miércoles, 27 de enero de 2016

Apuntes de Amistosofía 27 b

Apuntes de Amistosofía 27
Nietzsche y las separaciones en la Amistad
Nietzsche, el débil, ha quedado como símbolo de la adhesión al poder.
Nietzsche, hijo de un pastor protestante a quien en el colegio llamaban, por su espíritu religioso, “el ministerito“, emerge como el gran admirador de Dionisos y denostador de Jesús.
Nietzsche, deslumbrado por Wagner, lo cuestiona a fondo y rompe con él cuando el compositor estrena su Parsifal en Bayreuth.
Nietzsche, poeta, poeta del pensamiento, abre caminos a la amistad con las posibilidades del ser humano, más allá de su pleito con Sócrates y la razón o su instrumentalización por el nazismo.
Más allá de su conducta espontánea y de sus escritos, más allá de sus contradicciones, más allá o más acá de su soledad, Nietzsche escribió este magnífico atisbo de la amistad trascendiendo las contingencias la amistad de fondo, “la amistad de estrellas”.
“Nos pasa que ocurren las separaciones, emergen los muros y los golpeamos con desesperaciones e impotencias”.
“Lo que más nos aproxima a una persona es esa despedida, cuando acabamos separándonos, porque el sentimiento y el juicio no quieren ya marchar juntos; y aporreamos con violencia el muro que la naturaleza ha alzado entre ella y nosotros.”
Entonces, el gran solitario, el poeta del súper hombre, nos propone esta visión humana, demasiado humana.