martes, 21 de abril de 2020

El Arte de Vivir 134

  El Arte de Vivor 134
Hacia un Frente por la Vida 14
 Sofía Silva
   EDUCACIÓN ESPECIAL EN TIEMPOS DE CORONA VIRUS19
         La situación que estamos viviendo a nivel mundial, es algo que no habíamos visto nunca, no en la forma que se está dando en este momento en toda la historia de la humanidad. A los profesionales de la educación nos dejó sorprendidos, como a tantos trabajadores y personas.
         Los y las docentes, de un momento a otro, nos vimos afectados con un  cambio drástico. Con un año escolar recién empezado, sin tener tiempo para conocer a nuestros y nuestras estudiantes, porque estábamos recién comenzando el periodo de diagnóstico.
 Y…nos vimos en la necesidad de realizar clases a través de medios tecnológicos que muchos de los y las docentes no manejamos en su totalidad (me incluyo en ello).
         Nos desvelamos buscando formas de cómo llevar los conocimientos a los hogares de nuestros y nuestras estudiantes, como formular guías, trabajos o tutoriales, para que sus padres o algún adulto pudiese guiarlos. Francamente un trabajo exhaustivo y sin precedentes.
         Si en la educación regular ha sido un tanto complejo, imagínense lo que ha sido para los y las educadoras diferenciales, en donde prácticamente cada estudiante es un mundo aparte, que presenta necesidades educativas individuales, y constantemente debemos adaptar e implementar los contenidos, objetivos y actividades a las necesidades personales de cada uno de ellos o ellas; a eso debemos agregarle los problemas sociales y/o  patologías concomitantes, que los rodean a los chicos y chicas, entre otras cosas.  
A veces, se suele trabajar con hándicaps múltiples, por ejemplo un niño con discapacidad mental que es hipo acústico  (sordo), o que tiene rasgos autistas. En fin hay una  diversidad de situaciones, que a veces, a pesar de estar acostumbrada a trabajar en este campo, no dejan de sorprenderme.
¿Qué viene ahora? ¿Cómo lograremos que nuestros alumnas y alumnas aprendan?
Es una pregunta que yo creo da vueltas en la cabeza de cada profesor o profesora, sobre todo, en el momento de realizar el material para enviar a los padres y apoderados; no me cabe la menor duda que le ha significado horas de trabajo, de búsquedas por páginas y páginas de internet, de ver miles de aplicaciones, para luego de seleccionar las que considera mejor para sus alumnos y alumnas y luego proceder a adaptarlas, pensando en cada una de ellas y ellos.
         Para los padres, madres y apoderados tampoco ha sido una tarea fácil, detectar las falencias de sus hijos e hijas, en vivo y en directo no es cómodo, en muchos de ellos crea un nivel de frustración que debemos contener.
El tener que darles TIEMPO, a sus hijos e hijas, a pesar de tener que cocinar, estar en un constante mantenimiento del aseo y sanitización de sus casas; el tener que lavar sus manos constantemente, las superficies posibles de transmitir infecciones, tanto en ellas/os como en sus hijos e hijas. Como para “rematar” ahora, “tener” que dedicarles tiempo a las “tareas” escolares.
 Muchas madres o padres deben trabajar a teledistancia, y el cumplimiento de sus labores profesionales, se hace bastante más complicado, con niños y niñas demandantes en atención y necesidades.
         A eso debemos agregarle que muchos de ellos o ellas han perdido sus trabajos, y al estar en la casa suben todos los gastos. Aquellos que contaban con una alimentación diaria en los establecimientos educacionales, ahora no lo tienen. Pese a la caja JUNAEB de alimentos, que entrega el gobierno, ésta no alcanza a cubrir las necesidades alimenticias, de sus hijos e hijas.
Estamos viviendo momentos muy difíciles, pero a pesar de que nuestras vidas han sido trastocadas por algo tan pequeñito e invisible a nuestros ojos; aun cuando no sabemos todavía como combatirlo, seguimos en pie, enseñando en la mejor forma posible que hemos encontrado.
Día a día mejoramos el manejo de tecnologías nuevas, buscamos, adaptamos y crecemos para lograr una mayor clarificación de entregar contenidos. Hemos estrechado los lazos con nuestros padres, madres y apoderados, y nos hemos visto como nunca en la necesidad de traspasar fronteras personales para beneficiar a nuestros/as estudiantes.
Que es lo importante de todo esto: es que NO hemos perdido la ESPERANZA. La verde esperanza que todo esto pasará en algún momento, que podremos vernos, abrazarnos, compartiremos alegrías, chascarros, lloraremos las pérdidas, nos contaremos anécdotas, nos apoyaremos unos a otros, porque estamos viviendo, porque hemos sido lo suficientemente fuertes y pudimos sobrevivir a esta tremenda catástrofe….   en fin, tantas cosas, mil cosas, que compartir.   
    Lo más importante de todo esto, que nos está ocurriendo, es que todos y todas estamos creciendo y cuestionándonos los valores y como hemos llevado nuestras vidas hasta este momento.  
El dolor de la soledad, el aislamiento, ha generado una visión, una perspectiva diferente de cómo hemos llevado nuestras vidas, hasta este momento. Ahora estamos aprendiendo por la razón o la fuerza, un arrastre, que nos ha hecho crecer y nos hemos visto obligados a elevar la razón por igual.
Estamos tomamos conciencia que debemos realizar cambios estructurales humanitarios, por sobre las medidas económicas que han prevalecido en nuestra sociedad. La naturaleza tiene formas increíblemente sabias para nivelar las cosas en su justo horizonte.  
Solo crecer, en el más amplio sentido de la palabra.