viernes, 8 de junio de 2012

Conversando sobre la Amistad (248)


Conversando sobre la Amistad (248)
Cuando el desarrollo personal, espiritual, parece apartar  de las personas cercanas
 En este período , a la vez de  entrega a  la seducción del consumo y de lo instrumental  y de un despertar  confuso, parcial , multitudinario, de  formas muy diversas de la espiritualidad, va emergiendo  como  tema  importante del desarrollo personal  el  de la relación de las personas  encaminadas por  rutas  espirituales con  otras , antes cercanas, muy puestas todavía en  la cultura dominante.
 En las personas en “ caminos de cambio” , junto a un frecuente   malestar  de soledad, de irritación, de  angustia, surgen las dudas ¿ Espero? ¿Nos  separamos?¿ Busco  orientar a la otra  o el otro? ¿Planteo el camino del diálogo? …
La situaciones  son  únicas en relación  al modo de ser  de las personas implicadas, los intereses, los vínculos, la  ubicación  con respecto  a lo espiritual y a lo pragmáticos, las aperturas recíprocas a conversar, a dialogar, a discutir, a enseñar-..
 Juan Ramón Jiménez, en sus Sonetos Espirituales, tiene  este poema del que  copiamos el inicio y el final, en que , a nuestro   juicio, contribuye a   dar un punto de partida ,  el  intentar describir desde, forzosamente , un ángulo de miras, en este caso este  subir y bajar  desde , hacia “la  vida bulliciosa”. Con las  metáforas del mundo y  del cielo. Con el supuesto de que , llegados al “cielo”., tendemos a volver al mundo. Se pone el mismo como protagonista  del  volver del “ encanto” a la” vida  bulliciosa”.
Por ahí hay una pista para superar  el malestar  de quienes se sienten encantados con respecto a su actitud hacia el mundo, acerca de lo aparentemente lento y  lo claramente confuso del desarrollo personal y  del desarrollo humano.  Paciencia y cuidado  con el vuelo de Ícaro, con el virus de altura, con el narcisismo de “elevación”. Con el abandono de la relación yo  tú.

A un Amigo
Hacia la luz se te  fue a ti tu  rosa
tronchada, aquella luz de tu quebranto;
Yo tuve entre mis manos el encanto
Y se me fuí a la vida bulliciosa

……..

Del mundo  no se vuelve, sí del cielo
Juan Ramón Jiménez  ( Sonetos  Espirituales)