viernes, 27 de noviembre de 2015

Curso Guías Poéticos 30-11-15

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 Curso  de formación de GUÍAS  POÉTICOS 19
                                      2015-16

                        Las Coincidencias, Isla Negra
                                              30- 11- 15

Desarrollo Personal y Ecología del yo
Las tendencias del yo personal (4)
El Poder (3)
 El síndrome   y modo de ser autoritario

Síndrome o tipo autoritario.

Del  libro Autoritarismo o  Creatividad Social
(Ediciones Minga. 1982)


          De los trabajos de Fromm, Horkheimer, Adorno y otros autores, puede deducirse que algunos de los rasgos de tipo autoritario son:
1.-  La aceptación de la  autoridad por si misma, lo que da su sello al síndrome.
2.-   Muy vinculado a ello, el pensar en términos jerárquicos, especificando la situación de las personas en torno a su mayor o menor mando o importancia.
3.-  Sumisión ante el poder establecido, con agresividad hacia quienes enfrentan la autoridad.
4.-  Asume el valor del éxito, del triunfo objetivable, de los hombres fuertes.
5.-  Rechaza todo lo débil, las minorías y los derrotados.
6.-  Tiende a aceptar los valores convencionales, lo establecido.
7.- Esta misma falta de crítica se aplica a si mismo: carecen de capacidad de auto examen y tienden a proyectar como mecanismo defensivo.
8.-  Aprecia especialmente al individuo medio, al normal con grandes prejuicios sobre variantes de vida sexual.
9.-  Acepta categorías tradicionales con ideas estereotipadas sobre como son los negros, los masones, los comunistas ,los judíos, los árabes, los jóvenes, los jesuitas, los indios u otros que suelen ser vistos  con rigidez y prejuicios.
10.-   Su pensamiento es dilemático, es todo o nada, contraposiciones totales.  En ellos suele sobresalir la ponderación absolutamente positiva del grupo propio en contraste con los defectos de los otros.
11.-  Rechaza lo subjetivo, lo imaginativo, en pro de los hechos, de lo pragmático.
12.-  Se interesa más por las cosas y por los medios que por los propósitos y las personas.
13.-  En asociación con ello, instrumentaliza, manipula, desconfía de los seres o niegarlos conflictos, enmascarados sus sentimientos con pseudo aprobación.

14-  Nos interesa destacar el término intolerancia a la ambigüedad introducida por Else Frankel-Brunswich y el concepto complementario de rigidez de Rokeach.  La intolerancia a la ambigüedad envuelve el temor a lo indeterminado, esta en la base de los problemas con la creatividad del tipo autoritario, puesto que todo proceso creativo implica asumir un proceso inicial de incertidumbre, de confusión, de vaguedad.  La rigidez, por otra parte, lleva a la impotencia para cambiar la conducta cuando la circunstancia lo exige.  Es evidente el papel  de la rigidez en el dogmatismo, tan frecuente en el mundo autoritario.  El temor  a perder limites, a lo ambiguo, es antecedente del sectarismo, de la  incapacidad de apertura, de vitalidad en el dialogo entre agrupaciones afines.


          Es muy importante diferenciar entre sentir simpatía por las concepciones antiautoritarias e incluso identificarse plenamente con ellas y el tener verdaderas practicas antiautoritarias .  En el nombre del antiautoritarismo se puede ser brutalmente coercitivo, rígido, dominante o sumiso.  Define el antiautoritarismo real, la internalización y el ejercicio consistente de una vida cotidiana y una praxis transformadora de la realidad social que sea a la vez libre, creativa y solidaria.  Rigidez convencional, prejuicios, intolerancia a la ambigüedad, preocupación por el eje dominio-sumisión, son todos antípodas de una praxis creativa, con reconocimiento de los conflictos ,con empleo de la dialéctica.


          El desarrollo de una contracultura requiere aprehender el problema del autoritarismo cuyo eje es la consonancia entre los requerimientos del sistema, la internalización racional de la autoridad y la necesidad de seguridad a nivel personal.  Frente a la seguridad masoquista y sádica de la sumisión o de la agresión, está el cauce profundo de la autonomía, la colaboración y la creatividad.


          En este sentido, el concepto de antiautoritarismo, de cuestionamiento al temor y al poder irracional de la autoridad, se confunde con el de la creatividad social: tendencia a la transformación del miedo , de cada uno y de la pareja, el grupo, las organizaciones sociales.  El autoritario está mutilado en su capacidad afectiva e imaginativa.  Por ello, reproduce el poder establecido.  La orientación no autoritaria es innovadora, flexible, critica, abierta.


          El paso a prácticas no autoritarias en los grupos, familias, educación, espacios laborales o recreativos, exige atender las necesidades de seguridad de cada individuo, evitando su compensación a través de la adhesión  ciega a lo jerárquico o establecido.  La creatividad personal inserta en proyectos colectivos es la clave para apoyar la necesidad de seguridad y trascenderla.  Ello se inserta en modelos de acción social radicalmente personalizados y participativos.


          Se puede confundir el cuestionamiento del autoritarismo y su superación a través de la práctica creativa y social con la desorganización del caos.  En verdad, el autoritarismo es desorganizador aplastador, alienador de las capacidades humanas.  Explota la necesidad de seguridad con una plusvalía de poder en beneficio de minorías y en desmedro del potencial en crecimiento de la sociedad.  La creatividad social asume el desafío de conjugar las exigencias de seguridad y de organización en el desarrollo del hombre total, consciente de sus límites y necesidades, sujeto de su biografía y de su historia.  Para ello, no basta con cambiar grupos de poder ni llevar a cabo sólo transformaciones de índole económica.  Se requiere un cambio profundo en todas las esferas de la práctica social y cultural.  Esa transformación rompe con los distingos entre públicos y privados, entre la persona y el grupo, entre lo micro social y macro social.

           Y empieza ahora…

Preguntas

¿Qué rasgos autoritarios existen  en la cultura chilena actual?
¿En nuestras familias de  origen?
¿En nosotras (o) mismas(o)