miércoles, 2 de octubre de 2013

Conversando desde la Amistad(317)


Conversando sobre la Amistad (317)
Kooch,mito tehuelche
Mitos sobre la creación(16)
La amistad , la soledad y la claridad.

Los mitos constituyen un  ámbito donde,  es dable recordar a  Rilke en relación a que lo cotidiano habla en voz baja de lo eterno.  Por ellos transita  la  vivencia y la comprensión  de la  soledad  y de la la amistad.
Hay  un mito  Tehuelche en que se proyecta la angustia de la soledad , la de  los adultos mayores , allegados o  viviendo solos, la de cualquier  ser humano , proyectada a el propio ser supremo, a Kooch.

Muy al sur, fueguino, tehuelche, más atrás, mucho más atrás en el tiempo, sólo existían la oscuridad y Kóoch… Kóoch   solo,  no es adecuado decir con la oscuridad, ya que  no tenía  contacto  personal con ella. Se sentía solo, triste, muy triste  y empezó a llorar..Lloró  interminablemente … Sus lágrimas caían sin cesar y fueron pasando de ser pozas, a constituir lagunas,  hasta llegar a  transformarse en mar, el primer elemento del mundo , el mar primitivo, Arrok.
Kóoh suspiró, por su  llanto, por su mar , porque  continuaba la oscuridad… y ese suspiro  fue un segundo ser, el viento, Xóchen.
Xóchen, cachorro , movedizo, empezó a ir y venir  sobre el mar  y  eso dio  origen a  las nubes.  Xóchen, lúdico, ensimismado, las perseguía.  Surgió  Katrín, el trueno . Los testimonios  son contradictorios  Hay quienes  dicen que   proviene del viento, como un modo  más, irresponsable, de  complicar la vida a las nubes. No faltan quines sostienen  de que  es un engendro, con poderes   de  protesta e intimidación, de las propias nubes, Lo que  está claro es  que de estas últimas emergió el  relámpago, Lüfke, ramalazo   de luz  temible en medio de  ese apenas balbuceo de un despertar de un mundo sumido en tinieblas.
Kooch  veía algo más  con este movimiento  de  viento, nubes y relámpagos, pero  siempre  estaba, sentía, todo muy oscuro, inhóspito , triste. Como los continentes sumergidos, se diría después. Algo en él reclamaba  con urgencia la claridad  De improviso, levantó una mano, en ademán de concentrar la  vista, y se encendió  una chispa .  Entonces se la llamó Xaleschen  pero nosotros  le damos el nombre de Sol
Esto de la creación impresionó a todos, al sol,  a  las  nubes, al viento.  En contraste,  se sentía  el mar muy  grande y muy solo.  Atento, Kóoch dispuso hacer  subir una parte de la tierra, hasta  que quedara más arriba   del mar ,  formando una isla. Fue la primera tierra firme. Ahí  crecieron, se multiplicaron   peces en el mar y plantas y animales en la tierra.
Kóoch seguía con  problemas con la oscuridad. La noche   era larga.  Sobre todo, para    un solitario Fue así  como decidió crear la luna, Kenhenkon.
Al principio  el sol y la luna  no se conocían, cumplían horarios diferentes Luego , las nubes , comunicativas, se daban tiempo  para  contarles   al uno del otro . Así   fue como    empezaron a adelantar  sus llegadas y se conocieron. Se acercaron , se constituyeron  en pareja y  deben tener bastante armonía porque    pasa el tiempo y siempre se repiten las ocasiones en que  no aparece en público ninguno de los dos.
Kóoch, compensivo, sabio, amigo, no posesivo, sin pequeñeces , con una autoridad    tan ética como racional, amoroso y desapegado, se puso en el lugar del sol y la luna , respetó su espacio de encuentro mientras él   se hizo amigo de la naciente claridad.