sábado, 20 de abril de 2013

Conversando desde la Amistad (156)


Conversando desde la amistad (156)
 La relación testigo
En nuestras conversaciones el tema del testigo aparece, habitualmente, en el ámbito judicial, asociado a  la defensa de acusados,   a la fundamentación de acusaciones. Por otro lado, es inseparable de la función de los medios de comunicación en que los hechos  relevantes, lo digno de ser noticia, se nutre de los testimonios de testigos. En la búsqueda  de lo más esencial de una cultura,  de un período de la historia, de una disciplina…se acude al testimonio, a las  y los testigos relevantes.
En el mundo  de los vínculos, en las parejas,  las relaciones  fraternas, las de padres e hijos,  las de abuelos y nietos,las amistades, los compañerismos de trabajo, los equipos, las células y los núcleos  políticos…  los testigos juegan un papel importante  al ser sesgados, o ecuánimes, comprometidos o distantes, observadores , objetivos, reflexivos o carentes de esas condiciones.
En el muy abigarrado campo del desarrollo personal,  juega en primer plano el  papel de  quienes   desempeñan el papel de facilitadores, educadores, terapeutas … testigos d  pertsonas “ a su cargo”.
Visto con el sesgo o el lente de la participación ciudadana y del tránsito hacia una mejor convivencia, la vida  más ecológica, la profundización de la democracia, la salud integral…la testiga, el testigo adquiere  un lugar especial, como parte integrante del desarrollo humano, de la promoción de salud.
El gra tema  humano es  su  dimensión esencial, el centro. El complejo, el misterioso yo. Oscilamos entre la  hipertrofia  del yo, el autocentrarnos, el situarnos en el ego, y , en el otro polo, el perder la individualidad, el camino de la individuación, el dejarnos  conducir  por lo   instintivo o por lo normativo .Nos cuesta, nos duele la ecología del yo…
  Um factor importante, en  este problema del desarrollo, de esta cultura individualista y “cosista” y   de la historia  del llamado homo sapiens… es que  no estamos    “adecuados” para  actuar y , al mismop tiempo  vernos a nosotros mismos.  Si llegamos   a interesarnos en  cuidar  nuestro modo  de actuar , en guiar nuestro desarrollo, lo hacemos revisando o anticipando lo hecho, pero dificilmente     siendo  testigos   avezados, totalmente confiables,  de nosotros mismos.
Es interesante contrastar lo dicho con   el juicio de Séneca: “De ningún testigo deberíamos  hacer más caso que de nosotros mismos”
Séneca, filósofo, amigo real de la sabiduría, podía observarse con más  detenimiento , con más sentido crítico, con más profundidad , que cualquiera de  sus contactos. Sin embargo, tal vez en su  mismo caso existía el punto ciego  de no poder visualizar  bien el efecto  de  su propio desarrollo  en los  otros, más limitados ,haciéndole  encrespado el camino de ver  como el otro percibía  sus enseñanzas y su conducta. Además, su lucidez   en el ámbito de las ideas no lo hacía omnipotente en el dominio oscuro, de corrientes  encontradas,de la realidad emocional.
Somos seres  incompletos con vocación  de   participar en un proceso inacabable de ir completándonos a nosotros mismos y, en lo posible, cooperar en ello con los otros.
 En nuestra vida con presión de prisas y banalidades, las relaciones testigo, la dimensión testigo de nuestras relaciones, no tiene la valoración que se merece.
En  todos los círculos  en que entra la confianza, desde la intimidad de la pareja a la responsabilidad en los grandes movimientos  espirituales, pasando  por el  núcleo vivo de las amistades, se da la función humanizadora  manifiesta o latente  del  ser  testigo, la responsabilidad  de  espejear, con  ecuanimidad y con pasión, , con un arte , abierta a la revelación ,  al preguntarse  cómo    expresar al otro lo que  el otro    no desea, teme,  odia… y necesita  escuchar.
El ser testigo, hoy reservado en gran parte a la realidad de los  accidentes, los problemas, las novedades,  es parte de  la tarea inmediata  de poner el desarrollo personal en la higiene, en la cotidianidad, en los esfuerzos por cambiar la vida.