Matices  
Grupo Sueños (de médicos poetas), Universidad de Chile,
Universidad de Valparaíso, Usach,
Yohanan (Centro de Medicina Antroposófica)
La Nave Imaginaria de Isla Negra
 Grupo La Runfla,  Grupo  Matices,
Grupo Educación para  el  Desarrollo Humano
Grupo Desarrollo Espiritual, de Pucón, Grupo Paranormales,
Programa Hermandad Literaria,
Comunidad terapéutica de Peñalolén,
Centro Arqué,
Centro Tremonhue,
Taller Literario de Adulto Mayor, La Mampara,
"Academia de Estudios e Investigación Complexus Edgar Morín. AEICEM"
Proyecto de agrupación de médicos escritores latinoamericanos
Amistad Esquina de Pocuro con República de Cuba de Santiago, Grupo  de Gerontología  del Hospital Piñero de Buenos Aires.

¡A completar!



¡Ayúdanos a completar, a ampliar la red de Co.incidir!
Envíanos tus redes co.incidentes, nombres de grupos, revistas, agrupaciones, centros, etc. Tenemos que propagar la gran red co.incidir por todo el mundo, propagar la gran co.incidencia de co.incidir en ver un mundo más azul.






















Sección: LA PLAZA DEL DESARROLLO PERSONAL, EL CAMBIO CULTURAL                    Y DIMENSIÓN POÉTICA DE LA VIDA

 
C
 
Luis Weinstein
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OPTIMISMO HUMANIZADOR Y MIRADA INTEGRADORA

Carmen Ibarra en la Casa de las y  los líderes integradores
(Prólogo del libro de  Carmen Ibarra El Cuerpo, mi Casa)


C
omo en una caja rusa, nos situamos en casas que están  unas dentro de otras. Carmen destaca la Casa íntima, entrañable, inseparable, la que indudablemente  no podemos  dejar  de confundir  con  nosotros mismos. Es nuestro cuerpo.
Nuestro  cuerpo, a su vez,  vivo dentro de nosotros,  con nosotros,  en los lazos significativos, en la naturaleza, en el universo, en el multiverso, en  la existencia, en la trascendencia y su misterio.
Así, empezamos la lectura con una gran señal  fraterna. La tentadora, esperanzadora, la que nos acompañará en toda la lectura. La que nos decidirá a  tener  este libro cerca de nosotros, como otra casa  amigable, en el dominio  del vivir  diario, el del  proyecto de vida, el de la opción por la salida del  laberinto que rodea la vida  actual.

 Vivimos siempre con el desafío  de integrarnos. Ello es, por cierto, un imperativo ético, una exigencia de salud integral, una tarea de sobrevivencia.

Es la hora   de reconocer  nuestras casas, partiendo de la Casa del Cuerpo. Del cuerpo propio y el de las otras y de lo los otros, del cuerpo de la humanidad, del cuerpo de la vida.

Vivimos una crisis de sentido. Pasivos, navegando  inconscientes  en  el consumo, en la separación con el mundo y con las otras y los otros, con armamento nucleares capaces de dar muerte a toda la superficie del planeta y a su más conspicuo habitante , en conflicto con la naturaleza,  con guerras y violencias fratricidas, con la desigualdad  en  peligrosísimo aumento, con la evasión en las drogas,  con una  pérdida de sentido en medio del fervor y la hipnosis de la sumisión a las ofertas de una  espectacular innovación tecnológica en viscosa unidad con la trivialidad y el mercado, vamos sintiendo un gran vacío, se empieza a percibir, difusa , no integrada, casi sin cuerpo, la necesidad de reexaminar la historia de la especie, de asumir  que  somos homo habilis y no homo sapiens, de tomar conciencia de nuestra complejidad, de nuestras posibilidades y de nuestros límites.

Es el tiempo de ahondar en quienes somos y de cómo podemos  evolucionar, empezar a colaborar con la vida,  a completarnos, a  dejar el narcicismo de especie, a asumir nuestra responsabilidad de seres conscientes.
El proceso ya ha empezado, surgen corrientes e individualidades de científicos, de activistas sociales, de movimientos espirituales, miradas holísticas en  salud y en  educación, emerge la reinvindicación de la poesía…

Sin embargo, el tiempo apremia. Las iniciativas críticas o innovadoras tienden al aislamiento, a la indiferencia o a la  descalificación del otro, por más afín que sea.

Este libro  no tiene una retórica de la integración. De la alarma  ante la crisis, de la auto promoción. Vive  su propuesta, ella está en su cuerpo, lo vive como  casa propia.

Aquí, encontramos la nutrición, con fundamentos y  con precisión, de la prosa y la intuición y la sensibilidad de lo poético, incluso su actualización mediante versos que debieran perdurar.

  Este libro sitúa la perspectiva, el aporte personal de Carmen de Gimnasia Pilates integral, en  consonancia, en amistad, en casa común con la historia de la relación con el cuerpo y con su vasto panorama  vigente  de orientaciones  y de  propuestas operativas.

 Es, además,  un libro orgánico…Se lee, se siente detrás suyo, consigo, años de experiencia,  de  trato con  diversas miradas y prácticas. Metabolizando,  eligiendo,  creando un aporte  personal, con perspectiva   y bien asimilada  visión de conjunto.

Detrás de la  obra está  un espíritu personal. Carmen habla  de un optimismo biológico. Ella lo tiene. Está escrito con sangre, como le   sugirió Arístides Rojas.  Con esa sangre del cuerpo propio y  del  cuerpo   de lo humano en su búsqueda de evolución, con la sangre del compromiso y del amor a la vida.

Gracias, Carmen por este libro para plantar, para que luzca sus flores y sus frutos,  para  enraizar,  para que dé muchas semillas en la tarea y el goce de reivindicar la relación  con el cuerpo, de escucharlo, de guiarlo y de  aprender de él .

Gracias, por  este ejemplo de apertura a la sinergia con quienes, desde diversas perspectivas, están, consciente o inconscientemente, en  la tarea de la formación, de la transformación,  de la integración, para convertir la crisis universal en oportunidad para llegar a un desarrollo  humano que milite en la vida.

Gracias por tu optimismo tan ecológico: biológico-psíquico-ético-social-poético – espiritual.








LA FORMA Y EL ACERO

(Para  Cristina  Pizarro y  sus esculturas  de  Acero)

Ella y él se presentían:
la Forma
en nostalgia  de permanecer
Acero,
soñando  rostros transeúntes.


La Creadora,
cobijó,
profundo,
las dos miradas.

Bailando,
lunas libres,
nacieron las esculturas.

 

 

 

Hablando de la Egoemia


Entre las informaciones difundidas por el antiguo agente Raiinden, se encuentra estas  conversaciones,  captadas con un extraordinario sigilo.


Hablando en la Real Academia Española(RAE)

Señor de gafas oscuras con una cadenita de oro:
“En una revista virtual  se está usando la palabra egoemia”
Risas en la sala.
Un señor de levita  oscura se levanta  indignado
“Es inadmisible, es una idea mía, está en mi  Diario”
Cambia el clima de la reunión. Desaparece todo asomo de hilaridad. Se siente como se confunden la ira y la consternación.


Hablando en una reunión clínica en la Universidad de  Harvard

Se está presentando a un enfermo con una anamnesis próxima y  remota, un examen físico y una  batería de exámenes de laboratorio muy completos. Muy bien centrados. Muy  orientados  hacia la evidencia.
Un alumno pregunta, con timidez, ¿Y…cómo anda la egoemia?
“Los payasos para fuera”,  responde el profesor, totalmente fuera de  sí, aquí estamos en algo serio.

Hablando en un encuentro de  personas  supuestamente muy próximas a la iluminación.

Una joven muy cercana al maestro: “Me pregunto si nuestra atención al ego no nos arrastra, a veces, a no encaminarnos en una  ecología del yo abierta a compatibilizar el amor y el desapego… la individuación y la visión universal…
El maestro la mira con distancia, sin disimular un dejo de decepción y cansancio.
Un ayudante se apresura a interpelarlo y dice; “es una pregunta desde el ego.”
Otro  no se retiene y dice: “sí, si  existiera el examen  ella tendría  la egoemia bien alta.”
La joven lo mira, y llorosa y dejando la  sala, dice: “sería bueno que todos   pudiéramos  medir  nuestra egoemia”


EL ENEAGRAMA Y LA FORMACIÓN  PARA ENFRENTAR LA CRISIS DEL DESARROLLO HUMANO

Del libro  Los mundos  del Eneagrama
Miradas desde Chile
Mariana Parga y Eduardo Yentzen editores
Descripción: C:\Users\MariaAlicia\Documents\Mis Documentos\AZULES\COINCIDIR\coincidir19\eneagrama1.jpg
El Eneagrama es una aproximación al ser humano desde las fijaciones del ego. Su origen se pierde en el tiempo.


Texto personal
Primera parte

La macrocrisis y sus diversas manifestaciones.
“Nosotros las civilizaciones, ahora sabemos que somos mortales”. El dictamen de Paul Valéry, escrito después del fin de la primera guerra mundial, tiene vigencia, interpela, cerca de setenta años después de concluida la segunda guerra mundial.
A pesar de ello, la aseveración requiere ser actualizada. No se puede decir que tenemos conciencia de la crisis y menos que sabemos que somos mortales. No lo sabíamos, ni hace cien años, al inicio de la primera guerra mundial, ni ahora, siglo veintiuno, con gran parte de la población del mundo seducida por los placeres del consumo y los avances de la tecnología y/o exaltada por creencias absolutistas.
La crisis está muy presente y, desbordando la historia humana e, incluso nuestra especie, es una amenaza para la propia existencia de la vida. El homo sapiens ha puesto en riesgo la salud de su nave espacial y temporal. Es una crisis en muchas dimensiones. Haciendo una síntesis, podemos agruparlas en cinco grandes componentes.
Se trata, en primer término, de graves amenazas a la supervivencia procedentes de la posible extensión de guerras que ya están en curso o por el desencadenamiento de una en  mayor escala, cruzándose en su génesis intereses económicos, geopolíticos y diferencias culturales.
No procede dejar de lado, al respecto, las implicaciones del inmenso arsenal nuclear y su posible utilización accidental o intencional.
Existe, en segundo lugar, la ruptura total del equilibrio ecológico, situación ya casi fuera de un posible control.
No menos amenazante, en tercer término, es el agravamiento de los problemas humanos, el drama de la coexistencia.
Se lo puede resumir en tres grandes pobrezas: la de la miseria económica  de una parte de la humanidad, la de la escasez de perspectivas espirituales de la mayoría de los humanos, la de la pobreza en relaciones de humano a humano.
Allí, se encuentran los grandes temas del poder, del mercantilismo, del autoritarismo, de la dependencia en las drogas, de la soledad, la indiferencia, la violencia. Allí, la gran polarización en los paradigmas, el de la trivialidad y el individualismo enfrentado a la exaltación del fundamentalismo dogmático.
 Por otro lado, en cuarto y no menor  lugar, es componente de la crisis el hecho de que no hay una conciencia generalizada de la crisis, tanto en los proyectos personales, como en la micropolítica y la política nacional e internacional.
Si ella existe,  se opaca, se desencanta, se neutraliza con la pérdida de la confianza en los grandes referentes de las religiones organizadas, las utopías sociales y la propia ciencia. Ésta, por otra parte, es cautivadora por su brillante desarrollo y su expresión en la tecnología de ritmo acezante.
Como en toda crisis, en esta grave amenaza se da, también, una oportunidad. Se abre un espacio, no sólo para salir del laberinto, sino para entrar a un territorio promisorio, de mayor salud.
Es el quinto componente. El esperanzador. Hay, aquí y allá, un conjunto de respuestas, por ahora aisladas. En gran parte, incomunicadas,  a veces, en competencia, rara vez sinérgicas, que podrían llegar a constituir sentido común,  un nuevo paradigma cultural básico.
Se trata de movimientos culturales, como los de la paz, la ecología, los derechos y responsabilidades humanas, son tendencias en búsqueda de la educación para la vida y de la salud integral, son caminos espirituales renovados, son aperturas en la ciencia con la física cuántica, la teoría de sistemas, la parapsicología, la psicología humanista y transpersonal.
En el centro de esas perspectivas se encuentran las elaboraciones, las esperanzas, en torno a avanzar hacia un nuevo modelo básico de cultura, de convivencia: un nuevo paradigma cultural básico.
Un paradigma…un paradigma integrador, pacifista, inclusivo, afirmado en la justicia, ecológico, complejo, con apertura a la trascendencia.

Los nueve tipos del Eneagrama, en forma de pequeños duendes, llegan al planeta del Principito.
Los dioses Higia y Cuidado, que trabajan con nosotros, nos  pidieron que viniéramos a verlos, expresó el goloso entusiasta.
Por suerte vienen precavidos de tan poca estatura, dijo el Baobab, me ha pasado. La rosa le interrumpió dando una alegre bienvenida.
Antonio, el Principito, les saludo con mucha amabilidad, ofreciéndoles jugo de baobab.
 El tipo nueve miró al grupo, como temiendo una burla o algún ademán  poco cortés.
Todos parecían bien aleccionados y contestaron afirmativamente, con sobriedad y cordialidad.
 Antonio señaló el contexto del encuentro:
Higia y Cuidado nos  hablaron de ustedes y de lo representativo que son para los humanos. Como yo, además de ir a la tierra visité vatios planetas…
En algunos encontraste a alguien parecido a alguno de nosotros, interrumpió, jovialmente,  el  Vanidoso.
 Eso de parecido y  diferentes es relativo, contestó, con rapidez, Antonio.
Prosiguió hablando: Me dijeron que jugáramos a las preguntas…
Te conocen, saltó  la Rosa. Con picardía.
La  pregunta es algo que no supe hacer contigo, reconoció Antonio, ya en evidente tono de jugar  a la verdad.
Quiero hacer la misma pregunta a cada uno de ustedes: de acuerdo con sus experiencias,  ¿qué énfasis debían establecerse en la formación para salir de la crisis del desarrollo humano? ¿Por dónde se podría empezar a desatar este nudo que nos tiene entre la trivialidad y la exaltación?
Quiero salir de la ansiedad, dijo el tipo sumiso, miedoso, complaciente, leal, el “tartamudo mental” el llamado Seis. No sé  si será válido, pero  hay una, entre muchas historias  que me han contado Higia, el Cuidado, Quirón el Centauro y Atenea, que bien viene al caso.
Era en tiempos de la segunda guerra mundial. Francia había sido derrotada y existía una zona ocupada por los alemanes, con París como centro y otra, no ocupada, presidida por el mariscal Petain, cuya capital era Vichy.
Pierre, de origen campesino, fue encausado por sus padres para  seguir el oficio de policía.
En un momento dado, el agente secreto alemán que asesoraba a la policía  de  Vichy encargó a  la policía francesa que vigilara una reunión de celebración de cumpleaños en que suponía  que llegaría un resistente. La idea era poner un dispositivo para escuchar y grabar  la reunión, sin interferir en ella, procurando  obtener toda la información posible.
Pierre fue el encargado de  llevar a cabo la  misión, en el más absoluto secreto. Había dado  pruebas de una absoluta lealtad a la institución policial.
Llegó el día de la reunión. Pierre, en su habitación, empezó a  escuchar los pormenores del encuentro. Pronto, percibió que había, efectivamente, una reunión de  cumpleaños, cálida, festiva. Sin embargo, los homenajeados eran dos, aquel del que se había informado a las autoridades  y…un miembro de la resistencia, un vecino, desaparecido en la clandestinidad.
En un momento dado, el resistente dio algunas informaciones sobre lo que estaba pasando, las detenciones, los enviados a campos de concentración, lo concerniente a los muertos  en la frontera española… 
Pierre se sintió  impresionado. Él era leal, pero en la reunión se hablaba de una  lealtad  a un valor muy precioso, a la vida humana,  a la libertad. Sintió que algo se le  aclaraba.  Nunca  había sentido tanto miedo. Nunca  había estado más decidido a afrontar  peligros.
Manipuló la grabación hasta dejarla libre de cualquiera sospecha, dejándola con un sólo festejado, sin ninguna información   comprometedora.
Al día siguiente citó al festejado original, le explicó todo lo sucedido y... pidió el ingreso a la resistencia. Se estableció una relación de confianza básica entre dos personas, ambos en peligro de muerte, dependiendo el uno el otro. Fue el inicio de esa  amistad y de muchas más después de la liberación.
Siento que la lealtad tiene algo conmovedor y convocador. El tema sería integrar la lealtad hacia uno mismo, hacia el otro significativo, hacia los seres humanos…hacia la coexistencia.

Gracias, dijo Antonio. Es como si del lado conservador del temor  emergiera una forma de lealtad y del innovador otra dimensión de la lealtad y que  ambos  se proyectaran como amigos dela vida…
 También a mí me cuesta integrarme, expresó el pacificador, el “nadie”, el  árbitro, el soñador. El llamado Nueve.
 Tal como el amigo Leal, voy a  contar  algo de otra parte y de otro tiempo.
Fue en 1968, en el momento de mayor despliegue de la cultura hippy. En San Francisco, junto a muchas otras iniciativas, en el barrio correspondiente a Haight Ashbury, un grupo de  jóvenes innovadores, fuertemente influenciado por Camus,  abiertos tanto a la trascendencia  como  a la vida comunitaria  y al diálogo interpersonal, guiaba la vida de una comunidad de unas veinte personas.
Era un grupo mixto en que,  junto a cuatro  personas  de alrededor de  veinte años, con un proyecto  individual  muy interiorizado en el camino de la utopía concreta comunitaria en el aquí y ahora, existía el resto de los participantes, compuesto de menores de alrededor de 15 años que habían abandonado sus  familias  de origen y  venían a refugiarse a esta tierra prometida de la amistad y  la belleza.
La convivencia era muy permisiva. Se basaba en un trabajo voluntario rotativo con responsabilidades para el aseo, para hacer la comida, para los  suministros y arreglos de la casa.  En un principio, los cuatro “inspiradores” hacían prácticamente todo. Los otros eran pasivos, flemáticos,  agradecían lo que se les daba  y casi  nada más.
Los cuatro mayores eran muy esforzados, trabajando muchas horas tanto en el hacer un trabajo en la casa como en las conexiones con el resto de  las acciones  sociales, artísticas y espirituales que se realizaban en la ciudad.
Tenían mucho cuidado en  proporcionar a los jóvenes explicaciones claras  sobre las tareas internas y externas, sin presionarlos.
Un punto que los mayores consideraban importante, era reconocer que ellos, también, antes,  eran indolentes, fumadores de marihuana, que no se apuraban por nada, pero que ahora estaban en esta mega tarea de  contribuir a un cambio cultural.
Los jóvenes agradecían, pero no reaccionaban, educados, simpáticos, no colaboraban en absoluto.
Un día, el poeta  Richard Brautigan  solicitó la cooperación de la Comunidad  para la edición  de un libro de su autoría. Era algo original. Un libro para plantar: un sobre en cuyo exterior iba un poema sobre una planta y, en el interior, las semillas de la misma. Mientras lo hacían, algo cambió. Fue como si se eliminara un muro. Los jovencitos se interesaron, fueron  participantes,  sugirieron  formas de lanzamiento del libro: ¿Por qué no  en un banco, en la policía?  Todos se reían, distendidos.
 Al final de la jornada, un joven pidió que se hablara sobre el amor fraternal. Ustedes siguen siendo como papás, dijo, dirigiéndose a los mayores.
        “Parece  que se plantó una doña  semilla de amor en esta  comunidad  tan  trabajadora,” dijo el poeta, sonriendo.
En fin, creo que el relato dice algo: Lo queramos o no, hay una minoría crítica avanzada  que es  insustituible, dijo el Pacificador.
Sin embargo,  dijo la rosa,    mismo señalas que la imaginación  puede abrir caminos para el contagio de los más convencionales  los más…indolentes,  añadió el soñador, sonriendo.

 Y qué dice el campeón, manifestó el Baobab, interpelando al autoafirmador, injurioso, atropellador, insensible, el ocho.
Me  debes una, expresó,  guiñando un ojo, el  antisocial, ahora un duende  amistoso.
Voy  a ir más atrás con una historia y su consiguiente   “moraleja”
Los despóticos también tenemos un mundo muy distinto dentro de nosotros…
Una pincelada sobre Gilgamesh
Los mitos son  poesía de los pueblos y se comparten en son de amistad.
El mito sumerio de Gilgamesh, el escrito conocido más antiguo de la historia humana, refleja, de alguna manera, la visión popular, poética, sabia y espiritual, de cómo se puede dar la llegada al amor desde la  experiencia de vida de cualquier ser humano y para un ser humano puesto en el poder de  dominación.
Gilgamesh, rey de Uruk, tres cuartos inmortal y un cuarto mortal, era un gigante fortísimo, atropellador, violador, verdadero tirano de sus súbditos, que no reconocía límites en sus desmanes.
 Alarmados, los dioses dispusieron la creación de un rival, a su altura, Enkidú. (Primera  presencia del amor en el relato, amor de los dioses a los humanos). Enkidú, individuo salvaje que convivía con los animales, es socializado  y encaminado al encuentro  de Gilgamesh por una hieróndula, prostituta sagrada (segunda  aparición del amor).
 Gilgamesh y Enkidú  se enfrentan en una lucha  cuerpo  a cuerpo, en presencia de los habitantes de Uruk, que termina indecisa y con el nacimiento de una gran amistad entre los contrincantes (tercera referencia al amor en una cierta correspondencia   con  un personaje  del tipo mío.)
Los dos amigos emprenden, en conjunto, una muy arriesgada aventura que  los enfrenta a algunos dioses. Tienen éxito, pero ofenden a una diosa,  quien proyecta  sobre Enkidú una enfermedad   mortal.
 El fallecimiento de Enkidú provoca un gran dolor en  Gilgamesh (cuarta  aproximación del amor).
El rey, muy perturbado por  el tema de la muerte, emprende un largo y muy azaroso viaje en pos de obtener el poder de la inmortalidad. Está  a punto de conseguir el gran medio, tiene la posesión de la planta de la inmortalidad… pero se la roba una serpiente. (Siempre la serpiente en estos papeles...)
 El mensaje de conjunto del poema es el de la posibilidad de  identificarse, llegar a sentir  amistad por el propio Gilgamesh,  quinta y más importante aparición del amor. Identificación, acercamiento, amistad, amor de parte de un rey, tirano cruel,  por simbolizar a pesar de sus rasgos personales, el gran tema, el drama, de la  mortalidad del ser humano.
El magno poder de Gilgamesh, el tirano, se metaboliza…se transforma en amistad, en amor fraternal  en la coexistencia, en la finitud, en la mortalidad.
 En otras palabras, dijo Antonio, hay que separar la prepotencia del poder  y eso aparece cuando el rey, un príncipe como yo o cualquier ser humano vive ese gran centro de la coexistencia que es el amor de amistad.
Perdón, pero veo que estamos en la misma orientación, la ayuda es  el sentido, expresó el ahora duende, orgulloso, superior, ayudador, necesitado de amor, falso generoso. El conocido como el Dos.
Voy a ser más sintético  que mis importantes  compañeros…
Me remitiré a intentar cooperar con una experiencia de “eneagramamanía”…
En un taller de Eneagrama, un concurrente, identificado  como del  tipo dos, contó de sus avances en el  proceso de trabajar en la perspectiva  de estar en contacto con sus necesidades y las de los otros, de ser un  dos  sano, camino a rescatar la importancia de la libertad y la no instrumentalización de los demás.
Emergieron las  perspectivas  de los siguientes  logros:
Aportar a que otras personas sean conocidas como  dadores de servicios.
Profundización en el conocimiento de las  debilidades personales.
Apertura a reconocerlas  ante los demás.
Integrarse a actividades de un “dar” anónimo y universal, en solidaridad, ecología, desarrollo personal y  desarrollo humano.
           Integrar en  el trabajo ejercicios de cambio de roles, en  la perspectiva de   disminuir el narcisismo  y promover la auténtica amistad.
Destacas la sombra detrás de éste y los demás méritos, dijo  Antonio.  Así se va neutralizando un aspecto del autoritarismo, la dependencia.
Y es una doble dependencia, otra es la del ayudador en  su estrategia   de sentirse salvador, superior, una arrogancia que busca negar un vacío… planteó el lujurioso, el llamado ocho.
 Intervino el sermoneador, el iracundo, el perfeccionista: vamos siguiendo un orden interesante; grandes temas de la historia y la cultura, experiencias acotadas del trabajo formativo… yo deseo  ir más lejos,  algo pequeño…y hermoso. Una anécdota  familiar.
Pasó  hace muchos años. En una familia un tío abrumaba a sus sobrinos exigiendo una conducta impecable, cuyo fruto más visible era  el cansancio de los menores, su sensación de impotencia ante la  negación de la espontaneidad y la diversidad.
Un día, los sobrinos se reunieron y clavaron en la puerta del dormitorio del tío un  papel  con el  siguiente mensaje:
 El perdón es la más alta perfección.
 El tío objetó el hecho de que el  clavo sostenedor del mensaje estaba oxidado.
Los  sobrinos  inventaron una pequeña  comedia. Se han conservado  unos pocos  guiones:
 Los retos que hieren el espíritu se transforman en  consejos amistosos.
El sentimiento de ser superior  en moral se metaboliza en apertura a una conversación  franca.
La rabia se vuelve energía para llevar a cabo proyectos conducentes a la libertad.
Volvemos a la imaginación, dijo el Baobab.
También al  uso constructivo de la rabia, manifestó el perfeccionista,  el UNO.
  Controlaste tus ganas de hablar, le dijo el goloso al Vanidoso, el triunfador, el necesitado de valoración.
Eso es lo que te  cuesta a ti le replicó el apodado   el tres.
También voy a citar  algo cercano, lejos de las historias que me hacen  estar siempre  en los grandes temas y los grandes éxitos.

Me lo contaron. La fuente es confiable.
Era  una persona de mucho éxito en el trabajo. Un hombre de origen modesto, hijo de inmigrantes. Empezó vendiendo naranjas en la calle.
Pacientemente, haciendo negocios, ahorrando, invirtiendo en forma oportuna, llegó a juntar una considerable fortuna. Duro con los hijos, mezquino con el dinero, se sintió llamado a ser muy dadivoso con su única nieta. Desde muy temprano, provocando una no muy disimulada molestia de los padres, intervino en la vida de ella anticipándose a sus necesidades, haciéndole muchos, desproporcionados obsequios. “Estoy experimentando cada vez más el placer de  dar”, confidenció a uno de sus escasos amigos.
Cuando ella estaba próxima a cumplir  9 años,  llamó a su nieta  para  auscultar  qué deseaba como regalo de cumpleaños. Para su sorpresa, la menor  no le contestó  y, a su vez, le planteó un interrogante: “abuelo, ¿tú eres feliz?”
Demoró la respuesta. Sintió una sensación de opresión en la garganta y atinó a decir, con un dejo de vergüenza por  la conciencia  de expresar algo  no muy sentido, bien  formal, “soy feliz porque  te tengo a ti.”
Ella lo  miró y dijo algo que le llegó  a la garganta haciendo más doloroso su nudo de tensión:
“Tú tienes muchas cosas…” Antes de escuchar una posible explicación, él movió levemente los labios esbozando un beso.  Ella sonrió, como quien ve el inicio de algo muy importante y le dio, en la mejilla un beso  muy afectuoso.
La niña escribió en su diario: “Creo que  con   mi abuelo vamos a ser amigos”.
Así fue.
Es decir, dijo la rosa, que frente al éxito, como ante el poder, la  ayuda narcisa, la hegemonía de la norma, está este  sol interior, al que hay que darle  facilidades para que se exprese.
Me empiezo a sentir mal ante este despliegue de experiencias y saberes, dijo, en sorna, el individualista, el masoquista, el envidioso, el sufriente, el resentido. Aquel  que apodan  cuatro.
También  acudiré  a una experiencia de la vida.
Me siento con derecho a hablar de  lo que sé
Como en todos los tipos del Eneagrama, se supone que hay una  emoción preponderante, fijada, egoica. En este caso, es el sentirse desposeído  de algo importante, distante, de un atributo, logro, propiedad de otro, de los otros, de  la mayoría. Es la  envidia, muy desnuda o mimetizada de múltiples maneras.
Veamos un ejemplo, cercano a muchos conocidos por ustedes.
Dolores, estudiante de arte, garzona  los fines de semana, de práctica y de vocación escritora, vivía sola, distanciada de su núcleo familiar violento, donde imperaban un padre autoritario, bebedor y una madre abnegada y sumisa.
El único contacto de Dolores con su grupo familiar era el de  visitas periódicas  a sus primos Ernesto y Soledad, dos hermanos  responsables de una pequeña tienda de lavado de ropa.
Dolores observaba a sus primos, anotaba algunos dichos y, guardando distancia, con un tono despectivo, los  utilizaba  como material para una novela.
Un día, Dolores se impresionó por el aspecto pálido, enfermizo de Soledad. Aprovechó su ausencia unos minutos para atender a unos clientes e interrogó a Ernesto. 
Está enferma, le explicó el primo. Tiene un  cáncer mamario. Ayer empezó la quimioterapia. No te quisimos  preocupar…con todo lo  que has sufrido…
Dolores regresó a su casa. Era  hora de acostarse. No pudo conciliar el sueño… Le vino un deseo de ayudar a sus primos, le quedó sonando la preocupación de ellos por no inquietarla,
 Corrió a su manuscrito y puso una dedicatoria: “A Soledad y a Ernesto, por  regalarme  amistad”.
Está claro, dijo  Antonio. Por un lado u otro, los caminos conducen a    atacar menos al ego y a centrarse en la posibilidad de que los sujetos vean  otras cosas. Es lo que  está ocurriendo  con la seducción del  dinero y del consumo, una dependencia, una sumisión no a un tirano, sino a las cosas - Por algo la base del desarrollo alternativo es tan simple como decir “las personas  son más importantes que las cosas”.
 Entonces se podría tomar  a la persona como cosa,  dijo  el llamado familiarmente cinco, es decir el  investigador, el codicioso, el adelantado, el  ahorrativo.
 La verdad es que tenemos el problema de acomodarnos, equilibrarnos, con dinámica, sin rigidez, entre  lo de uno y lo de los otros. Mi tipo tiende  a centrarse en lo aparentemente  suyo…Codicia
 Vean esta historia
El doctor Newtein era un gran investigador, dedicado, tremendamente exigente en el cuidado de  su tiempo. Su campo de estudio era la investigación  sobre las variables  que explican el interés de las personas por  saber de sus antepasados- En eso era una  reconocida autoridad.
Concentrado en su investigación, no concedía entrevistas y había dejado de hacer clases. Las encomendaba a sus ayudantes.
Una  antigua  amiga  de su familia, profesora de un cuarto medio, le rogó que  fuese a compartir con su curso. Quiso rehuir la  invitación, pero la profesora lo persuadió, integrando el recuerdo de la relación entre ellos  con el  anzuelo de que esa tarea era un terreno propicio para  tener acceso a colaboradores  voluntarios…
Newtein empezó la clase y de inmediato una  alumna de primera fila  empalideció, dio señales de estar muy afectada y se levantó llorando,  abandonado la sala.
El doctor siguió su exposición, impertérrito,  pasando luego a un impresionante power point.
Al término de la sesión, el visitante pidió contar con la grabación de lo ocurrido y preguntó si era posible no integrar lo inusitado, la salida  intempestiva de la alumna de la  primer fila.
Es una sobrina tuya, hija del Newtein que  no frecuentabas. Su padre  falleció hace muy poco. Quería conocerte… Eres muy parecido a tu hermano. Ella se impresionó,  no pudo resistir.  Aquí  viene…
Tío y sobrina se unieron en un estrecho  abrazo.
Veo que las narraciones de todos ustedes van convergiendo en el tema de la afectividad y la imaginación como salida a un reconocido  problema de la fijación del ego en una u otra dirección, dijo el Baobab.
Curioso, apuntó el perfeccionista, el  goloso, quedó para el final
Es otro proyecto contestó, riendo el aludido, el goloso, el entusiasta, el de los proyectos, el inestable, el activista, el alegre, el charlatán…
Empezó a dar su aporte.
Lo contó después  el mismo protagonista:
“Es la ley del camino”, fue la sobria  y modesta  respuesta del  camionero, cuando le agradeció el haberle salvado la vida a raíz de haberse dado vuelta su vehículo, en pleno desierto, y quedar atrapado, desangrándose.
Camino…él manejaba  en pos de formalizar su nuevo proyecto de adquirir cien hectáreas cerca del mar, en el desierto, para dedicarlas a  una plantación de olivos, a ser regada con agua salada, teniendo en la mira el mercado de la aceituna y del aceite de  oliva.
Su camino…un proyecto tras otro, entusiasmando y frustrando a amigos y recién conocidos en la perspectiva de hacerse ricos.
Ricos en qué…volvía un interrogante de su adolescencia sobre el sentido de la vida.
Como si adivinara el camino de sus inquietudes, su hijo le contó que estaba muy motivado leyendo sobre el desarrollo a escala humana y entrando a considerar la existencia de  pobrezas  y riquezas espirituales…
“La ley del camino…” dijo, como en un susurro.
El camino de la solidaridad, de la riqueza en amistad…
Padre  e hijo se abrazaron como  no lo  habían hecho en muchos años.
 El camino…el del proyecto de vida, la ley de asumir la condición humana, con todas sus posibilidades y sus límites.

 En esa ley es muy importante la amistad dijo el zorro, al llegar al planeta.
La amistad, un tremendo tema, asintió una voz, que todos reconocieron.  La sabiduría de la amistad, en la amistad: la amistosofía.  Habían  escuchado a Higia, la diosa de la salud.
Miren con quienes venimos, se escuchó decir al Cuidado, junto con la entrada al grupo de  nueve duendecitas.
  Y allí estuvieron compartiendo sobre las contradicciones  humanas, con los nueve duendecitos,  el zorro, la rosa, el baobab y el Principito, la pacifista, la lujuriosa, la golosa, la miedosa, la avara, la envidiosa, la vanidosa, la orgullosa y la perfeccionista.
De vez en cuando se escuchaba la voz de Higia y la voz del Cuidado