Conversando desde la Amistad(189)
Los Celos
La verdad de lo expresado por
Moliére: “El celoso ama más , pero el que no lo es ama mejor.
Dolores, la Lola
De la provincia de Antofagasta
Cuentan viejos
mineros de la Provincia de
Antofagasta., también en otras partes de nuestro largo país, que existía una mujer muy bella , cuidada celosamente
padre, muy presente en el deseo y
la imaginación de muchos de ellos.
Se llamaba Dolores, pero entró
a las fantasías o recuerdos, a las
narraciones en las veladas nocturnas ,con el nombre de Lola, aunque muchas jóvenes se indignan porque no desean ser confundidas con ella.
En efecto , Dolores infunde
horror, rechazo. La historia , a grandes trazos, con las variantes esperadas , es la siguiente.
La Lola, encerrada en su mundo, contaba con innumerables admiradores, pero no conocía el amor. Este llegó, de improviso, como una tormenta inesperada. Se enamoró de un minero sin un
físico o un perfil psicológico
especial. El favorecido aparentó
coincidir en una gran pasión,
pero tenía a otro ser en el altar interior. Una relación tan oculta como importante.
Dolores y el minero se
casaron y se integraron a un grupo de mineros buscadores de riquezas.
La Lola y su esposo hicieron el afortunado hallazgo y tomaron posesión de una mina. El esposo, en una nueva situación con recursos materiales
y llevando por
primera vez una vida holgada,
empezó a descuidsr ante su cónyuge la exisitencia
de su doble vida. Estaba menos entusiasta en lo erótico, y en las expresiones de
afecto, con señas de una cierta
preocupación siendp relevantes unos silencios extraños. Dolores
percibió algo amenazante
Empezó a sospechar, a seguir, a indagar … y un día descubrió a su marido durmiendo con
“otra” en el dormitorio de una
casa de citas. Sin vacilar, sin mayor advertencia, los
mató a los dos y huyó. Huyó hacia e vacío, llena de furor
A poco andar , se
encontraron los cadáveres, la
ausencia de Dolores equivalía a una confesión de ser la autora del crimen Junto a la policía la buscaron el padre. inconsolable, los cercano a las
víctimas , admiradores impenitentes los ávidos de protagonismo de siempre , Nada..
Ella estaba fuera de sí, enl as
miontañas , con un extraño fuero que la
hacía inencontrable
Diolores estaba fuera de sí
. Los celos le hicieron perder su centro., su
sentido de realidad Tení a la certeza de que alguien habia asesinado a su
marido. En su extravío , llegó incluso , con fuerzas y artes inusitadas, a rescatar el ataúd de su espoiso
Loca, vivió un tiempo,
invisible, en las montañas y, luego
murió de pena, de rabia,
de culpa inconciente. De
celos.
Murió ,pero no desapareció,
Fundó una leyenda. Sorprende y espanta a los mineros, aquí y allá, Trae mala suerte, Conduce a lugares donde se encuentran minas de
gran valor. Por algo recorre las montatas
y tiene dotes de
clarividencia . Por desgracia
cuando se
constata, la buena nueva, los presuntamente
afortunados mueren en forma espontánea. Es como si volviera a morir el esposo, enriquecido, desleal.
La Rochefoucauld pido haber comentado”Los
cel0s nacen del amor, pero no mueren
con éste”.