La Dimensión
Poética de la Vida (26)
La
unidad ante la situación humana
La Unidad en la Acción, de Dario Ergas
El último libro de Dario Ergas se llama Unidad en la Acción. En el laberinto
de inmunidad de lo subjetivo, yo le puse por mi cuenta y riesgo “Unidad ante la situación humana.” La
de siempre, la de ahora. La que
permita el futuro, La que abra camino a la creatividad en la evolución Más que ello. Por eso… tuve el desenfado de ponerle, para mi y mis cercanos, el
sub título de “La oportunidad de iniciar la historia humana” tratando de
soslayar la, casi consigna: Hacia
el Homo Sapiens.
Dario, con rigor reflexivo y trato fraternal , hablado de sí mismo y
utilizando el tú, recordando a
otros autores y abriéndose a
preguntas que deja pendientes ,nos llama a salir del sin sentido de
los deseos y el sufrimiento y señala un camino
complejo , de acercamiento , de atención a la mirada interior, a ir más allá del yo de la propia piel, integrando esa
mirada con la acción, la acción con el otro, la acción que reconoce la esencia propia al
respetar la del otro.
Al hacerlo, ya nos entrega una perspectiva distinta a la de la
cultura de ahora y de toda la
historia posterior a los homínidos, es la de asumir la unidad entre aquello tan vivenciado como intangible
que es nuestra autonomía y,
por otra parte, la realidad de nuestra pertenencia , de
que no terminamos en nuestra piel. Nuestra doble identidad , muy
bien trabajada por Tillich. La que
nos llega simple y misteriosa en las palabras de Levinas:
Yo no soy el otro , pero sin el
otro, yo no soy completamente yo.
El planteamiento contradice
la enfermedad de la cultura referente a lo que se considera normal, la llamada normosis de las
polaridades , en que la individuación parece ser incompatible y no realmente sinérgica, complementaria,
con la mirada universal. O,más del
dia a día, que el desarrollo
personal, el desarrollo de conciencia, y el cambio cultural , el cambio
social, no deben ni pueden
integrase entre sí. El aparente cisma separando místicos y
militantes.
La integración está en la verdadera raíz de lo que en el plano de
la educación comunitaria y
política se llama concientización.
En este caso, más allá de salir de
la alienación sobre lo que es el poder externo y la
explotación, vislumbrar el propio centro, desarrollando otra mirada , más allá de la de la cotidianidad enajenado en sueños carentes de sentidos, sin conexión con esa esencia …que nos aparta de las contingencias, pero también del fantasma y la realidad de la
muerte.
Por allí entramos a lo que debiera ser un libro .surgido de este ensayo y manifiesto en que el autor comparte sus valores,
sus hallazgos, su sabiduría, con una verdadera magnanimidad.
Frente a quienes ante la muerte advocan por la
resignación, por el máximo reconocimiento
e inserción en la vida, por el goce, por el poder ,por las certezas de
un más allá que sobrepasa
cualquier ideal, Dario , desde lo
experiencial, desde la atención y
la búsqueda de la mirada
interior, del centro interior, difererenciado del yo, el sí mismo o como
quieran llamarlo, comparte su visión de que, junto al plano de lo efímero, de lo
inmanente, estamos , somos
partícipes de otra realidad que, barruntamos o tenemos la certeza de que lo más
nuestro, nuestra esencia elusiva
no está sujeta a la muerte.
El tema no transita por
elucubraciones abstractas,
es ya propio de un trabajo
personal., de la apertura al diálogo
en profundidad. A mí, esta
consideración de la muerte me hace sentido. Siento y veo sentido en el considerarnos como transeúntes en una realidad en que es condición del
viaje el olvido de nuestra
propia realidad, nuestro
país de origen, pero que lo
sentimos como verdadero al
intenta comunicarnos sobre
lo inefable.
Veo en ello una conexión entre la superación del temor a la muertes , en mi sesgo desde el asombro
y el agradecimiento por nuestro
acceso al ser ,y la necesidad de hacer frente a la situación
humana actual a
través de posesionarse de la gran oportunidad a que
da lugar la crisis de la evolución .
Al establecer el puente entre
el sin sentido de lo deseos a la escala del desarrollo actual, se abre
un deseo.. de encontrar el sentido .
Darío nos orienta acerca de
que lo encontramos en la acción,
en la acción humana con los otros,
en que los otros son considerados en su esencia, con esa consistencia, esa
trascendencia de llegar al otro esencial, no instrumentalizado, co cosificado,
no corporalizado, ese tú de lo “entre” persona y persona que nos sugiere Martín Buber. Instancias, en que alcanzamos el máximo del sentir, en que estamos en lo nuestro, somos un
nosotros, más allá de sexismo, racismo,
las visicitudes
biográficas, de la instrucción y de los proyectos de vida.
Desde esa perspectivas, el libro termina abriendo el gran tema de la evolución, con una perspectiva
generosa.
Emerge un gran referente. La mundialización, la conectividad , la aceleración de la
historia, ha establecido una gran oportunidad. Y ya se ha dicho desde muy antiguo:a las
ocasiones las pintan calvas.
Se vuelve al hallazgo
taoista: las crsis son una gran oportunidad. En la tensión mundial entre
el fabuloso desarrollo científico
técnico y la relativa estagnación del desarrollo de la conciencia ; por la inconsistencia,
entre la sociedad de la información y la terapia y la realidad de los
prejuicios y la violencia; entre el atardecer de la confianza en las grandes
revoluciones sociales, las religiones estructuradas y el desarrollo de la
ciencia … y los esbozos de respuestas espirituales , sociales , poéticas, científicas, ante la falta de conciencia de
crisis… emerge la gran oportunidad de llegar a la humanidad.
Sl, la oportunidad de que partamos del
ser humano, de que busquemos saber quienes somos. Necesitamos una
antropolitica nos dijo Edgard Morin, hace muchaza años. Una política de la promoción humana. Nos lo dice
Dario, la actualización de una necesidad de conocernos , más allá de lo bío psico social. Ahondar en el plano existencial espiritual.
Encintrase con nuestra esencia.
Dario da la perspectiva ;
Nos dice: “si es correcto que la superación del sufrimiento y del temor
al a muerte es una necesidad, nuestro próximo paso será lograr la conciencia de
la unidad. Pero esto no ya por
evolución natural, sino, de ahora en más, porque la misma humanidad es la que
se hace cargo de su destino. No sólo
en cuanto a los avances científicos y técnicos que mejora el dominio
sobre la naturaleza, sino en cuanto al propio desarrollo psíquico y espiritual”
En el párrafo final, empieza diciendo: de lograrse ese cambio en
pequeños grupos …
Cierto, el pequeño gripo es
el gran escenario para complementar el trabajo con la propia conciencia y el diálogo en profundidad
, pero el pequeño grupo nos entrega la posibilidad de acceso a la diversidad , y. por consecuencia,
al cruce de fronteras con
otros grupos, redes y navegaciones
por espacios virtuales . presenciales , oníricos y creativos…
Es el camino de una gran alianza
humanista la cual este
libro es el prólogo de un manifiesto al que Darío no puede ser ajeno.
La humanidad, en una mega
crisis tiene la oportunidad
de salir airosa, integrándose, acercándose
a su crisis originaria de
su ser y no
ser de esta realidad, de ser que es autónomo y , al mismo tiempo pertenece a una realidad mayor,
de ser capaz de desarrollarse a sí
mismo ..y que enfrenta el
desafío de ser parte de la
humanización
Gracias, Dario por entregar caminos, llaves para el trabajo hacia poner en el centro el tema del sentido
, mostrar que ese sentido requiere
de la mirada interior y de la acción en que se considera al otro como un ser
con su esencia, con su centro existencial . Gracias por tu gran aporte a la gran perspectiva de
salir de la crisis epocal, la crisis de evolución, a través de avanzar hacia la
humanización.