Formación en la
orientación de la Salud Integral y el Nuevo
Paradigma 3
LA CRISIS
CONSTITUTIVA DEL SER HUMANO (1)
El desarrollo personal
no puede separarase del punto de partida, quienes somos los humanos.
La profundidad de la crisis de la civilización,
exige una mirada antropológica, un
examen en profundidad del propio ser
humano. Llama la atención acerca de su temática constitutiva, existencial, que
contiene tensiones básicas permanentes.
El ser humano se hace cargo de la realidad, dice
Zubiri. En ello, enseña Fromm, encuentra su problema básico, la separatividad,
el estar y no estar integrado a la naturaleza, debiendo resolver el problema
fundante que le implica el tener “conciencia de sí”.
Ese “hacerse cargo” de la realidad, con ese
desgarro básico, va perfilando la temática de la crisis constitutiva que el
desarrollo social actual ha llevado a una sobreposición con la crisis de la
época.
La realidad existencial subyacente al desarrollo ha
sido sesgada, des-dramatizada, metamorfoseada en pura praxis. En los hechos, el
Homo Sapiens es, hasta ahora, fundamentalmente, un Homo Habilis que no ha
actualizado, con sentido de integración, con sabiduría, el conjunto de sus
dimensiones, sus tensiones básicas.
Viene de Epicteto la enseñanza sobre los límites
humanos. “De las cosas que atañen al ser humano, sobre unas puedes actuar y
sobre otras, no”.
El ser humano, haciéndose cargo de la realidad,
debe conocer, asumir, su condición finita. No puede aprehender el infinito, lo
absoluto. Hay, sin embargo, una “separatividad”, un para sí, en el sentido
sartreano, que lo mueve defensivamente ante la angustia del preguntarse por lo
absoluto, a negar su relatividad, a” absolutizarse.”
Esta crisis constitutiva del ser humano es negada,
reprimida, por el paradigma cultural vigente, el de “las cosas claras y
distintas” y la certeza cartesiana.