Voces del Coraje de Ser
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El libro Mito Física de Margarita Ovalle e Igor Saavedra, mostrando como enraízan tanto mitos
como hallazgos de la física clásica y de al física cuántica es un aporte lleno de coraje a una visión intyegrada del ser y del ser humano
Transcribimos
la intervnción de Sergio
Melo en la presentación del libro
el siete del mes actual
Presentación de libro Mito Física
de Margarita Ovalle e IGOR SAAVEDRA por parte de Sergio Melo
Sergio Melo
Agradezco a los autores, por invitarme
a presentar esta notable obra que ha
escrito. Agradezco a la Fundación Muztakis, por patrocinarla.
Puedo asegurarles que disfrutarán esta
obra frase por frase, y que sentirán que se confirma la tesis que los autores
presentan: la expresión "¡por supuesto!" se les presentará varias
veces a lo largo de la lectura... y revelará que, en vuestras mentes se
encuentran ya instalados los arquetipos que los autores han rescatado de la
oscuridad. Una vez completada su lectura, se sentirán muy agradecidos del viaje
en que han recorrido este mundo del pasado, en compañía de estos guías tan
notables como Margarita Ovalle e Igor Saavedra…
Un libro es un espejo de sus autores.
Sobre Margarita Ovalle, no la conocía;
sin embargo, luego de conocer esta obra, y leer otra de sus obras sobre
Mitología, sólo deseo que en el futuro pueda yo tener otra oportunidad de
conocerla mejor.
Sus antecedentes académicos y sus
estudios y obras sobre la Mitología, anticipan una personalidad sensible y profunda.
Sobre Igor Saavedra, sí lo conozco. Es
uno de mis mejores amigos. Desde el año 1949, cursando el primer año de la
carrera de Ingeniería Civil de la Universidad de Chile, encontré a un compañero
de curso solitario, callado y misterioso. Logré se incorporara a un grupo de
estudio que habíamos formado con dos antiguos amigos, y así lo fui conociendo.
Coincidió que uno de mis amigos era
humanista cien por ciento, y no tenía claro porqué había escogido la carrera de
ingeniería. Resulta que a Igor le pasaba lo mismo, aunque lo llegamos a saber
años después, cuando recibió la Medalla de Oro del Instituto de Ingenieros.
En esa oportunidad, al agradecer la
distinción, dijo lo siguiente: “Mi gusto era por la literatura y no por la
matemática: no encontré en las clases de matemáticas del colegio, algo que me
interesara. Sí me interesó la literatura y la historia, y por eso quería ser
escritor. Sin embargo, desde muy niño me atrajo la belleza de los puentes: ese
arco que unía dos pedazos de tierra separados por un abismo, me pareció una
cosa maravillosa y poética. Cuando me explicaron que los ingenieros los
construían, me nació una temprana admiración por ellos, la que fue el primer
eslabón de la cadena no causal que me llevó a la Escuela de Injeniería”.
Cito lo anterior como un antecedente
que explica el interés de Igor de escribir este libro: afloró su espíritu
humanista frente a los Mitos y pudo complementarlo con su profundo conocimiento
de la Física. Con esta capacidad creativa, trabajó junto a Margarita Ovalle y
hoy nos regalan esta maravilla.
Vamos ahora a su contenido.
Cito algunas definiciones del lenguaje
utilizado
El concepto del mito: puede ser
considerado como un camino, un puente o un canal, para la comprensión del orden del Universo.
El concepto de ciencia: en una etapa
de su historia, el ser humano quizo desentenderse del pensamiento mítico y, privilegia
el logos el que pasa a ser la vía del presente, la razón e, incluso, lo sensato. Bajo este paradigma del
logos y la razón se desarrolla la ciencia.
En consecuencia, la ciencia puede
entenderse como una búsqueda sistemática de nuevo conocimiento. Implica seguir
rigurosamente un método escogido (el método científico), para así traer
claridad a algo que está en oscuridad.
La Ciencia de la Física
Dentro de la ciencia, la física
clásica o newtoniana, que explica los fenómenos mecánicos macroscópicos, trajo
vastos aportes al conocimiento de los fenómenos naturales a escala humana, y la
mayoría de sus leyes están en plena vigencia.
El problema surge en el momento de
querer abrirse paso hacia dilucidar las interrogantes de la vida microscópica, esto
es, de la física subatómica.
En ella, el científico no puede
desempeñar el papel de observador imparcial objetivo, sino que se ve
involucrado e inmerso en el mundo que observa hasta el punto en que influencia
las propiedades de los objetos observados, y pasa de ser observador a ser
partícipe.
Lo que arroja como resultante la nueva
física, es la comprensión de que no hay certezas totales, ya que en la medida
en que se está buscando afinar al máximo la medición de una variable
experimental, se está a la vez asumiendo un total desconocimiento (incerteza)
de lo que está ocurriendo con las otras variables.
Confirmando lo anterior, han surgido
varias teorías que buscan explicar mejor el mundo de la Física. Una de ellas es
la Teoría de las Cuerdas, cuya idea básica es que las partículas elementales no
ocupan un punto en el espacio, sino que se parecen más a objetos
unidimensionales infinitamente delgados: las
cuerdas. El gran conjunto de partículas conocidas, cada una con sus
características propias, refleja todos los posibles esquemas de vibración de
una cuerda (como la vibración de una cuerda de violín)
La ciencia no explica, sino que ordena
y describe. No se dice porqué ocurre,
sino cómo ocurre. Ciencia, en
definitiva, es búsqueda de un orden y la capacidad de poner de manifiesto ese
orden.
La Mitofísica
En los comienzos de la existencia del ser humano
sobre la Tierra, éste se encuentra rodeado de acontecimientos para él
inexplicados e incomprensibles.
Las primeras explicaciones acerca de los fenómenos exteriores son
un balbuceo mítico y, luego, entre muchas voces, se teje la narración mítica
que permitirá la comprensión del fenómeno que está ocurriendo allá afuera.
A diferencia de la Ciencia, el Mito explica el porqué ocurren esos
fenómenos.
Los autores proponen que la ciencia, en el proceso de analizar sus
datos obtenidos empíricamente, utiliza inconscientemente, como esquema
preforma, esas imágenes
primordiales intuitivas, las mismas que antes dieron origen a la narración
mítica. Lo novedoso de este libro,
entonces, radica en el intento de validar la hipótesis de que la ciencia dura
no está compuesta solo de pensamiento racional, sino que inconsciente e
intuitivamente está guiada por imágenes míticas.
En definitiva, el lector encontrará
aquí una propuesta que avanza hacia “otro” tipo de bilingüismo, aquel que es conocedor de dos maneras de percibir la
realidad: el lenguaje de la ciencia y el lenguaje del mito.
Como ustedes ven, se nos invita a participar en una aventura
apasionante!