lunes, 2 de octubre de 2017

Encuentro Solidario 42

Encuentro Solidario 42

Felicidad y Esperanza

Quillota

21-24 de Septiembre  2017

Del libro Evolucionando de Matías Cepeda(3)

                              Mi Mundo
Yo soy una parte más de todas las partes que forman mi mundo.
Si hago daño a una de esas partes, mi mundo no será el mismo y por lo tanto yo tampoco seré el mismo.
Si yo quiero ser feliz debo tratar que cada parte de mi mundo esté feliz. Si cada parte está feliz, mi mundo será feliz.

Al decir mi mundo siento pertenecer.
No lo digo desde la superioridad, sino desde la pertenencia, porque yo no soy más que las otras
partes. Todas las partes somos importantes.
Octubre, 2011

 

                 La convivencia
En una sociedad nadie puede decir que no convive con el otro, sea en su hogar, su trabajo o con sus amigos. Por eso es necesario reflexionar acerca de la convivencia.
La persona que sabe convivir tiene más alegría.
El hogar es el lugar donde pasamos la mayor parte del tiempo, debería ser un lugar donde se haya aprendido a convivir.
Las relaciones entre las personas no son fáciles de cuidar. Suelo preguntarme por qué la gente no puede o no sabe vivir en armonía con los demás.
 
A veces pienso que las personas no nacieron para convivir, pero tampoco para estar solas, entonces algo no funciona bien.
Esta contradicción no permite la armonía y sin armonía no hay alegría. Estas contradicciones no serían difíciles de superar si hubiera comprensión, decisión y amor.
Las contradicciones son solamente sentimientos opuestos, pero en este ir y venir de sentimientos siempre hay uno de ellos que es más importante. Será necesario tener claro cuál es, para poder ser sincero con uno mismo. Ese es el momento de animarse a decidir en consecuencia.
Convivir exige una actitud atenta a la necesidad del otro. El egoísmo dificulta la convivencia.
Convivir es aceptar al otro como es y a partir de allí estar atento a sus necesidades. Para ello el diálogo es indispensable.
Convivir es vivir con el otro, significa compartir mi vida con el otro. No es vivir la vida del otro ni esperar que sea como yo quiero.
La convivencia para que sea en armonía necesita ser construida entre todos, todos los días. Cada uno es una pieza diferente, pero que unidas a las otras forma un paisaje armónico.
Febrero, 2014