Conversando desde la amistad (297)
Abriendo Caminos
“Exijo una
explicación
De Enrique
Jenkin
En estos días
en que el pasado se hace presente, el dolor sube a la conciencia, crece la vivencia de algo no resuelto, un duelo no resuelto por la muerte o
la destrucción de muchas personas, la ruptura de proyectos, la muerte o la invalidez de un sueño colectivo, Enrique Jenkin reedita un
testimonio sentipensante sobre la experiencia de cuarenta años de un ser humano que
fue víctima muy objetiva y
muy subjetiva , víctima de la tortura y de la deslealtad, de un tremendo golpe traumático al proyecto de vida y trabajo.
Es un testigo directo, un observador participante, una víctima que no se identifica con el
papel de tal, ni con su aparente opuesto, el rol de héroe. Un ser humano que busca dar a conocer lo que lo ocurrió , sin máscaras , sin acicalar . Un autor que, con
mucha valentía , comunica
una gran pregunta , una gran demanda de respuesta , por qué le ocurrió lo que le ocurrió. Buen comunicador, sabe que esa
pregunta tiene un eco universal Tema personal profundo, es tema universal . La
individuación se encuentra con la
participación. La unidad con la diversidad.
Enrique Jenkin
es un médico consecuente. No pregunta
por el terreno ya labrado
del por qué del golpe , por la
dictadura, área de un dominio
general. Lo que lleva a cabo es un aporte directo, su testimonio, en que hay experiencias básicas que decir, que expresar, que dialogar, cuarenta años después… Comparte eso básico, fundante que constituye la esencia
de lo humano, el preguntar bien
integrado en un testimonio de
experiencias tan duras como desconcertantes. Por ello, con toda razón , exige
una explicación
Su caso es singular. No se da la coincidencia
entre lo que él efectivamente llevó a cabo en la
Unidad Popular y la inquina y crueldad con que
se le trató en la dictadura.
Lo que le aconteció no concuerda
con su disposición de
servicio ante los requerimientos médicos de cualquier ser humano , incluso de miembros de las
fuerzas armadas, del partido de sus torturadores. Ello no sólo no
guarda ninguna relación con su condición de persona muy honesta y muy solidaria, que tiende a esperar la
misma disposición de los demás. Es
que él no sólo no
participaba en nada de los que estaba en la fantasía y la retórica militar, como los hospitales clandestinos,
sino que siempre entregó sus servicios médicos a quien los solicitara, sin prejuicios.
Enrique Jenkin,
joven octogenario, se constituye empieza por muchos lados, muchos más que la mayoría de nosotros.
Deportista y
trabajólico, gozador, lúdico de trato amigable y muy responsable ,
de infinidad de amigos y de relaciones profundas y cuidadas, cirujano, preeminente
traumatólogo y ávido lector de todo, inquieto, universal, profesional de gran capacidad y
excelente organizador,
actor de teatro, trabajador
circense ,
escritor tardío
y escritor de oficio-
Con ese perfil
multidimensional, no es raro que su
primer libro sea , a la vez
, parte de una autobiografía cuyas otras partes nos las debe, un ensayo ,una
crónica, por ratos regalos de poesía entre narraciones,
entre acotadas notas humoristas,
entre expresiones desenfadadas que
abren puertas hacia un anti ensayo.
Este médico
cirujano de amplio y bien merecido renombre dentro y fuera de nuestras fronteras, reúne lo concreto , expedito, funcional, del especialista, con la apertura ,la sensibilidad, la solidaridad, la lealtad del humano bien humano.
Es natural,
entonces, que exija una explicación.
En realidad ,varias explicaciones . Hay un vivo contraste entre su
mundo tan democrático, tan puesto
en el servicio, tan bien acompañado por una práctica que rebosa
vocación y capacidad …y la
brutalidad de un régimen dictatorial que, además de los asesinatos y las
torturas, favorece la emergencia
de las más deleznables
deslealtades.
Somos nosotros
y nuestro mundo. Enrique y el
mundo de Enrique son mundos , son dimensiones de existencia, donde prima una buena voluntad, el
compromiso, el comunicar , el
confiar, la lealtad, la apertu ra al servicio, junto a la
alegría de vivir, de
compartir.
Este libro lo da a entender, lo dice con soltura, lo dice
bien, pero parece que no lo dice
todo, o que se contiene, que no
acepta quebrarse,,,Grandes `presuntos amigos le han vuelto la espalda, no han
sido leales, no han correspondido a ese pacto íntimo
de vida , esa alianza muy profunda de tú a tú al borde de lo sagrado ,que no necesita explicitarse. No han sido
fieles con la amistad.
Hay algo
que ya es inexplicable. Que parece per tenecer a
una realidad de otro mundo Su tío, que
lo condujo a la medicina, su verdadero padre, era tan leal
con la dictadura que no le
creyó su testimonio de la realidad, de lo que había sufrido en las prisiones y en el
campo de concentración. De lo que estaba pasando en el país.
Jenkin, alias el pelao. es un autor muy auténtico, no hace ningún
esfuerzo por parecer un santo un héror o un genio,
pero, es natural, no es totalmente explícito , es sobrio, es pudoroso, es
vital, cuenta sus decepciones,
pero se transluce más dolor
del expresado por el médico de
excelente salud espiritual ,al reclamar entender, comprender, deslealtades que
iban más allá de un miedo. Que, en
ocasiones, implicaban una verdadera traición..
Enrique se pregunta con más detención , uniendo lo
reflexivo a lo emotivo, por qué él
fue tan vejado y tan
salvajemente torturado, Es como si
hubiese visto una patología dentro
de la patología que es la dictadura. E s percibir que lo que le hicieron
no correspondía a la misma lógica de los militares que hacen brutalidades con una
finalidad, para ganar el poder, para triunfar en una guerra.
No era militante partidario, aunque fue desde siempre ,biológicamente, de izquierda, Era médico de Salvador
Allende, atendía a muchas personas
importantes, no por tener peso polítioa, menos militar,
sino por ser buen médico, en toda la extensión de la
palabra.
Exige una explicación . Es
un testimonio de desarrollo psicológico y ético, asume con transparencia esa inquietud.Le da
más aparente importancia a esta
dolencia ét ica que el haber
recibido electricidad en el ano y los genitales.
Tal vez , por humildad, no le dio vuelta a un
posible camino de explicación
racional aunque en las dictaduras
y en todas partes, no todo
es racional En la lógica militar
se puede haber atendido el
hecho de que Enrique Jenkin tiene
magnetismo, hace muchos
vínculos , podía ser un símbolo, incluso un lider de la resistencia. Por otro
lado, el daño arbitrario que se le hiciers podía influir en llevar a otros , a muchos otros,
al terror, a la inactividad
Como
corrientes subterráneas pero con
vasos comunicantes con el
título, con el “exijo una explicación,”
con lo sorpresivo, inexplicable, con la exigencia de esclarecimiento, hay otras
áreas temáticas junto a la decepción por las deslealtades, junto al desconcierto por la
falta absoluta de sentido de por qué a él se le vejó y torturó en la forma como se llevó
a cabo.
Hay tres temas
que , con humor Jenkin podría
incluirles en sus “secuelas” . Son su interés por la literatura, su
atención a las sincronías , su inquietud por barruntar cierto senido una coherencia en algunos de los partidarios de la
tiranía.
Claro
aquí no está exigiendo ,
pide. Mas bien pide, se pide a si
mismo , una explicación
Enrique Jenkin se
vino a vivir a Isla Negra, trás la prisión, el exilio, lo que Benedetti llama el incilio, el vivir en Santiago durante varios años de la transición.
Empieza una
cotidianidad con más atención a lo
que lo rodea, a caminar saboreando las circunstancias, la ola, la planta,el mar, el cielo, el aire…
Siempre fue un biulímico y omnívoro lector. Ahora lo acompaña con seguir
cursos de literatura y con
escribir. El hombre
amistoso quiere dejar testimonios.
Este libro está lleno de
mensajes agradeciendo y también denunciando. Es un testimonio
que refleja sus percepciones, que
hace todo lo posible por
integrar también las emociones. Se
lo siente muy vital, muy sociable,
muy amistoso. El libro tiene esa ecuación difícilmente encontrable entre buen pulso, comunicante, fluido, dando
cuenta liviana de rutinas , intercalando sin vanidad
observaciones sutiles en que se
transluce una gran cultura general que no obsta para que emerja el
garabato, cuando ello
se lo merece.
Llama la atención en este
médico amante de su especialidad, la traumatología, maestro en la
subespecialidad de la mano llena de
requerimientos de precisión, operativos , técnicos, como fue reparando en algo tan aparentemente distante como el de la consideración de
las sincronías las coincidencias significativas .
Le han sucedido varias coincidencias bien notables, que narra en este libro, que bien pudiera haber tenido una especie de centro gestáltico absoluto en la violencia, el miedo., el
dolor afectivo, con su epicentro en la tortura.
Se nota su creciente interés por el
terma. Copiamos la sincronía que nos
parece más destacada, más asombrosa, más
compleja.
“ … Más atrás, a ambos
lados las letrinas, sendas cana-
letas de cemento de unos quince
metros de largo y cuarenta centímetros de alto, en forma de v, por donde corría
agua permanentemente arrastrando las orinas y la mierda. Todo al descubierto
,sin privacidad alguna, defecábamos uno al lado de otro, en forma sumamente democrática…… fue rápidamente bautizado como “El
Ponedero”……
Qué imaginar papel
higiénico, con un poco de suerte se podía encontrar un pedacito de
diario.
Un día de tantos, estando
en tan incómoda y poco privada posición, mi vista se clavó en un
trozo de papel blanco amarillento, apergaminado, de unos quince por cuatro centímetros ,forma irregular, como esos mapas del
tesoro de nuestra niñez Con la punta del pie, desconfiado, tímidamente, lo
empujé y luego lo
voltié¡Aleluya:estaba sin usar!
Lo tomé con curiosidad Como siempre y como muchos, tenía la vieja
costumbre de leer en el excusado,
ahora no iba a ser distinto el ocio me hizo leer..
En Antofagasta a fecha…
,,,, se suscribe…
entre don
…Félix Piñeiro
y …Don Samuel Jenkin…
…La compra de la mina..
…en la suma de $…
No,! ¡No podía ser! En
Chile había una sola persona con
ese nombre y ese apellido: Samuel Jenkin y ese era mi abuelo, minero de toda la
vida, pero en Copiapó, a 1500 kilómetros de
distancia ¿Cómo podía explicarse la presencia de este papel acá?
¡Qué cosa más insólita!
¡Qué cosa más increíble!
Juro por los huesos de
todos mis muertos que no estaba lo suficientemente loco y que, como
diría la abuela, era la pura y santa verdad.
¿Cómo vino a dar este
papel a la abandonada salitrera? Misterios insondables del Arcano
Entre cambios de casas,
allanamientos, traslados y viajes, pedí el inverosímil e histórico documento .”
De improviso, en medio de
la ignominia del Ponedero,
un hecho que parece no
poder responder a las coordenadas
del sentido común , de la lógica
aristotélica, del orden causal, sorprende a una persona en una situación contingente muy aflictiva,
muy degradante en el momento mismo; a una persona muy vital,
muy requeridora del uso de sus muchas capacidades en el oren
causal más complejo,
Lo interesante es la reacción de Enrique que se abre a incorporar el tema
a sus afanes por seguir con sus intereses de siempre , a
ampliarse a procurar contestar las preguntas que le presenta la vida..
Se abre a
consideraciones que van tras el sentido, del ser , de la vida humana, de Enrique
Jenquin.
Junto a la apertura al asombro vía experiencia
de las sincronías, el autor
empieza a preguntarse por
el tema de las orientaciones hacia la verdad, y como
pueden coexistir , junto a las
deslealtades de amigos, integridad, evolución moral en los adversarios.
El aprehender la importancia
de sus vivencias
sincrónicas, lo abre, sincrónicamente con la creatividad literaria , a los
puentes, los invisibles cordones umbilicales que nos
acercan a la trascendencia.
La
inquietud ética por la posible
verdad sentida por el otro , lo conecta con nuestra
identidad de pertenencia. Lo
aproxima a los invisibles contactos
de la coexistencia.
En suma, la lectura de
este libro es un regalo de los cuarenta años.
Ya lo anunciaba el último discurso de Allende: Pasará este momento gris y amargo.
El ser humano evoluciona, se transforma a si mismo. Va
pasando la embriaguez del economicismo. Se anuncia un paradigma cultural distinto a los dos autoritarismos, al individualismo y al
fundamentalismo. Por distintos
lados , entre brumas, se preparan las condiciones para navegar hacia un mundo
mejor. Gracias Enrique por este libro, este nuevo aporte tuyo a la salud de muchos. Gracias por tu ejemplo de ser una personan integradora, integrada e
íntegra. Gracias por ser una
persona leal.