miércoles, 10 de junio de 2015

Lo Cotidiano y lo Universal 93


Lo Cotidiano y lo Universal 93
Síntesis (2)
La nostalgia de infinito y la hipnosis de la normalidad
 Hemos  iniciado esta conversación de mirada de conjunto al tema  de lo cotidiano Y lo universal   poniendo en tabla la consideración el tema de la finitud. En el encabezamiento había  un alcance importante:  Finitos…  “venidos a más”. Finitos propensos  a negar ,  a hacer un verónica,  a sentirse omnipotentes,  a  no tomar conciencia  de la  finitud. En  la hazaña  cósmica  del llamado “desarrollo” desde  los grabados en las cavernas hasta   poner  un robot en Marte, el lenguaje, las tradiciones   , el sentido común ,las normas ,la técnica, las vivencias de placer, de tener, de poder, de hacer, de querer, de lograr…han  ido difuminado la conciencia de finitud de la especie, asumiendo   vulnerabilidades específicas  en la salud, en la  situación económica, en los alcances éticos …
Somos finitos  envueltos en  un velo especial. En una especie de hipnosis , que , al negar el misterio, al afirmarse  en las posibilidades y realizaciones humanas, reprime el asombro, se sume en un verdadero laberinto de lucidez
Es  una hipnosis  de lo considerado como   lo normal.: lo consensual. Una aparente  realidad con una frontera  blindada, una segunda  piel que impide  la entrada del misterio, de la conciencia de finitud.
En ello tiene un papel especial la razón. La razón….  Presunta VERDAD, el supuesto  de que la razón, tan central a la escala humana, lo es en forma. Absoluta.
Como diría Goya, es  el sueño del razón que ha engendrado  monstruos- Monstruos  de armamentos, monstruosas alteraciones del equilibrio  con la naturaleza, del respeto a los derechos  humanos, de la apertura  a la trascendencia

 Somos  finitos i con nostalgia de infinito. Que, , soñando  o hipnotizados  asumimos que nuestra  y nuestra razón se identifican  con la verdad
La amistad con la  existencia es amistad tanto con muestra finitud, con nuestros límites, como   con las grandes realizaciones y posibilidades de nuestra condición humana.
Los niños pequeños, los pueblos en que impera una conciencia poco diferenciada, quienes están con determinas discapacidades psíquicas, no  afrontan este   tema  básico. El sentido común, los paradigmas  culturales hegemónicos ,lo soslayan, lo opacan en un perfil donde brilla la inmediatez,  la  eficiencia, el placer, el espectáculo, el poder, la obediencia, la competencia…
La gran relevancia de la aceptación de la finitud es que puede asociarse con bajar el tenor del individualismo y abrir espacio a la coexistencia.
Los grandes factores asociados a las dificultades para asumir la finitud, relacionados, potenciados entre sí , se juntan a nuestra conciencia  de asombro por a) nuestra  identidad existencial   y la posesión  del yo, inseparables de la historia y  el desarrollo humano. b) la  maravilla, la magnitud, la complejidad, la belleza del cosmos, de la  naturaleza c) la aparente omnipotencia de la razón y la ciencia  para conocerlo todo, para ,eventualmente, modificarlo todo,  d)  la misteriosa certeza en  la existencia de una justicia inmanente que…”debería” incluir nuestra omnipotencia, el no  tener una condición finita.
La aceptación de la finitud, la amistad con la finitud,  requieren vivir y, a la vez, trascender nuestro auto centramiento.
 Conocernos, ampliarnos, profundizar, crear, sabiendo, viviendo, la coexistencia.
 Se necesita reconocer los grandes  alcances de la razón, junto con asumir su  ser inseparable del sentir y sus fronteras con el  misterio.
 Admirar todo lo hecho por el ser  humano en la tierra, constatar lo positivo y lo  que no  lo es , en el contexto de que no es  el centro ni la totalidad del universo y los multiversos…
 El coraje  para enfrentar, asumir la  finitud necesita  expresarse en el día a día , en la casa , en la calle en el trabajo , en la recreación, en la creación …En el proyecto de vida, en el sumarse  al  compromiso de intervenir en la evolución, en lo universal, en el cambiar la vida.